Gregg Popovich fue uno de los grandes homenajeados en la ceremonia del ingreso de nuevas leyendas del básquet al Salón de la Fama de la NBA en Springfield, Massachusetts, y el mítico entrenador de San Antonio Spurs, quien continúa al frente del equipo con 74 años, recordó con orgullo su etapa más gloriosa, la cual compartió junto al argentino Emanuel Manu Ginóbili.
En un emotivo discurso, en el cual hizo mención a los jugadores que más lo inspiraron en su carrera y a la importancia de su familia, Pop destacó los valores del bahiense. “Manu, uff... Es como dijo Tony (Parker), nos llevó dos años resolverlo. ¿Fue tan largo?”, comenzó entre risas el técnico. Luego, fue directo a su experiencia el ídolo del básquet argentino: “Lo que aprendí de él fue cuando vino y me dijo: ‘Soy Manu y esto es lo que hago’. Es una historia verdadera. Y a partir de ahí tuve que cerrar la boca y dejarlo jugar y a veces es lo mejor que podemos hacer los entrenadores, solo dejarlos jugar”.
La anécdota del entrenador que más partidos de la NBA ganó en la historia y cinco veces campeón con los Spurs, con los cuales lleva dirigidas 16 temporadas, refiere al estilo de juego de Ginóbili en sus comienzos. Tal como dijo anteriormente el francés Tony Parker, Manu solía hacer renegar a Popovich por sus pases arriesgados y su toma de decisiones.
“Manu es único, es el jugador más único con el que he jugado alguna vez. Y es tan único que Pop nunca supo qué hacer con él en sus primeros dos años. Fue muy valioso como base ver las caras de Pop luego de sus pases porque con Manu tenías dos pases. Tenías uno sencillo y de los que todos hablarán. Y los que van para los fanáticos a la tribuna. ¿Saben? Los favoritos de Pop. Fue mucho de eso en los primeros dos años”, dijo en su discurso el ex base francés ante las risas de los presentes.
A continuación, Parker reveló que tuvo que lidiar con el periodismo argentino por su convivencia en la cancha con Ginóbili. “Tuvimos un duro comienzo con Manu, con Argentina también. Saben que en la actualidad los medios de la Argentina dicen que no me caía bien, que no le pasaba el balón lo suficiente, pero no entendía eso porque Pop era el entrenador y no era mi culpa si pedía que todas las jugadas fueran para Timmy (Duncan) y él tomaba todos los lanzamientos”, reconoció.
“Yo solo era el base. Necesitaba un aliado y Manu fue mi aliado al comienzo. Muchos lo saben, pero Timmy no me habló en mi año de novato. La gente dice que estoy loco, pero es verdad: a Timmy no le gustan los franceses. No le gusta mi acento. Todo es bueno ahora. Un pequeño francés, un joven de Argentina y un nadador de Islas Vírgenes, que sabía que ganaríamos cuatro campeonatos juntos. Fue un honor jugar con ustedes, muchachos”, cerró el nuevo integrante del Salón de la Fama junto con otras estrellas del calibre de Dirk Nowitzky y Pau Gasol. El español le dedicó unas palabras al fallecido Kobe Bryant: “No estaría aquí sin ti, hermano. Quisiera más que nada que tú y Gigi estuvieran aquí esta noche con nosotros. Los extraño y los quiero”.
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