La eliminación de San Lorenzo ante San Pablo en el Estadio Morumbí le puso fin a su sueño continental en los octavos de final de la Copa Sudamericana. El Tricolor dio vuelta el trámite acontecido en el Bajo Flores y cerró el pasaje a los cuartos en medio de un partido caliente, que tuvo como una de las postales el cruce de Ruben Darío Insua con uno de sus jugadores Gonzalo Luján.
La fricción fue un aspecto repetido en los 90 minutos, pero la entidad brasileña se mostró superior en el último tercio de la cancha gracias a los goles de Jonathan Calleri y Luciano. En la vereda opuesta, Insua realizó una serie de modificaciones para alterar la tónica del compromiso, pero su equipo se retiró sin remates al arco y debió ver los últimos minutos alejado del banco.
En el tercer minuto de los seis adicionados por Esteban Ostojich, el Gallego se mostró sumamente enojado con Luján. Tal es así que ingresó a la cancha cuando la pelota se había ido hacia el lateral para protestarle una cuestión táctica a su dirigido y el exabrupto confluyó en su expulsión. La cartulina no calmó los ánimos en el hombre de 62 años, quien siguió discutiendo y se enfrascó en un debate que beneficiaba al conjunto paulista para dejar pasar el cronómetro.
El arquero Augusto Batalla tomó nota de esta situación y se acercó a su líder para pedirle su rauda salida con el objetivo de intentar un ataque rápido, ya que San Lorenzo estaba a un gol de estirar la definición a los penales. Tras escuchar ese consejo, Ruben Darío Insua se retiró a paso lento del césped del Morumbí. Su lentitud provocó que Ostojich no quiera reanudar las acciones hasta que se retire del terreno y el conductor realizó una serie de gestos para apurar la continuidad del compromiso.
Como quien se sale con la suya, el ídolo del Azulgrana permaneció en un costado, detrás de los carteles de publicidad, donde vio los segundos finales con la complicidad del alcanzapelotas rival y los fotógrafos acreditados para el evento.
Ahora, será momento de que su equipo apueste todo a la Copa de la Liga y la Copa Argentina, donde está a cuatro partidos de clasificar directamente a la Copa Libertadores 2024, para hacer posible el deseo profesado en enero pasado: “Estamos trabajando para ganar algo este año”.
Seguir leyendo: