“Es ganar o la miseria”, diría Pat Riley.
La Selección de básquet no tiene margen de error. Luego de quedar afuera del Mundial, por primera vez en 40 años, el equipo de Pablo Prigioni debe ganar el preclasificatorio de América para mantener la ilusión de clasificar a París 2024. Hay un solo boleto disponible y por eso la dirigencia gestionó para que el torneo se dispute en el país, en este caso en Santiago del Estero. Este lunes a la noche arrancará la acción, aunque no para Argentina, que quedará libre porque Panamá no asistió el torneo por falta de presupuesto y apoyo. Sí, un síntoma del nivel del torneo, muy por debajo de lo que es Argentina. Pero, claro, como siempre, algo pasa y en este caso al equipo le creció un enano. O un rival inesperado.
Bahamas, un equipo habitualmente muy inferior, pudo lograr que cuatro jugadores de la NBA, tres figuras en la mejor liga del mundo, dijeran que sí y viajaran al país. Una situación que obligó a extremar recursos. A las renuncias de Nicolás Laprovittola, Marcos Delía y Leandro Bolmaro se sumó la lesión de Gabriel Deck, en mayo. Pero Tortu hizo todo lo posible para estar y anoche, a última hora, se metió entre los 12 argentinos. Un indicio de la necesidad que hay para tener a todo lo mejor disponible. El caso de Tortu es extremo porque Argentina carece de anotación en zonas cercanas al aro y justamente Deck provee eso: puntos, desequilibrio y atención del rival, en el poste bajo y medio. Una pieza fundamental para no fallar en Santiago.
Justamente la provincia de Tortu. Nada es casualidad en esta historia…
Sabiendo que no hay ambiente para otro fracaso, como el sufrido en febrero, cuando Argentina perdió con Dominicana en Mar del Plata y se quedó sin Mundial, el equipo que que dirige Pablo Prigioni extremó los recursos. La vapuleada dirigencia nacional consiguió poder entrenar en el centro de alto rendimiento de Alicante y jugar amistosos con algunos rivales europeos, en este caso la selección de Catalunya, República Checa y Bélgica, con saldo de tres triunfos y una derrota y algunas cosas interesantes en el juego.
Pero lo importante fue poder tener más tiempo a algunas de las figuras -con el regreso de Vildoza al seleccionado- y sumar a varios jóvenes que pintan bien, al menos para que comiencen a generar un recambio necesario, sobre todo cerca del aro, el mayor déficit nacional. Claro que golpearon duro las bajas de Lapro, Delía y Bolmaro, tres jugadores que sintieron el mazazo de Mardel y prefirieron tomarse un descanso con el seleccionado. “Pero no nos podemos quedar pensando en eso ni usarlo como excusa”, sentenció Prigioni.
Lograr la localía, algo bastante factible en América teniendo en cuenta los otros rivales del torneo, fue el otro paso importante para esta semana intentar asegurarse el único pasaje a los verdaderos repechajes del año que viene (habrá cuatro, con seis equipos y sólo un boleto olímpico disponible por sede), seguramente en Europa. Así, tras la gira, Prigioni arribó a Santiago con sus 16 soldados, incluido Deck, quien en silencio, de menor a mayor, logró el objetivo de meterse entre los 12.
Campazzo y Luca Vildoza serán los bases, Redivo y Fjellerup los escoltas, con Brussino, Delfino (el #PibeDe40 no se detiene) y Garino como aleros, Deck y Juan Fernández como ala pivotes, y Gonzalo Bressan (la sorpresa de la lista), Francisco Cáffaro y Tomás Chapero como los centros de equipo. Fueron desafectados Lee Aaliya, Santi Trouet (las grandes revelaciones del Mundial U19), Juani Marcos y Gonzalo Corbalán, parte de ese tan mencionado recambio que, por ahora, no será de la partida. Claro, no hay margen para pruebas ni para errores en esta competencia.
El debut nacional será el miércoles, nada menos que con Bahamas, el equipo que asoma como el gran rival nacional luego de sumar a DeAndre Ayton (Phoenix Suns), Buddy Hield (Indiana Pacers), Kai Jones (Charlotte Hornets) y Eric Gordon (LA Clippers), quien fue autorizado a último momento por FIBA y ya jugó un amistoso con el seleccionado.
Ayton, pivote de 2m13 de los Suns, no estuvo en ese juego pero ya se entrenó en el Vicente Rosales de la Banda a la espera del debut de este lunes, ante Cuba, en el estadio Ciudad. Bahamas jugó dos amistosos con la Universidad de Kansas, el primero terminó en derrota y el segundo, en victoria, por 87-81, cortando una racha de 32 triunfos de los Jayhawks en amistosos. Gordon hizo el debut y aportó 12 puntos, mientras que el mejor fue Hield, con 19 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias.
Gordon, de 34 años, promedió 12.4 puntos y 37% triples durante la última temporada, mitad con los Rockets y mitad con los Clippers. Hield tuvo 16.8 puntos, 5 rebotes y 2.8 asistencias para Indiana. Argentina ya lo sufrió en las Eliminatorias para el Mundial. Lo mismo que a Kai Jones, el explosivo ala pivote que promedió 3.4 puntos y 2.7 rebotes en Charlotte. Aunque, claro, por nombre, la figura es Ayton, que promedió un doble-doble (18 puntos y 10 rebotes) en la última campaña para los Suns. Un interno de otro nivel físico y atlético, especialmente para este nivel. Los cuatro NBA no están solos. Los acompañan David Nesbitt (pivote ex Boca) y el base Franco Miller, entre otros.
De este grupo de tres, dos avanzarán a semifinales. Ahí no estará la dificultad para Argentina, sino desde la instancia más importante. En el otro grupo están Colombia, Uruguay, Chile y las Islas Vírgenes. Los cruces de sábado determinarán los que definirán el torneo, el domingo. Y especialmente los que determinarán cuál es el único clasificado para los repechajes del año que viene. Argentina no puede fallar. Lo sabe. Otro gran desafío para esta generación…
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