“Es un sueño del que no quiero despertar”. Así declaraba Luciano Gondou cuando, con edad de Quinta División, había desembarcado a préstamo en las Inferiores de River Plate. El delantero había brillado en un amistoso con Sarmiento ante el Millonario, con un gol y dos asistencias. Enseguida llegó el llamado desde Núñez. Y la oportunidad. Allí, por caso, fue compañero de cuarto en la pensión de Lucas Beltrán. Sin embargo, no pudo demostrar todas sus cualidades y se volvió a Junín.
Claro, más allá de que el epílogo de la relación no resultó el deseado, su carrera no terminó allí. Se cimentó en el Kiwi, donde salió campeón en Reserva y empezó a mostrar sus movimientos como 9 de gran físico con virtudes para tirarse atrás -supo ser volante y enganche antes de definirse como punta-. Lo compró Argentinos Juniors en 3.5 millones de dólares por el 80% de la ficha. Y en la primera fecha de la Copa de la Liga lo sufrió... River.
El espigado atacante categoría 2001 marcó dos goles en el 3-2 del Bicho ante el Millonario en La Paternal. Pero además fue inteligente para presionar, para ocupar espacios, para tirarse a los costados, y hasta para tirar tacos y gambetear. Completo. La primera conquista llegó luego de conectar un centro desde la izquierda. La segunda, tras definir una cesión de González Metilli, quien olfateó el error de Aliendro y habilitó al artillero.
“Uno trata de dar lo mejor, de ayudar al equipo. Estuve un tiempito en River, conocí mucha gente, aprendí muchísimas cosas, soy un agradecido. Hoy por suerte se me dio el gol, estoy contento, el equipo hizo un esfuerzo enorme”, repartió méritos tras su gran presentación.
Nacido en Rufino, Santa Fe, surgió de Jorge Newbery, el mismo club del que brotaron Amadeo Carrizo y Bernabé Ferreyra, dos leyendas con la Banda. Fue en 2017 cuando quedó en la cantera de Sarmiento. Categoría 2001, en aquella nota fundacional con el sitio oficial de River decía que sus referentes eran “Pratto, que hace un trabajo físico descomunal en favor del equipo y desgastante para el rival. Además sale a pivotear y hace goles, igual que Borré. Es el juego que me gusta a mí. También Luis Suárez, que es un goleador terrible, el Kun Agüero y Firmino”. No pudo probarlo en River, pero sí en Sarmiento y en Argentinos, donde tuvo un partido consagratorio precisamente ante el club en el que no logró asentarse.
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