El Salón de la Fama de la NBA tuvo el ingreso de nuevas figuras ilustres en la camada de 2023 que fueron importantes durante la extensa estadía de Emanuel Ginóbili junto a los San Antonio Spurs. El bahiense estuvo presente en la ceremonia que tuvo a su ex entrenador Gregg Popovich como uno de los seleccionados. El coach brindó distintas entrevistas a lo largo del día y aprovechó un momento para destacar la cualidad principal que caracterizó al argentino en su paso por la máxima liga de baloncesto.
“He intentado escucharlos más a ellos que ellos me escuchan a mí. Sólo porque son jóvenes y sus mentes están activas. Como Manu Ginóbili, el individuo más curioso que yo he conocido en mi vida. Él no fue a la universidad pero estará leyendo sobre agujeros negros en el espacio. Ahora está leyendo el libro de Dr. T que estuvo segundo en la lista de best sellers del New York Times acerca de cómo vivir. Ya sabes, medicina y esa clase de cosas. Y él te dice ‘Pop, ¿leíste este libro? ¿Has oído sobre esto?’. Y eso me mantiene activo. Esa es la parte más divertida de todo”, contó Popovich sobre Manu.
El canal oficial de la NBA le mostró la declaración a Ginóbili y la leyenda nacional opinó al respecto de la anécdota: “De vez en cuando le he dado alguno. Históricamente él para Navidad, época de regalos, siempre a cada jugador le regala un libro. Y no es a todos el mismo, sino que pone tiempo en saber tus gustos, tu background, tu historia. Lo hizo por años. Después de un tiempo me animé a entregarle o recomendarle alguno. No pasó tan seguido pero en algunas situaciones lo hemos hecho, comentado. Viniendo para acá hablamos de ese libro que menciona que casualmente leímos los dos. Es un placer hablar con el tipo porque no es un entrenador sólo básquet, que lo sacás de la pelota y se incomoda. Política, religión, filosofía, biología o entrenamiento. En eso también hemos coincidido”.
El legado del bahiense en la franquicia de Texas ya está marcado a fuego en los libros con el retiro de su camiseta número 20 y su inducción al Salón de la Fama. “Lo de San Antonio durante dos décadas fue notable y casi irreplicable. Fue algo único a nivel mundial. Estamos los cuatros muy orgullosos y que estemos todos era cuestión de tiempo. Estos premios te hacen recordar momentos, ver ex compañeros que no ves normalmente. Me encanta estar acá, disfrutarlo tranquilo”, añadió al respecto de su paso por la NBA.
Además, se tomó el tiempo de elogiar a cada uno de los nuevos miembros del selecto Naismith Basketball Hall of Fame y el primero fue Pau Gasol. “Qué enorme desafío era enfrentar a Pau en su prime, en su mejor momento. Ni hablar con la selección que con su España tenían una profundidad de juego y opciones que nos complicaba muchísimo. A mí particularmente en defensa era difícil porque ocupaba mucho espacio por tamaño y dimensiones cerca del aro. Intentar atacarlo y pasarlo era muy difícil. Creo que nunca le gané en FIBA. La vez que le ganaron yo no jugué ese campeonato. Eso marca un poquito la calidad y el respeto que tengo con él. Con los Lakers también. Enorme respeto porque fue muy complicado para mí que encima me alimentaba de atacar a los grandes”.
El segundo en cuestión fue uno de sus grandes rivales en dos temporadas consecutivas con los Miami Heat, Dwyane Wade. “En general para un jugador del Oeste juega contra los del Este, no llegas a generar una gran rivalidad. Salvo que juegues las finales. Sino jugás dos veces en la temporada regular y no llegás a entender al rival. A Wade lo miré mucho al principio y después dos Finals en contra más FIBA. Ahí te das cuenta de qué está hecho el jugador y él es un ganador. Un fuera de serie y un placer escuchar sus palabras. Competir con él, con LeBron y Bosh. Son jugadores que te obligan a mejorar para no quedar en ridículo”, opinó Manu.
Para cerrar, se detuvo en el alemán Nowitzki quien es leyenda de los Dallas Mavericks por su título en 2011. “Dirk era una pesadilla para nosotros como equipo. Tuvimos muchos años de gran rivalidad, años en los que los eliminamos, años en los que nos eliminaron a nosotros. Estaban jugando a un muy alto nivel, tenían un gran equipo. Dirk era un problema que no podíamos solucionar. Probamos todo y nada con tanto éxito. Fue muy difícil competir con él por su juego como ortodoxo. Defensivamente no era el mejor defensor pero era muy ágil, me debe haber agarrado decenas de veces. Fue determinante durante 20 años”, concluyó.
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