Dos episodios repudiables ocurrieron en la previa y durante el encuentro que afrontó Argentinos Juniors ante Fluminense en el Maracaná, por la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores. El primero, muy lejos del escenario en donde los protagonistas salieron a escena, en las playas de Copacabana, un simpatizante del Bicho fue salvajemente agredido por un grupo de ultras del conjunto carioca. Luego, en la mismísima tribuna del mítico estadio, la policía brasileña reprimió salvajemente a los fanáticos visitantes.
“Los responsables en materia de seguridad, incluyendo a la policía, mancomunadamente autorizaron el ingreso de personal no identificado a la tribuna, con la clara intención de reprimir y lesionar. La agresión a palazos, con balas de goma y gases lacrimógenos en una platea en la que se encontraban familias, niños, niñas, adolescentes, que habían viajado horas para disfrutar del encuentro, fue desplegada sin mensurar la magnitud de los daños”, informó en las últimas horas la entidad de La Paternal en un extenso comunicado que describió con detalle el lamentable episodio.
Las imágenes vistas en las tribunas del Maracaná dejaron momentos impresionables por la agresividad de la policía brasileña contra los hinchas visitantes, que en la previa sufrieron emboscadas de la parcialidad local por las calles de la ciudad, con robos y golpes. Además, esto se sumó a provocaciones constantes por parte de los locales que, entre otros gestos, rompieron pesos argentinos en las tribunas.
“En medio de la represión policial en la platea, se extravió una menor de su familia. La policía, lejos de permitirle al padre salir a buscarla, continuó incitando a la violencia, dejando no sólo más heridos, sino a una nena sin la protección de su padre hasta que le permitieron acercarse nuevamente”, remarcó el documento y destacó que “toda persona que intentó intervenir recibió la violencia policial”.
“Simultáneamente, se produjeron agresiones al palco que alojaba a la dirigencia de nuestro club en donde la seguridad del estadio conjuntamente al público local arremetió con insultos y lanzaron elementos contundentes”, subrayó la institución porteña. Y aclaró que dentro de las víctimas también se encontraban jugadores que no habían formado parte del equipo titular y que quedaron fuera del banco de suplentes.
“Al finalizar el encuentro, en un hecho desafortunado, se rompió una butaca en la cual estaba ubicado un hincha. Esta persona, a pesar de querer salir voluntariamente con la policía para resolver el inconveniente, fue retirada detenida violentamente. Tanto oficiales como dirigentes locales retuvieron a esta persona impidiéndole la salida del estadio hasta que el club abone los R$490 en los cuales esta cotizada la butaca. En ese momento, mediante una breve mediación el Tesorero y el Secretario de Prensa y Marketing del club lograron acordar el pago posterior, permitiendo al hincha retirarse de forma segura con los micros que estaban esperando en la salida del estadio” concluyó el informe.
Luego de igualar 1 a 1 en Buenos Aires, el Bicho y Fluminense se volvieron a ver las caras con la mala fortuna para el equipo argentino, que cayó por 2-0 y se despidió de la competición internacional. Tras un muy polémico arbitraje del venezolano Alexis Herrera, el Flu lo ganó por los tantos de Samuel Xavier a cinco del final y John Kennedy, en el octavo minuto de adición.
Una numerosa delegación de fanáticos de La Paternal viajaron al país vecino con la ilusión de dar el golpe en territorio ajeno y avanzar a la instancia de los ocho mejores del continente. Sin embargo, la derrota terminó con la ilusión porteña y Fluminense jugará contra el ganador del cruce que disputarán Flamengo y Olimpia de Paraguay.
EL COMUNICADO DE ARGENTINOS JUNIORS