La intempestiva renuncia de Roberto Mancini como entrenador de la selección de Italia sorprendió en el mundo del fútbol. El campeón de la Eurocopa 2021 había sido nombrado recientemente como nuevo coordinador de las divisiones juveniles nacionales y, a pesar de quedarse afuera del Mundial de Qatar en el Repechaje, parecía el encargado de iniciar el camino hacia 2026. A menos de 72 horas de su elección, el DT esbozó sus motivos y disparó contra Gabriele Gravina, presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC, por sus siglas en italiano).
En charla con el diario La Repubblica, el técnico saliente asumió “toda la responsabilidad de la decisión” y dejó entrever el poco apoyo que percibió desde la cúpula dirigencial después de que Italia cayó ante Macedonia del Norte el 24 de marzo pasado y se quedó afuera de una Copa del Mundo por segunda vez consecutiva. “Durante estos meses tenía que darme tranquilidad, él no lo hizo y renuncié”, declaró.
“Solo necesitaba una señal, no me la dio. La verdad es que él no quería que me quedara, y ha sido así durante meses”, manifestó con el foco puesto en el dirigente. Y agregó: “No me escondí. Hablé con el presidente Gravina e intenté explicarle mis razones”. “¿Tenía que haberlo hecho antes? Puede ser. Pero yo dejé la selección a 25 días del próximo partido, no a tres. Y creo que siempre he sido correcto, todos estos años”, contó en la previa a los cruces de la Nationale ante Ucrania en suelo extranjero y nacional por la clasificación a la Eurocopa 2024.
En este sentido, el DT semifinalista de la última UEFA Nations League (logró el tercer puesto) apuntó a las determinaciones de Gravina sobre los cambios pedidos en la confección de su cuerpo técnico: “¿Alguna vez has visto a un presidente federal cambiar el personal de un seleccionador? Gravina lleva un año queriendo revolucionarlo. Le hice entender que no podía, que a lo sumo podía poner un par de figuras extra, pero que no podía privarme de dos personas de un grupo de trabajo que funcionaba y ganó la Eurocopa. En todo caso, yo podría haber sustituido a un miembro del personal”.
“Durante un tiempo, él pensaba lo contrario de lo que yo pensaba, pero entonces, ¿por qué intervenir en el personal? ¿Qué tiene eso que ver? En ese momento, tenía que mandarme lejos. En vez de eso, aprovechó la oportunidad porque a algunos de mis colaboradores se les acababa el contrato y jugó con eso. Yo podría haber sido más duro, claro, pero pensé que lo entendería por sí mismo”, añadió.
Por otro lado, criticó el manejo de su dimisión en los medios de comunicación después de que la prensa italiana haya informado sobre la posibilidad de que firme un contrato millonario para dirigir a Arabia Saudita: “Me masacraron solo por mi elección. Si Gravina hubiera querido, me habría detenido. No lo hizo”. “Cuando llegué, renuncié a oportunidades más rentables, tomé una decisión y fue el trabajo más importante de mi vida. Gané una Eurocopa, no será mucho, pero la ganamos”, sentenció.
Su ciclo en la Azzurra inició luego de su partida del Zenit de Rusia en mayo de 2018 y dirigió un total de 61 partidos con 39 victorias, 13 empates y 9 derrotas. Su coronación en la Eurocopa fue el punto más alto de su estadía, pero el crédito ganado lo despilfarró en las Eliminatorias Europeas en las que finalizó segundo del Grupo C por detrás de Suiza y cayó en las semifinales de la Repesca. Hace 17 años que Italia no juega partidos de eliminación directa en Mundiales porque en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014 quedó eliminado en fase de grupos con el aliciente de que venía de ser campeón en Alemania 2006.
Aún con esta desilusión, la FIGC lo respaldó en su cargo hasta su partida unilateral. En este sentido, la federación italiana anunciará el nombramiento de su reemplazo en los “próximos días” e hizo un repaso de su lustro en el cargo: “Así concluye una página significativa en la historia de los Azzurri, que comenzó en mayo de 2018 y concluyó con las finales de la Nations League de 2023; de por medio, la victoria en la Eurocopa 2020, un triunfo conquistado por un grupo en el que todos los individuos han podido hacer equipo”.
El máximo candidato a sucederlo es Luciano Spalletti, el ex entrenador del Napoli que condujo al elenco del sur a su Scudetto después de una sequia de 33 años sin levantar el trofeo de la Serie A. Antonio Conte, de último paso por Tottenham, también suena luego de haber estado al mando entre 2014 y 2016. Roberto Donadoni (comandó a Italia entre 2004 y 2006), Gennaro Gattuso y Vincenzo Montella son los posibles sucesores que corren desde atrás en la consideración.
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