Dirigentes y empleados presuntamente infieles, un comerciante con mucho vínculo en el barrio de La Boca, el hermano del máximo ídolo del club y hasta un ex goleador del Ascenso, Ángel Vildozo, involucrado. Esa es la trama secreta de la causa por asociación ilícita, defraudación al club y reventa de entradas que envuelve por estas horas a Boca Juniors.
Una investigación que nació en octubre de 2022 y que por ahora no involucra en forma directa a La Doce, que sí tuvo una causa paralela en septiembre del año pasado cuando a uno de sus principales hombres lo agarraron con un 1 millón 200 mil pesos en efectivo y un puñado grande de tickets oficiales en los alrededores del Estadio Alberto J. Armando. ¿Hasta dónde puede escalar la causa judicial que explotó esta mañana? Nadie lo sabe.
Si se toma en cuenta la que tuvo River en su momento y que estalló en la previa de la final frustrada por Copa Libertadores 2018 en el Monumental, no hay demasiado optimismo. En ese caso también había involucrados distintos actores del fútbol y salvo Héctor Guillermo Caverna Godoy, el jefe de Los Borrachos del Tablón, el resto fue zafando con probation o quedando fuera del tema. Pero acá el Ministerio Público Fiscal y el Juzgado porteño Número 10 aseguran tener material para ir por todo. Y además pusieron bajo el foco a un nombre rutilante: el de Riquelme, ya que es su hermano, el apodado Chanchi, al que allanaron en su casa de un barrio privado del norte del conurbano bonaerense a media mañana y la mira también está puesta en un altísimo directivo de la institución.
El puntapié inicial lo dio un particular del que por seguridad la Justicia preserva el nombre, quien se presentó en la previa del partido entre Boca e Independiente que le daría el título al Xeneize de la Liga Profesional 2022.
Allí detalló que se estaban vendiendo entradas por fuera del circuito habitual, de reventa, cuando el club no pone tickets sino que sólo admite el ingreso de sus socios. De hecho por entonces Boca había implementado el famoso filtro por el cual sólo podían asistir aquellos socios plenos que hubieran concurrido a 10 de los últimos 13 partidos en la Bombonera mientras que sí se había informado un pequeño cupo para adherentes. La presentación se hizo directamente en la fiscalía penal de La Boca en Paseo Colón al 1500. Allí comenzaron las actuaciones con policías haciéndose pasar por clientes que buscaban por redes sociales tickets de reventa y operaciones encubiertas que se llevaban los días de partido de Boca en las inmediaciones del estadio. De hecho, se marcó un lugar a menos de 150 metros de la cancha como un punto neurálgico de la presunta operación defraudatoria.
En medio de todo esto, el proceso pasó a la Justicia porteña. Tomó el caso la fiscal de Delitos Masivos Celsa Ramírez junto al cuerpo de Investigadores Judiciales y al juzgado 10. Y la investigación se hizo más profunda con base en escuchas telefónicas. En éstas, según la Justicia, es donde aparece el hermano del 10, cuyo aparato celular en la diligencia judicial por lo pronto no apareció por lo menos hasta este momento.
También en esas escuchas se habla de un facilitador dentro del club de las entradas, vinculado no a la presidencia ni a la vicepresidencia de la institución, sino a un rango inmediatamente inferior. ¿Por qué a este directivo no lo allanaron? La Justicia dice que no aparece hablando en forma directa y es por eso que fueron directamente a buscar las pruebas al club, tanto a la Bombonerita como a la gerencia de seguridad y se estima que hasta última hora de la noche también podrían buscar información en alguna otra dependencia del club.
Supuestamente la ruta que sigue la Justicia implica a más de 2000 entradas que no se asentarían en los registros contables del club para introducirlas en el circuito de la reventa, sobre todo a turistas extranjeros que pagan en dólares contantes y sonantes. Y que la base de operaciones sería un local de la calle Florida y la Bombonerita. Se incluye en la investigación a tours comercializados con hoteles, venta de indumentaria y localidades para los partidos de Boca.
¿Qué rol tendría el mencionado Vildozo? Según la Justicia, aparece en el sistema de reventa. Ex delantero de prolífica carrera en el Ascenso y el exterior, es ídolo en All Boys y pasó por Chile y Ecuador. También lució las casacas de Comunicaciones, Comunicaciones y Colegiales. Tiene 40 años y se retiró en 2020.
Algunos se preguntaban si esta reventa puede producir un exceso de aforo que lleve a la Justicia a clausurar parte del estadio, pero esto fue descartado por ahora. El partido contra Racing de cuartos de final no corre ningún riesgo según lo informado. La otra hipótesis que circula en el oficialismo boquense es que esta causa tiene que ver con la interna política y la cercanía de las elecciones para renovar autoridades, lo que se llevará a fin de año. La Justicia asegura que ellos no juegan ese partido y que recién se produjeron ahora los allanamientos porque consolidaron durante estos diez meses la prueba. Que de haberlo tenido antes, lo hubieran llevado adelante en ese momento.
Obvio, si el particular que denunció tenía alguna intención política para los investigadores no es materia de discusión: ellos van sobre la comisión o no de un delito que dicen, tener pruebas suficientes para presumir que existe. A punto tal que afirman que esperaron bastante hasta decidir allanar a Chanchi Riquelme porque saben el ruido que produce esa medida que se tomó hoy y que pone al mundo Boca en estado de ebullición.
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