Valentín Barco fue una de las figuras de Boca Juniors ante Nacional de Montevideo por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores. El Colo intervino en los dos tantos de su equipo y generó ambas jugadas. Con su zurda endiablada y velocidad en su función de carrilero por la izquierda, puesto promovido Jorge Almirón, el juvenil de 19 años se lució, pero también estuvo en el ojo de la tormenta por una polémica en el complemento.
Barco ya había brillado en la primera mitad y en el primer tanto metió una pisada, un enganche y un pase perfecto para Luis Advíncula cuyo centro cabeceó Miguel Merentiel y terminó en el 1-0 del encuentro en La Bombonera. En la segunda mitad, el Colo también fue la punta de lanza y llegó por la izquierda, cedió para Frank Fabra, cuyo centro fue despejado a medias por un defensor de Nacional y Advíncula sorprendió para definir cruzado y poner el 2-1.
El juvenil fue desequilibrante cada vez que tuvo la posibilidad de encarar y trasladar por la banda izquierda. Fue la llave de los dos tantos del equipo Xeneize y a ellos le sumó su personalidad. Pese a su corta edad, juega su primera Copa Libertadores como un consumado veterano.
La noche fue agitada para Barco, quien también sufrió el rigor de la marca uruguaya y luego de recibir una patada, llegó el caos. Valentín trasladó por la izquierda e hizo su típico “no look pass”, que es meter el pase para un lado, pero mirando hacia otro lugar. Esto enfureció a los jugadores de Nacional, en especial Alfonso Trezza, quien había convertido el empate parcial para el elenco Tricolor.
Lejos de calmar los ánimos, la mirada desafiante de Barco hacia Trezza enojó mucho más al uruguayo y luego el Colo juntó los dedos de su mano izquierda y le hizo el gesto de “chico” algo futbolista del Tricolor, lo que fue la gota que rebalsó el vaso. Cuando el resto de los futbolistas de Nacional se le fueron encima a Barco, sus compañeros lo defendieron. Ahí se armó una trifulca con empujones, agarrones y hasta reaccionaron los suplentes del conjunto uruguayo.
Finalmente el árbitro fue advertido de lo ocurrido y del gesto de Barco, al que decidió sacarle una tarjeta amarilla al igual que Trezza. Luego se pudo ver cómo el capitán Marcos Rojo se le acercó al Colo y le habló tapándose la boca, como queriendo aconsejar al juvenil y tranquilizarlo ante la instancia que se estaba jugando su equipo.
Hasta ese momento, Boca Juniors tuvo todo para poder liquidar el encuentro, pero su falta de puntería le jugó una mala pasada. Luego de perder varios goles, entre ellos una clara chance del debutante Edinson Cavani, llegaron malas noticias para los hinchas de Boca Juniors ya que a los 75 minutos Juan Ramírez consiguió una nueva igualdad para el conjunto charrúa.
El duelo por los octavos de final fue de alto voltaje ya que se trata de dos gigantes de Sudamérica, con Boca Juniors, seis veces ganador de la Copa Libertadores, y Nacional, que la levantó en tres ocasiones. Acompañado por 2.100 de hinchas del Tricolor, el conjunto oriental se hizo fuerte en el recinto Xeneize.
Seguir leyendo: