La verdad que ese escocés que desembarcó en el puerto de Buenos Aires en febrero de 1882 desentonaba en la estructuradísima mentalidad de los que lo habían contratado como director de escuela. Es que en su equipaje traía pelotas de fútbol, infladores y hasta palos de golf, elementos que para él eran imprescindibles para la enseñanza. Se llamaba Alexander Watson Hutton, tenía 28 años y haría historia en lo que serían los comienzos del fútbol en nuestro país.
Tuvo una infancia desgraciada, ya que la tuberculosis hizo estragos en su familia. Cuando él tenía dos años falleció su padre, dos años después su mamá y unos años después, perdió a su abuela. Había nacido en Gorbals, un barrio de clase obrera ubicado al sur del río Clyde, en Glasgow el 10 de junio de 1853. Primero lo educó su abuela materna, luego fue al colegio, y en la Universidad de Edimburgo se graduó en Humanidades, especializándose en letras y poesía.
Vino contratado como director del Saint Andrew’s Scots School, una institución que había sido fundada en 1838. Recomendado por el profesor Laurie, viajó con la quien sería su esposa, Margaret Budge, quien sería profesora principal.
Cuando conoció el colegio, se le vino el alma al piso. Todo era precario, había mucho por hacer y la comisión que manejaba el colegio no siempre fue permeable a sus requerimientos como, por ejemplo, contar con un gimnasio y un campo de deportes, ámbitos que Hutton consideraba claves en la formación del alumno.
Permaneció sólo dos años. Que haya impuesto la práctica del fútbol entre los alumnos fue un recurso resistido por quienes lo habían convocado. Hutton y su esposa no lo dudaron y decidieron abrirse camino por su cuenta.
El 2 de febrero de 1884 fundó el Buenos Aires English High School, institución bilingüe para ambos sexos, que llegó a contar con 500 alumnos y medio centenar de pupilos. Comenzó a funcionar en la calle Perú 253 de la Ciudad de Buenos Aires y en 1906 se mudó a su sede del barrio de Belgrano.
Sabía que estaba en el camino correcto, más cuando se entrevistó con Domingo Faustino Sarmiento, quien en la primera presidencia de Julio A. Roca fue Director General de Escuelas. Al sanjuanino fue a pedirle ayuda en el emprendimiento que iniciaba. Al ex presidente le encantó el método de incorporar al fútbol como un recurso pedagógico. La frase, real o imaginada, calza perfecto con su mentalidad: “Que aprendan, a las patadas, a los empujones, pero que aprendan”.
El fútbol, si bien era una novedad, ya se practicaba entre los residentes ingleses. El primer partido disputado formalmente tuvo lugar el 20 de junio de 1867 en la cancha de cricket del Buenos Aires Cricket Club, en terrenos que hoy ocupa el planetario Galileo Galilei. El británico Thomas Hogg fue un gran precursor.
El 21 de febrero de 1893 fundó la Argentine Association Football Club, que estuvo integrada por el Quilmes Athletic Club, Old Caledonian’s, Saint Andrew’s School, Buenos Aires English High School, el Lomas Athletic Club y el Flores Athletic Club. Su primera sede funcionó en Venezuela 1230. Es la entidad antecesora de la Asociación del Fútbol Argentino.
Su colegio contaría con algo especial, con un equipo de fútbol. En 1898 creó el Club Atlético English High School y el propio Hutton era el que lo enseñaba y que jugaba los partidos con sus alumnos.
El camino deportivo exitoso que comenzó a transitar lo hizo blanco de críticas, de que el escocés, a fuerza de goleadas, hacía publicidad encubierta de su colegio. Entonces en 1901 le cambió el nombre. Pasó a llamarse Alumni Athletic Club. Identificado con una camiseta a rayas horizontales blancas y rojas, fue un equipo sensación.
En los primeros dos años, arrasó: 18 goles a favor y solo tres en contra. Roca, en su segunda presidencia, asistió al amistoso que disputó contra el Southampton, de gira por el país. Fue el 16 de junio de 1904 y era la primera vez que un presidente iba a un partido de fútbol.
Alumni ganó diez campeonatos y las estrellas eran los hermanos Brown, que ganaron todo. El crack era Jorge, aunque Alfredo, Carlos, Eliseo , Ernesto, Tomás y Juan no se quedaban atrás.
Lamentablemente, el amateurismo fue clave en su desaparición: costaba trabajo formar un equipo por los compromisos laborales de los jugadores. Finalmente en 1911 se disolvió. Resurgiría en 1951 gracias a un grupo de ex alumnos pero como equipo de rugby. Las rayas verticales se transformaron en horizontales.
En 1910 Hutton, un maestro masón perteneciente a la logia Excélsior N° 617, se retiró. Falleció el 9 de marzo de 1936 y está enterrado en el cementerio británico.
Su vida inspiró la película “Escuela de campeones”, estrenada el 19 de diciembre de 1950, con guión del genial Homero Manzi y Carlos Orlando. En las últimas horas se presentó la pelota que se usará en la Copa Liga Profesional 2023, que se llama “Argentum 1893″. Con los colores patrios y las tres estrellas, que simbolizan los campeonatos mundiales ganados, está inspirada en él, que vino al país trayendo en su equipaje un par de balones, intuyendo tal vez que en un futuro esos gajos de cuero se transformarían en pasión de multitudes.
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