La final de los 100 metros llanos femenino fue una de las grandes atracciones que se disfrutaron en Budapest, Hungría, durante el Mundial de Atletismo. La estadounidense Sha’Carri Richardson consiguió una victoria con sabor a hazaña luego de remontar un mal inicio de carrera en el tramo final, dejando atrás a las jamaiquinas Shericka Jackson y a la campeona reinante Shelly-Ann Fraser-Pryce, quien se quedó con la medalla de bronce.
La velocista norteamericana de 23 años protagonizó un triunfo con épica y frenó el cronómetro a los 10.65 segundos, logrando marca récord en lo personal y en campeonatos mundiales. Al cruzar la meta, Richardson no pudo ocultar su asombro e inmediatamente se llevó las manos al rostro en señal de sorpresa por su remontada y por destronar a Fraser-Pryce (36), quien perdió la corona que llevaba desde 2009, con cinco medallas de oro mundiales.
Richardson celebró su victoria en el Centro Nacional de Atletismo de Budapest con la bandera de Estados Unidos y disfrutando de su triunfo junto a sus dos acompañantes en el podio. “Es un honor irme con esta medalla de oro. Quiero mantenerme humilde”, declaró la estrella texana en la conferencia de prensa posterior a la conquista de la medalla dorada.
“Shelly-Ann Fraser-Pryce es una atleta increíble. Crecí viéndola correr. Tenía que dar lo mejor de mí sabiendo que ella iba a estar presente”, agregó sobre su rival. Precisamente, la veterana de Jamaica no pudo agrandar su leyenda con su sexto título mundial en los 100 metros tras recuperarse de una lesión de rodilla que diezmó su preparación aunque sigue en el podio. En total, desde su oro en el Mundial de Berlín 2009, suma entre los 100 metros, los 200 y el relevo 4x100 14 medallas (diez oros, tres platas y este bronce), que se suman a otras ocho preseas (tres oros, cuatro platas y un bronce) en cuatro Juegos Olímpicos.
La historia de Richardson merece un apartado, ya que la atleta ha tenido que superar momentos muy difíciles a lo largo de su carrera, dentro y fuera de las pistas. Sha’Carri fue creciendo con en el mundo deportivo y señalada como “la chica más rápida de Texas”. Con la presión a cuestas de ser la nueva super estrella del atletismo estadounidense, obtuvo su clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021, pero una control antidoping positivo por cannabis frustró sus planes.
“No supe cómo controlar mis emociones o manejar mis emociones en ese momento. Pido perdón si los he decepcionado”, dijo la atleta en una entrevista con la cadena NBC y explicó que el consumo de marihuana se debió a un momento de “pánico emocional” por la muerte de su madre. Pero eso no fue todo, Richardson también confesó que se sumergió en una oscuridad tal que hasta pensó en quitarse la vida. El apoyo familiar, sobretodo de su tía Shayaria la ayudaron a seguir adelante.
“Tuve que hacer frente además a la homofobia y mucho más. Todavía me estoy recuperando de eso”, explicó en mayo de 2022, acerca de lo traumática que fue una relación sentimental que mantuvo con una atleta jamaiquina que la debilitó emocionalmente. Además, fue un año duro para ella en lo deportivo, ya que no logró la clasificación al Mundial de Eugene, en los Estados Unidos. Pero el deporte le dio revancha y en Budapest, Richardson pudo resurgir y volver a los primeros planos.
Seguir leyendo: