Newcastle y Aston Villa se enfrentaron en St. James’ Park por la primera fecha de la Premier League en el que fue un partido accidentado y complicado para la visita. Emiliano Martínez sufrió la fragilidad defensiva del equipo dirigido por Unai Emery, que perdió por lesión a Tyrone Mings en la etapa inicial (estarían comprometidos los ligamentos de su rodilla derecha). Dibu tuvo que apagar varios incendios y se salvó de la expulsión por agarrar a Miguel Almirón fuera del área.
En el octavo minuto de adición de la primera mitad (el árbitro Andy Madley hizo jugar hasta los 55′ por la demora de la lesión de Mings, entre otras cosas), la defensa del Aston Villa quedó mal parada y Martínez salió a atorar a Almirón, quien recostado como wing derecho punteó la pelota y se escapó. Al arquero argentino no le quedó otra que agarrarlo de la camiseta y cometerle infracción. El juez, como entendió que había otros marcadores que podían llegar a alejar el peligro de la valla visitante, no lo expulsó.
Al percatarse de que Almirón le reclamó la roja al referí, Dibu se arrimó hasta su posición con cara de circunstancia y, entre risas, le tocó la cara para disuadirlo. Al guaraní no le gustó mucho la actitud de su colega sudamericano y le sacó bruscamente la mano de su rostro. Igual, después terminó todo bien entre ambos.
El estreno en la liga inglesa fue uno de los duelos más complejos y decepcionantes para el marplatense de 30 años. Su conjunto no hizo pie y fue arrollado por las Urracas, que lo convirtieron en figura por la enorme cantidad de llegadas. Emi Martínez tuvo dos buenas en la primera parte (una justo antes de la apertura del marcador), jugó como líbero en un par de ocasiones para alejar el peligro en la última línea (en una de esas ocasiones dejó el balón corto y luego le ahogó el grito de gol a Almirón) y evitó una goleada peor con atajadas providenciales. Finalmente fue 5-1 para el dueño de casa.
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