Otra vez Sergio Romero fue el héroe en una definición por penales y en este caso le permitió a Boca Juniors eliminar a Racing en los cuartos de final de la Copa Libertadores. De esta manera, el conjunto dirigido por Jorge Almirón se medirá en las semifinales con el Palmeiras en busca del pase a la gran final que se disputará el 4 de noviembre en el Estadio Maracaná.
Luego de un pálido empate sin goles, igual al que protagonizaron en La Bombonera, llegó la definición desde los doce pasos en los que Chiquito volvió a hacer de las suyas. El ex arquero de la selección argentina siempre entrega un extra en dichas instancias y esta no fue la excepción.
Este miércoles contuvo dos. Primero fue a Gonzalo Piovi cuyo zurdazo fue a la izquierda de Chiquito que acertó y desvió el remate. Luego no pudo hacer nada ante el tiro a colocar de Juan Fernando Quintero. Aunque en el tercer tiro otra vez volvió a lucirse y le desvió la ejecución de derecha del capitán de Racing, Leonardo Sigali.
En la fase anterior Romero también fue determinante pues la llave con Nacional de Montevideo se definió desde los doce pasos y atajó dos tiros. Su labor sumado a la efectividad de sus compañeros le permitió al elenco de La Ribera clasificarse para esta fase en la que se cruzó con Racing.
Pero no es una casualidad lo del guardameta nacido el 22 de febrero de 1987 en Bernardo de Irigoyen, Misiones. Está acostumbrado a brillar en estas instancias de penales y la primera en la que trascendió fue en aquella semifinal en el Mundial 2014 ante Países Bajos, en la que también atajó dos remates. Sus números marcan que disputó 11 series de penales de las que ganó 5. Es decir, casi la mitad de las definiciones. Le patearon 53 veces desde los 12 pasos, atajó 10 y hubo 3 que fueron desviados.
Si se analiza la estadística en Boca Juniors, desde su llegada al club, atajó 8 de los 14 penales que le patearon, un 57 por ciento de efectividad: Central Córdoba, Banfield, Deportivo Pereira, Independiente, Nacional de Montevideo (2) y Racing (2).
Luego del encuentro ante Racing, Romero afirmó: “La cabeza trabajó muchísimo. Sabía lo que tenía que hacer en este partido. No esperaba que la gente me puteara como me puteó. Pero uno sabe lo que es el fútbol y lo que son las pasiones. Vine a hacer mi trabajo y por suerte me voy con la clasificación que es lo que venimos a buscar. Me contuve porque soy hincha de Racing. No podía festejar porque llegué a los 16 años a este club me abrió las puertas cuando llegué al club y fueron los que confiaron en mí. Uno tiene que entender que esto es el folclore del fútbol. Nosotros hicimos el trabajo en La Bombonera, ahí tendríamos que haber ganado”.
Por su parte, Marcos Rojo, que convirtió el último penal que le dio la clasificación al Xeneize, reveló una anécdota en la previa: “En la merienda hablamos con Chiquito Romero y dijimos que lo importante era mantener el cero ya que en los penales lo tenemos a él y confiamos en lo que podía hacer”. Además, Marcelo Weigandt contó que en la previa del partido Chiquito les avisó que iba a atajar otra vez dos penales. Cumplió con lo prometido.
Luego de varios años en los que no pudo tener continuidad en sus clubes por lesiones, Romero logró en Boca Junios consolidarse. Se sumó a un plantel que tenía un arquero que también demostró ser un especialista en lo penales como Agustín Rossi, pero Chiquito ya se ganó a los hinchas.
Boca Juniors jugará en las semifinales con Palmeiras que eliminó al Deportivo Pereira. En la ida el equipo paulista goleó 4-0 en Colombia y este miércoles igualaron sin tantos en el Allianz Parque. Los brasileños ganaron las ediciones 2020 y 2021.
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