Una historia de traiciones y espionaje sacude a la NBA a dos meses para el comienzo de una nueva temporada de la mejor liga de básquet del planeta. El escándalo que trascendió en las últimas horas se debe a que New York Knicks acusó a Toronto Raptors y a miembros de su organización, incluido un ex empleado del equipo de la Gran Manzana, de obtener información clasificada relacionada de manera ilegal y compartirla con la franquicia canadiense.
La demanda, que fue presentada el lunes 21 de agosto, involucra puntualmente a Ikechukwu Azotam, ex miembro del staff de los Knicks que desde julio trabaja para el cuerpo técnico de los Raptors, como la persona que supuestamente “obtuvo y divulgó ilegalmente información patentada” a su nuevo lugar de trabajo. Esta acusación incluye también al nuevo entrenador principal, el serbio Darko Rajakovic, y otros miembros del cuerpo técnico.
En otros detalles que divulgó el sitio SNY, que cubre la actualidad de los principales deportes de la ciudad de Nueva York, se agrega que Azotam había firmado en su antiguo contrato con los Knicks una “cláusula de confidencialidad” en la cual se le prohíbe revelar información de la franquicia. El principal acusado trabajó en el equipo de la Estatua de la Libertad como coordinador de los asistentes de video y más tarde como director de video análisis y asistente de desarrollo de jugadores desde 2020 a 2023.
La gravedad de la situación es que la franquicia de Nueva York advirtió en su presentación legal que sus pares de Toronto “conspiraron para usar la posición de Azotam como miembro de los Knicks para canalizar información clasificada a los Raptors y así ayudarlos a organizar, planificar y estructurar el nuevo personal de operaciones de video y entrenamiento”. En la demanda también se puede leer que el acusado comenzó a “reenviar en secreto información privada desde su cuenta de correo electrónico de los Knicks a su cuenta personal de Gmail, que luego compartió con los demandados de los Raptors. Estos materiales incluían informes de scouting, técnicos, un libro de preparación y un enlace a un software con licencia de terceros”.
El sitio neoyorquino aporta que Azotam compartió su cuenta y registro de usuario, propiedad de los Knicks, con los Raptors, lo que le facilitó a Toronto el acceso al material editado de los juegos los Knicks que reflejan el conocimiento, la experiencia, el trabajo y las habilidades del equipo de exploración de NYK. También acusan que los miembros del cuerpo técnico de los Raptors instruyeron a Azotam para acceder a los videos. En los clips, puntualmente se muestran las estrategias ofensivas y defensivas, investigación de rivales y otros análisis técnicos.
El equipo de seguridad cibernética de los Knicks fue el que identificó el robo de documentos. Los registros muestran que los Raptors accedieron a los archivos robados más de 2.000 veces. “Las acciones de los demandados causaron y seguirán causando daños a los Knicks y, a menos que se restrinjan, dañarán aún más. El alcance no podrá probarse con certeza”, dice la demanda.
“Como entrenador en jefe de la NBA por primera vez, se esperaría que el demandado Rajaković trajera su propia estructura organizativa y métodos de entrenamiento. Aparentemente, dado su camino no tradicional hacia su puesto de entrenador en jefe, Rajaković no tenía su propia estructura, por lo que optó por explotar los métodos de los Knicks”, dice el escrito.
Por su parte, desde Toronto dejaron en claro que la organización de los Raptors tienen la intención de realizar una investigación interna y cooperar plenamente con el caso. “La compañía niega rotundamente cualquier participación en los asuntos alegados. MLSE y los Toronto Raptors se reservarán más comentarios hasta que este asunto se resuelva a la satisfacción de ambas partes”, concluyeron. ¿Hasta dónde llegará este conflicto?
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