Cuenta la leyenda que en 1965 el Chevitú ganador de Jorge Cupeiro recibió piedrazos del público. Ese auto importado de los Estados Unidos por José Froilán González era considerado una herejía en el Turismo Carretera contra las tradicionales cupecitas, similares a las que se consagraron Juan Manuel Fangio, Oscar y Juan Gálvez, y ese año, los hermanos Dante y Torcuato Emiliozzi terminaron su cuarteto de títulos. Sin embargo, aquel Chevrolet Súper Nova fue el caso paradigmático de los autos compactos y abrió paso a los Ford Falcon (Rodolfo de Álzaga corrió el primero en 1964), la cupé Chevy de Chevrolet, la cupé GTX de Dodge y el Torino. Estos emblemáticos modelos que hoy aparecen reproducidos en prototipos dejarán de existir en 2026. Así como se lee.
La Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) presidida por Hugo Mazzacane decidió reemplazar los actuales autos por los deportivos estadounidenses, el Ford Mustang, el Chevrolet Camaro y el Dodge Challenger. Son conocidos como los “Muscle Cars” americanos y sustituirán a los coches actuales. El objetivo es renovar el parque automotor y también captar la atención de los más jóvenes. Además, permitirá una actualización de la carrocería ya que son coches que aún se fabrican. Ya hay un modelo de cada marca que se está construyendo y los trabajos están avanzados. En 2024 estos tres estarán en pista y hasta fines de la temporada 2025 la categoría atravesará un período de transición y todos los coches actuales serán reemplazados.
Se seguirán usando los motores multiválvulas y las mismas gomas con la tuerca central. A diferencia de los actuales coches que no son originales de calle, los nuevos sí se armarán con la carrocería genuina, y se montan sobre la estructura tubular de seguridad de cada marca que provee la ACTC. En cambio, las trompas seguirán siendo de fibra de vidrio, pero mantendrán el diseño del auto de calle, es decir, con las ópticas y debajo tendrán un alimento aerodinámico. Esta parte y otros elementos están en su etapa de matricería para que todos los que quieran construir uno. En ese caso, deberán comprar las chapas o las “pieles” del Mustang, Camaro o Challenger.
La ACTC apunta a que los autos luzcan lo más parecido a los de calle y por eso se eliminarán los pontones, pero tendrán una medida de seguridad en los laterales. En el caso de Torino, al haberse dejado de fabricar en 1982, se empleará un restyling y para eso la ACTC abrió un concurso de diseñadores y mediante una votación de la gente se elegirá al ganador. Mientras que el Toyota Camry deberá reemplazar su trompa por una que tengan las ópticas, parrilla, y los accesorios del frente del auto.
Se trata del cambio más fuerte del TC en más de 50 años y uno de los más importantes en la historia de la octogenaria categoría. Para ir a fondo con esta revolución, en la pasada fecha en el Autódromo de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez, Infobae habló con referentes para conocer los detalles de esta nueva era.
La voz oficial.
Alejandro Iuliano es el responsable del departamento técnico de la ACTC y explica que “el proyecto está en la base del desarrollo del prototipo de cada marca, que está en un 80 por ciento. Se hizo el modelo de las trompas de los dos primeros, el Camaro y el Mustang. El Challenger está en su fase final. A partir de ahí hay que hacer las matrices para fabricar las piezas. Se están ajustando las últimas partes de estos prototipos que tienen que ver con el guardabarros trasero que se pondrá una pieza postiza y un zócalo que va debajo de la puerta para que no se monten los autos. Terminado eso, se va a colocar el guardabarros trasero que va a tener una modificación de anclaje y después se van a sacar las piezas modelos para hacer las matrices”. La trompa, los guardabarros y el zócalo quedarán en el mismo plano.
Sobre la protección lateral informó que “los autos no van a tener pontones, pero sí una protección con un paragolpe lateral. Es similar a la que están usando los autos hoy en día. Es una espuma de alta densidad recubierta en fibra y una placa de aluminio de seis milímetros”.
En cuanto a la trompa, “va a mantener su diseño original con alguna modificación para que pueda entrar la estructura y todo lo que tiene el auto actual de calle”. Del alerón trasero indicó: “Vamos a quitar el spoiler original que tienen los autos y vamos a usar un alerón con un único perfil y se le va a hacer CFD (Dinámica de Fluidos Computarizados) para ver cómo funciona y en base a eso lo vamos a probar”. El tema del CFD es clave para determinar el rendimiento aerodinámico del auto y en principio estos nuevos coches, al tener trompas más “cuadradras”, tendrían menos carga aerodinámica que es lo que le permite tener menor resistencia al avance por la penetración del viento. “Por ahora tenemos lo que figura en los planos de los autos originales. La realidad es que nosotros en la pista vamos a ajustar la carga aerodinámica y la potencia para que los autos sean competitivos. Hoy es muy prematuro adelantarse y fijar un reglamento para estos modelos”, aclara el técnico.
Respecto del nuevo Torino, indicó: “Hay una apertura de la ACTC para los diseñadores. Se van a presentar propuestas y se va a someter a votación y el más votado será el que se tome como base para hacer una actualización del Torino. Es muy prematuro porque se abrió esta semana (la anterior a la carrera en Buenos Aires). Hay que esperar a que lleguen todos los diseños y ver desde el punto de vista constructivo”.
Del Toyota Camry adelanta que “tiene que adecuarse a este nuevo diseño con la trompa original. El equipo de Marko Jakos, del Toyota Gazoo Racing (team oficial de la marca japonesa) está trabajando para conseguir las autopartes para hacer el modelo de la trompa y luego hacer la matriz en fibra para poder producirla. Están trabajando y va a tener el mismo concepto”.
Por último, avisa que los tres autos se pondrán en pista en la última fecha que se correrá el 3 de diciembre: “El objetivo de la ACTC es tener un modelo de cada marca para presentar en San Juan”.
Chevrolet Camaro
Carlos Serpero es el responsable técnico del equipo Las Toscas Racing que ya tiene un Camaro y conforma un grupo de seis ingenieros de la ACTC que trabajan de forma conjunta como asesores en el desarrollo de los nuevos coches. “Es un cambio muy grande de los últimos años. El más grande en el que he participado. El desarrollo de los autos está muy avanzado, tanto el Mustang como el Camaro están en una etapa avanzada del enchapado. Yo creo que en 30 días los autos van a estar en un 90 por ciento de los trabajos terminados para poder armar un plan de pruebas y después ver cómo se comportan los autos en pista”, revela.
El equipo Pradecon Racing es el primero que está armando el Camaro y cuenta que “hace 20 días comenzaron a trabajar con el enchapado y hace más de un mes que se trabaja con el diseño y el dibujo. En las reuniones con la ACTC se proyectan las ideas que ellos tenían en el diseño de un nuevo auto”.
“Se va mantener la imagen exterior lo más parecida a un auto de calle original, con algunos aditamentos como un alerón trasero, un spoiler delantero y algunas ventilaciones más poderosas por la potencia del motor que necesita la refrigeración”, describe del aspecto aerodinámico. Y añade: “Si tomamos el formato de la trompa, van a perder carga aerodinámica, por supuesto que esto está dentro del plan de pruebas. Pero ya con algún elemento, puede ser un difusor trasero, o un elemento con perfil alar para compensar la pérdida de esa carga. Si se compara un TC actual con su trompa genera un valor de carga muy rápido”. Del alerón trasero adelanta que “tendrá un perfil alar, algo muy distinto a lo que es un spoiler. Algo que estará elevado de la cola con tal de no arruinar la imagen del auto en su parte trasera. Y por supuesto que eso tiene una mejor carga aerodinámica y una limpieza aerodinámica mucho mayor a ese sistema de carga trasera”. Y sobre la trompa, “no está definido si se usará un spoiler y eso será parte del desarrollo para poder balancear el auto aerodinámicamente y poder tener autos que funcionen rápido lo antes posible”.
“Por ahora no hemos encontrado ningún problema. Hay un trabajo en equipo con un montón de técnicos dirigidos con la cabeza del TC pensando en soluciones que sean iguales para los tres modelos y eso es lo que nos mantiene en contacto diariamente y cada uno va desarrollando cada parte del auto”, subraya el ingeniero cuyo equipo.
Al ser un ingeniero joven, expresa qué siente formar parte de este cambio histórico: “Como un fanático del automovilismo, que hasta hace unos años estaba del otro lado del alambrado, es un orgullo estar en el TC, integrar un equipo y poder ayudar esta idea adelante”.
El primer Camaro lo correrá Christian Ledesma, un piloto identificado con Chevrolet pues con esa marca fue campeón del TC en 2007 del TC 2000 en 2004. Ese coche se construye en el taller del chapista Pablo Morales en Arrecifes y a mitad de esta semana llegará al del Pradecon Racing. “Ahora se está montando el motor, transmisión, caja de cambio, cardam y todo lo que es el enchapado lo estamos terminando. Luego se volverán a sacar las chapas para pintar el coche y se armará para la presentación y ponerlo en pista”, avisa Morales.
Ford Mustang
Ulises Armellini es el dueño del DTA Racing, escudería que ya estuvo en TC 2000. El team-manager de San Nicolás es uno de los más idóneos del ambiente y también tiene experiencia europea. Su equipo está construyendo el primer Ford Mustang. “Venimos trabajando muy bien en el taller. Ya tenemos la estructura de la ACTC enchapada. Estamos haciendo matricería y la categoría está encargando la matricería de la trompa, de paragolpes, de guardabarros traseros, en definitiva, uno de los trabajos que llevan más tiempo y deben programarse. Después de la matricería seguir con el enchapado”, relata.
“El enchapado va a ser original. Cada uno con su marca, en este caso del Mustang, o del Camaro o del Challenger en los otros. La trompa será de fibra de vidrio como en la actualidad, pero replicando la trompa original con ópticas, con parrillas, con los anti nieblas (base de esas luces), en definitiva, creo que vamos a ver en todos los casos un modelo nuevo de auto de carrera, no un auto tuneado”, comenta.
“El nuevo coche no lleva pontones, sí un faldón entre ruedas que es un poquito más ancho del auto para que los mismos no se monten rueda con rueda. Es a los fines que no tengamos que lamentar la rotura”, apunta y aclara que aún no está confirmado qué piloto correrá ese auto. Hoy integra su escudería Alan Ruggiero (Ford).
De la aerodinámica, expresa: “En principio van a tener menos carga aerodinámica porque en definitiva porque por ejemplo la trompa es más corta que la que estamos usando en la actualidad. Depende de la categoría que va a definir cuánta menos carga aerodinámica vamos a tener”.
“El TC no hace nada ‘por hacer’. Lo han hecho con un estudio consensuado. Lo que puedo palpar es que es bien recibido por el público y por supuesto que en nuestro caso no es la excepción”, concluye.
Cabe recordar que un Ford Mustang ya ganó en el TC y fue el 18 de junio de 1967 de la mano de Oscar Cabalén en la Vuelta de La Pampa. Aunque con esta renovación el modelo volvió para quedarse.
Dodge Challenger.
Rodolfo Di Meglio es uno de los preparadores más conocidos. Es una institución dentro del TC y llegó a trabajar con Roberto José Mouras. Tiene su taller en Villa Lugano y está identificado con la atención de Dodge y está armando el Challenger. “Estoy viviendo este momento con mucho entusiasmo, con mucha adrenalina. Con muchas ganas de ver cristalizado el proyecto que lo hemos arrancado hace menos de un mes y que nos tiene a todos dentro del taller muy entusiasmado”, cuenta.
“El enchapado es el original del auto y la matriz se trajo de los Estados Unidos. Creo que van a ser autos muy lindos, que van a impactar mucho en el público. Una vez terminados van a quedar autos muy estéticos, muy bonitos. El hecho de que mantengan su fisonomía original, con los aditamentos aerodinámicos que les vamos a colocar, tanto en el splitter delantero (elemento que va debajo de la trompa) como en el alerón, va a ser que los autos sean muy lindos Estamos esperando que el público lo acepte, le guste y que absorba este cambio tecnológico. Eso ya se está viendo en las redes”, resalta.
Sobre cómo lograron que la jaula o estructura tubular entre en la carrocería explica: “Cuando fuimos convocados nosotros y varios colegas para estos nuevos modelos, entre todos se hizo un escaneo de cada estudio de los auto. Ahí verificamos cómo entraban en las estructuras actuales porque la intención de la categoría fue no cambiar las estructuras y la de cada marca sigue existiendo como tal. Nos dimos cuenta de que no nos complicó en absoluto. En las tres marcas las carrocerías entran perfectamente bien, cada en su hábitat natural”.
Acerca de la aerodinámica cuenta: “Analizando los coeficientes de los autos de calle no son tan buenos como los actuales autos de TC. Yo creo que hasta que no tengamos las piezas definitivas, el auto terminado, no creo que sea prolijo aventurar un número. Sí vemos que nuestro auto, el Challenger, va a ser el peor de las tres marcas. Pero ya veremos cómo la comisión técnica trabajará para equiparar los rendimientos”.
En las trompas “las ópticas serán reemplazadas por las mismas, pero de policarbonato. La idea es que el auto tenga la misma fisonomía. Va a tener un splitter delantero como el que tenemos hoy. Pero lo que tiene que ver con las ópticas, la parrilla, el capot, la idea es que mantenga el dibujo original”.
Rodo protagoniza un cambio histórico y confiesa cómo lo vive: “Obviamente que los cambios generaciones a veces duelen. Fui entrevistado hace unos días por Caito Legnani (histórico relator y fundador de Campeones) y él me decía que cuando debutó el Chevitú la gente le tiraba piedras en el Autódromo de Buenos Aires porque querían seguir disfrutando de las viejas cupecitas. Aquellos dirigentes siguieron con el pie firme y tenemos lo que tenemos hoy, un TC fantástico con los autos aquellos, el Ford, el Chevrolet, el Dodge y el Torino. No hay ninguna duda que como cambio generacional va afectar y que el público va a absorber, pero yo creo que cuando los vean en pista y en lugar de cuatro o cinco vayan quince o veinte, el entusiasmo va a ser muy importante. Esto es la frutilla del postre en mi carrera deportiva. En la postrimería de irme, por ya tengo mis años, me entusiasma para seguir un par de año más. Quiero verlo en pista, disfrutarlo, seguir el desarrollo en pista. Estoy en mi salsa”.
El piloto encargado de manejar el Challenger será Juan Martín Trucco, hoy en el equipo de Di Meglio y es animador de la categoría desde hace varios años. “Estamos entusiasmados viendo el trabajo que está haciendo el equipo de Rodolfo con la carrocería que trajeron de los Estados Unidos para enchapar el auto. Estoy ansioso y con ganas de ver cómo van a quedar. A primera vista van a quedar muy lindos. Es un auto de nueva generación que primero va a convivir con los actuales. Es un lindo desafío que en lo personal me gusta muchísimo. Va ser un año duro ya que seguro que nos cueste equiparar a los autos actuales que tienen mucho desarrollo”, comenta el piloto de Tres Algarrobos.
Aunque admite que al comienzo le resultó extraño el cambio: “El primer impacto fue de decir ‘¿che, es necesario? No creo que le haga falta a la categoría’. Después empecé a analizarlo y tuve una charla con Rodolfo y él estaba entusiasmado con este proyecto, me involucró y de a poco me fue convenciendo cada vez más. Me está gustando”.
En tanto que Leonel Pernía corre con Chevrolet de Las Tocas Racing, cuenta: “Pienso que la categoría tenía que encarar el tema con la decisión que se encaró. Es un momento de recambio. Tenía que llegar. Estoy feliz de ser parte de esta nueva generación. El equipo tiene un auto ya en el taller y será cuestión de charlar si vamos con el nuevo auto o si vamos con la Chevy al principio y luego cambiamos a mitad del campeonato. Entiendo que también hay un tema de permiso de la categoría. Me encantaría ser parte de un auto de nueva generación porque va a ser espectacular”.
Por su parte, Jonatan Castellano es un referente de Dodge y sostiene: “Seguramente que cuando estaban las cupecitas y llegaron los autos actuales hubo una discusión fuerte. Ahora con este cambio, a mediano o largo plazo seguramente va a ser para mejor”. El Pinchito pidió el cambio a Ford y espera el permiso de la ACTC. Sobre la chance de correr con un Mustang, dijo: “Yo siempre me imaginé sobre un Falcon, pero evidentemente es el turno de que aparezca el Mustang”.
Aunque hay algunos reparos, como el de Mauro Medina, el titular de la escudería RUS Med Team: “Si bien estamos de acuerdo con el proyecto, nosotros vamos a ser bastante cautelosos porque hay varias cosas por definir. Primero que una vez que los tres primeros autos estén en pista habrá algunas cosas por definir como el tema de los repuestos. La posibilidad o no que se hagan en serie y que se vendan por la ACTC. Eso será definitorio ya que será costoso comprar las pieles. Eso solo ya te lleva un valor importante. Después es ver el tiempo que te lleva reformar un auto de este tipo. Hay dos opciones, la primera arrancar de un auto cero kilómetro, como son los tres autos que se están llevando adelante y la otra es la tomar un auto que esté corriendo y eso demandará un parate para hacer el restyling correspondiente. No va a ser fácil. Es un proceso que no va a llevar poco tiempo. Por lo cual estamos a la expectativa de saber cuáles son los pasos que dará la ACTC para después tomar decisiones. En nuestro caso no vamos a emprender ninguno nuevo y vamos a esperar que el tema avance”.
Otro punto que plantea Medina es un tema clave de la reducción del espacio para sponsors ya que la trompa tendrá la línea original del auto con las ópticas y la parrilla. “Ese es un tema central. Por lo que estuvimos viendo de los distintos bocetos, creo que se reduce en un 30/35 por ciento la capacidad de sponsoreo en el auto y con publicidades de menor tamaño. Se reduce la cantidad de publicidades y sus tamaños. La importancia de una trompa en un TC hoy es de casi un 35 por ciento del presupuesto y el espacio de la trompa en el caso de un Camaro o un Mustang es casi inexistente. Me preocupa mucho ese tema como el de los repuestos. Entiendo que va a llevar mucho más tiempo de lo que la gente está esperando para que categoría renueve en su totalidad. Puede haber una gran intención y una voluntad de los tres equipos que iniciaron estos proyectos, pero va a llevar mucho más tiempo de lo que la gente se imagina”, sostiene quien es un “gurú” del marketing en el automovilismo argentino y quizá el número uno a la hora de conseguir patrocinantes para un equipo.
Mientras que Gustavo Lema, propietario del equipo JP Carrera (fue campeón con Ford, Chevrolet y Dodge) y que atendió el auto de Agustín Canapino en su regreso, opinó: “Es uno de los pocos cambios en los que estuve de acuerdo. No soy una persona de innovar, de hacer carreras especiales con cambio de combustible, de playoffs (N. de la R: definición de campeonato actual con un mini torneo final de cinco fechas), pero esto me gusta. Es un cambio generacional que lo tenemos que ver y acompañar. Me parece una idea brillante de la categoría y me gustaría sumarme. Lo que más me interesa es poder hacer algún Chevrolet y ser más referente. Mi idea es hacer un Camaro. Ya estamos trabajando con el tema de la chapa, pero quiero ir despacio. Veo que hay un envión increíble de mis colegas con todo esto. Eso es muy bueno porque quiere decir que todo el mundo acepta este cambio así que me gustaría. Quizá arranco con dos (Camaro), pero mi idea es esa. Es un lindo desafío si puedo lograr que Valentín Aguirre y Santiago Álvarez se pasen a Chevrolet”.
Pero un punto central es el de los costos. Este medio pudo averiguar un presupuesto estimado y, para armar un auto de cero, hoy una estructura nueva de la ACTC cuesta unos 35 mil dólares. Después hay que sumar unos 100 mil dólares de los elementos del auto (motor, transmisión, suspensión, etc). Además, 18 mil dólares de lo que valen las pieles (chapas) de los autos. Son estimados unos 153 mil dólares. La segunda opción es reformar el coche usando una estructura ya usada y agregando las pieles (18 mil dólares). Contando ese monto más otros cambios, serían unos 30 mil dólares para reformar el coche.
Con sus pros y sus contras, la popular categoría atraviesa su segundo cambio generacional de autos en sus 86 años. A mediados de los sesenta, las queridas cupecitas cedieron ante los autos compactos, que prevalecieron sobre los sport prototipos. La ACTC apostó fuerte y por ahora todo va encaminado. Los modelos que aún siguen corriendo están hace más de medio siglo y tienen fecha de vencimiento porque en el TC el futuro ya llegó.
ASÍ LUCIRÍAN LOS NUEVOS AUTOS DEL TC:
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