Independiente comenzó con el pie izquierdo la Copa de la Liga Profesional con una dura derrota en Avellaneda ante Colón de Santa Fe que caldeó aún más los ánimos en el Rojo y le puso final a los ciclos de Ricardo Zielinski y Pablo Cavallero, el manager del club. Mientras los directivos de la institución buscan un nuevo entrenador que logre enderezar el rumbo futbolístico, el colombiano Mauricio Cuero ventiló algunas cuestiones internas que lo llevaron a tomar la decisión de marcharse.
El futbolista de 30 años que había llegado a Independiente en enero de 2023 proveniente de Banfield hizo un duro descargo en su cuenta personal de Instagram y describió lo que vivió durante su paso por la entidad de Avellaneda, donde apenas disputó 11 encuentros oficiales. “Voy a dar mi versión corta, ya que después de mi salida he recibido muchos mensajes”, alertó el extremo derecho.
Con una placa negra, el comunicado de Cuero se refirió a los conflictos dentro del plantel de Independiente que colmaron su paciencia y obligaron a tomar distancia de un club convulsionado y en permanente estado de ebullición. “Esto se veía venir por la forma en la que se venía manejando el grupo. El ambiente en el vestuario no era el más agradable por las ciertas divisiones y decisiones grupales que habían”, continuó el colombiano.
Cuero fue uno de los jugadores más resistidos por los hinchas del Rojo, que cuestionaban su bajo nivel y apuntaban a un mal estado físico. “Si les cuento todo lo que pasa en un vestuario de fútbol tendríamos que sentarnos a hablar por días y no es la idea. Solo quería expresar que esto pasaba a diario y que luego influyó en las decisiones técnicas”, argumentó.
LA PUBLICACIÓN COMPLETA DE MAURICIO CUERO
Primero que todo es una lástima que un Club tan grande y respetado como Independiente esté pasando por esta situación.
Esto que voy a decir lo diré con mucho respeto hacia el Club y la Hinchada. Voy a dar mi versión corta, ya que después de mi salida del club he recibido muchos mensajes y llamados para dar entrevistas de lo sucedido, pero me llamé a silencio.
Esto se veía venir por la forma en la que se venía manejando el grupo. El ambiente en el vestuario no era el más agradable por las ciertas divisiones y decisiones grupales que habían (vuelvo y repito esta es mi versión de lo que yo viví), y además esto dio lugar a que se malinterpretaron mis decisiones y acciones por el desacuerdo que yo estaba demostrando.
Si les cuento todo lo que pasa en el vestuario de fútbol tendríamos que sentarnos hablar por días y no es la idea, sólo quería expresar esto que pasaba a diario y que luego influyó en las decisiones técnicas.
Quise ayudar y dar lo mejor de mí, pero no se me permitió. Quiero que sepan que les deseo lo mejor y que el club pueda volver a estar donde se merece. Recuerden esto siempre. Nadie sabe lo de nadie.
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