“¿Podés creer que el sábado se casa mi hija, boludo? ¿La podés creer? Estoy tratando de cambiar todo, el escenario, todo para otro día. La familia del novio viene de República Dominicana y se vuelven al otro día. No sé qué hacer, me quiero morir”, cuenta Cachito Cascardo, el reconocido hincha argentino de Inter Miami, una de la facciones de la hinchada del Inter Miami, al ser consultado sobre la posibilidad de viajar a Nashville para presenciar la final de la Leagues Cup entre su equipo y Nashville SC.
Desde que se clasificó el Inter Miami a la final se vivieron momentos de locura y mucha expectativa entre sus hinchas, los grupos de WhatsApp explotaron con un único fin, conseguir entradas para la final. Walter, alias Walle, uno de los referentes de la hinchada del Inter, dijo que esperan viajar 300 hinchas de Las Garzas, que muchos ya sacaron pasaje aéreo, pero que aún no tienen entrada. Y tienen planes para hacer su aporte: “Queremos hacer un banderazo en el hotel y ver si nos dejan llevar instrumentos, pero no sabemos todavía ni cuántos vamos a poder entrar”.
Además se espera una gran cantidad de simpatizantes del Inter que van a hacer por tierra los 1.400 kilómetros que separan Miami de Nashville: “Estamos planeando llegar todos en autos, haciendo una caravana masiva”, le contó a Infobae Julio Iglesias, líder de la Messias 305 Miami (hinchada de Messi), quien es uno de los privilegiados que tiene un ticket para ver el partido.
Ni bien salieron las entradas a la venta se hicieron largas colas virtuales en los sitios que comercializaban las mismas, con grandes demoras, y prioridad para los “season ticket members” (los que tienen abono) de Nashville SC. Luego se abrió para la totalidad del público, con valores que arrancaban en los 300 y escalaban hasta los 12 mil dólares. “Nos quieren cobrar 400 dólares, están locos”, comentó sorprendido Nicholas Abad, uno de los líderes de The Siege, otra de las facciones de hinchas del Inter.
Del otro bando, Martín Miguens es un argentino que vive en Nashville hace casi 2 años, recuerda que llegó a pagar 35 dólares en una buena ubicación para ver al equipo de la ciudad junto con un grupo de amigos, pero que este partido fue una locura, ya que intentaron comprar las económicas que se decían que iban a rondar en los 300 dólares, pero nunca aparecieron y con el correr de las horas las más accesibles partían desde los 700, algo que no estaba dispuesto a pagar: “Vamos a ver a Messi a Atlanta en septiembre, que sacamos las entradas a un valor relativamente barato, algo de 150 dólares, esta final era un extra, pero por los precios que manejan se bajaron todos”.
Miguens reconoció que la gente de Nashville no es muy futbolera, todos le preguntaron por Messi cuando se sumó al Inter Miami, pero con la final en puerta la gente volvió a estar pendiente e intentó sacar entradas, sin éxito por el alto valor de las mismas y reconoció que a pesar de la Messimania, los locales “están muy concentrados en la temporada de fútbol americano que está por empezar”.
Lo que está claro es que Messi vino para revolucionar la Major League Soccer y lo está consiguiendo, incluso por cómo cambiaron los precios y disponibilidades de entradas para poder ver al Inter Miami en acción cada vez que juega un partido.
Una revolución que incluso modifica reuniones familiares agendadas con mucha anticipación. Como es el caso de la boda en la familia Cascardo. Después de muchas charlas, principalmente con su hija Lara, aceptaron los argumentos de Cachito, el líder argentino de una de las facciones de la hinchada del Inter Miami y decidieron postergar el casamiento que estaba programado para este sábado. El jefe de la familia cree que pueda darse un acontecimiento histórico para el club de sus amores conducido por el capitán argentino. Ya habrá tiempo para bodas.
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