Alan Pichot, un joven nacido en el barrio de Almagro -que el próximo 13 de agosto cumplirá 25 años- socio del Círculo de Ajedrez Torre Blanca -donde pulió sus rudimentos con el juego-, que desde hace un lustro se convirtió en el mejor ajedrecista del país, el N°1 del ranking local y uno de los 100 mejores jugadores del planeta, que además es el último argentino que conquistó un título mundial (el campeonato Sub16 en Durban, Sudáfrica en 2014), acaba de asestar un golpe en las entrañas de la conducción del ajedrez argentino: un gambito feroz que conlleva la presentación de una solicitud para el cambio de federación. Según los registros de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, por el acrónimo francés) el joven talento argentino ya figura como nuevo representante del ajedrez español. Así, Argentina pierde a su N°1 y España suma al 5° mejor jugador a su ranking.
“Esta es la última vez que voy a hablar públicamente sobre este tema. No me cambio de federación por motivos económicos ni por oportunidades. Podría vivir cómodamente en Europa representando a Argentina, ya que esta bandera me brinda muchas opciones. Ser el mejor en el ranking latinoamericano me facilita recibir invitaciones a torneos en comparación con estar quinto en el ranking español. La única razón de este cambio tiene nombre y apellido: Mario Petrucci” disparó Pichot, ayer en su red social de Facebook, desde Málaga, donde vive junto a su pareja (Vanessa), con la mira puesta en la cabeza del presidente de la Federación Argentina de Ajedrez (FADA).
Y a continuación detalló el porqué de su visión: “(Él) es quien se negó a brindar cualquier tipo de ayuda económica a los mejores jugadores del país (inscripción al Continental, hoteles, pasajes, entrenador, etc.), a pesar de que la FADA tiene superávit y recursos de sobra para poder gestionarlo. La misma persona con la cual tuve que sentarme varias veces en su domicilio a negociar condiciones en negro y sin facturación. Un ejemplo de esto fue la negociación para las últimas olimpíadas, en donde a cuatro representantes se nos ofreció una suma de dinero en negro, la cual terminé rechazando y renunciando a la participación en uno de los eventos más importantes del calendario. La misma persona que me está reclamando en estos días 10.000 euros para dejarme jugar libremente antes del año 2025 los torneos oficiales con la bandera de España (Grand Swiss, Mundial rápido y blitz, campeonato europeo, etc.), después de haberme prometido varias veces que no iba a reclamar un centavo por mi salida”
En su extenso posteo, Alan Pichot continúo acusando al presidente de la federación argentina de ajedrez de manejarse de manera prepotente y dictatorial en su gestión. Y que a través de las necesidades y del miedo de la gente se adueñó de las decisiones de jugadores, dirigentes, organizadores y árbitros.
Por último, en su despedida y como cierre dijo: “Soy una persona a quien le gusta mucho dar pelea, pero en este caso es MUY desigual. Él es un empresario millonario y poderoso, que me saca 40 años de experiencia en la vida. Yo tengo casi 25 años y me gano la vida jugando al ajedrez. No me interesa entrar en una disputa donde voy a ser el único que pierda en todos los casos. La gente sabe que soy una buena persona, honesta y transparente. No necesito ser millonario para tener amigos. Fue un GRAN honor representar a la Argentina, un dirigente nefasto no va a cambiar el amor que siento por mi país”.
Por su parte, Mario Petrucci, titular de la FADA desde 2015, enterado de las acusaciones hechas por el mejor ajedrecista argentino, atendió el llamado de Infobae y contó lo siguiente: “No quiero entrar en una polémica pública, sí voy a mantener mi postura que es la de no anteponer la tesorería de la FADA por encima de los jugadores profesionales. Sé que aquél viaje de la olimpíada a la India marcó un antes y un después para el ajedrez argentino, pero la realidad fue que desde la FADA le dimos el dinero para los viáticos de todo el equipo, y ellos, los cuatro que vinieron a mi casa, Alan Pichot, Sandro Mareco, Carolina Luján y Florencia Fernández, decidieron repartirse el dinero entre ellos y dejar al resto de los jugadores sin viáticos”.
-Ese tema ya se sabe y todos comprendieron lo que pasó, pero ahora Pichot asegura que desde la FADA no se lo apoya en su carrera
-Es sencillo, la Federación de Tenis no le pagaba a Del Potro los pasajes ni la estadía de los torneos que jugaba, tampoco lo hace la Federación de box. Ellos son profesionales, van y juegan torneos con premios en efectivo. La misión de la FADA es trabajar en la formación de los jóvenes hasta que ellos se decidan a dar el salto y empiezan a competir en el exterior. Los jugadores pertenecen a sus clubes, nosotros apoyamos a esas instituciones y les conseguimos becas a los mejores y ponemos a su disposición un cuerpo de entrenadores.
Pero la pregunta es si la FADA tiene dinero para pagarles
-Sí, afortunadamente con nuestra gestión dejó de ser deficitaria. Cuando asumimos debíamos 42 mil euros a la FIDE porque no se le pagaba el canon anual y los jugadores estaban fuera del ranking, teníamos juicios por todos lados, no teníamos cuenta bancaria, ni CUIT. Se trabajó todos estos años. Hemos hecho una gran gestión, con grandes éxitos como el último Pro Am por los 100 años de la FADA, o el Festival de Ajedrez Infantil en San Luis, que nos permite estar orgullosos de los fondos en nuestra cuenta en el Banco de la Provincia de Buenos Aires.
¿Pero la Secretaría de Deporte no debería ayudar a los ajedrecistas que representan al país?
-Sí, por supuesto, y lo hacen. Conocimos las gestiones de Perfumo, Garrafo, Alejandro Rodríguez, el Colo Mac Allister, pero siempre se cobra después a contrareembolso. En la gestión de Macri, con Diógenes Urquiza recibimos 2 millones de pesos en cuatro años. ¿Alguien tiene una idea de lo que es la compra de pasajes y hoteles para una delegación? Recién con la actual gestión, con Inés Arrondo, Secretaria de Deportes, y Laura Rocío Antas, Subsecretaria de Desarrollo Integral de la Actividad Deportiva, tuvimos por primera vez el subsidio adelantado que nos permitió la compra de pasajes e inscripción para todos los ajedrecistas que viajaron al Zonal en Paraguay en marzo último.
O sea que la FADA hoy tiene dinero y no tiene deudas.
-Bueno, debido a la problemática que todos conocen sobre el giro de moneda extranjera al exterior, hoy estamos debiendo casi un año a la FIDE, aunque estoy en permanente contacto con ellos, incluso les envié una copia del saldo de nuestra cuenta y de la reglamentación existente y de las dificultades para poder cumplirla. Salvo eso estamos muy bien, incluso tenemos dinero para que viajen nuestros jugadores a las olimpíadas de 2024, 2026 y 2028.
¿Cómo se destrabará este tema de Pichot para que juegue según su deseo bajo bandera española?
-Él ya sabe porque hablamos hace poco que esto se destraba con un llamado a la FADA; esta comisión directiva de FADA no le impedirá a ningún jugador representar a quien quiera.
Acaso, esto sólo se trate del primer capítulo de una gran novela cuya trama continúa girando al compás de un bolero…, entre dulces inquietudes y amargos desencantos. Su trama comenzó hace exactamente un año.
Justamente, en agosto de 2022 se llevó a cabo en Chennai (India) la principal competencia por equipos que organiza la Federación Internacional de Ajedrez y en la que los equipos argentinos, de varones y mujeres vieron diezmadas su participación con la ausencia de sus cuatro mejores figuras: Alan Pichot y Sandro Mareco (en el masculino) y Carolina Luján y Florencia Fernández (en el femenino); los varones renunciaron a su participación y las mujeres fueron desafectadas. La historia fue contada en Infobae el 29 de julio del año pasado: Celos, egoísmo y desconfianza, el cóctel que desintegró a los equipos argentinos rumbo a la Olimpíada de ajedrez en India.
A partir de entonces, la relación de los ajedrecistas involucrados y la Federación Argentina de Ajedrez (FADA) no fue la misma y el paso del tiempo tampoco sirvió para cicatrizar las heridas; las mujeres entablaron un pleito contra la FADA, mientras que los varones fueron a la búsqueda de nuevos caminos: Mareco se trasladó a México, aunque siguió compitiendo con bandera argentina -en mayo de 2023 jugó el XVI Campeonato Continental en República Dominicana- y Pichot obtuvo la ciudadanía española y se fue a España. Tal vez tenía en claro que su decisión ya no tenía retorno, antes de marcharse renunció a su beca (cercana a $40.000) que recibía de la Secretaría de Deporte de la Nación. Una vez asentado en Málaga, Pichot comenzó al armado de su plan para conseguir el cambio de federación.
Lo que sigue es lo más espinoso, se trata de un recorrido burocrático que involucra a las dos federaciones en cuestión: la nueva (en este caso España, la FEDA) y la antigua (Argentina, la FADA). Ellas deben notificar del accionar al organismo rector de esta actividad (la FIDE), que finalmente habilitará al jugador (Pichot). Todo este papeleo ineficiente, con rigidez y formalidades superfluas está determinado en el “Handbook”, la reglamentación de la FIDE cuyo seguimiento está a cargo de diferentes comisiones. En resumen, los pasos para un cambio de federación son los siguientes:
El trámite se dará por iniciado una vez que la FIDE es notificada por la nueva federación (FEDA) y deberá poner en conocimiento a la antigua federación (FADA) sobre el pedido del pase. A partir de entonces, la conducción argentina contará con 60 días para dar su respuesta (el plazo vence el 30 de agosto).
“En España residen muchos ajedrecistas extranjeros. A lo largo de los años algunos decidieron cambiar su bandera como sucedió con Eduardo Iturrizaga (de Venezuela) o Pichot (de Argentina) y en otros casos no. Aunque generalmente no sucede esto con jugadores tan fuertes. Entendemos que son decisiones personales donde la federación nunca interfiere”, le aseguró a Infobae Javier Ochoa de Echagüen, presidente de la Federación Española de Ajedrez.
“Hace dos meses tomamos conocimiento de la notificación de FIDE, aunque Pichot ya nos había comunicado su decisión de dejar de representar a la Argentina, e incluso, antes, en diciembre había renunciado a la beca de la Secretaría de Deporte. No obstante, en mayo de este año, el jugador nos solicitó una plaza para jugar el torneo Continental para Argentina, pero la FADA, en esa ocasión, optó por darle ese lugar a Sandro Mareco”, contó Petrucci, y agregó: “Desde la federación argentina no le vamos a prohibir a nadie su libertad de trabajo, en nuestra gestión ya hubo otros casos como los de Alejandro Hoffman y Nahuel Díaz que se pasaron a Uruguay, y de Sebastián Iermito a Italia”.
Si bien es cierto que a lo largo del historial del ajedrez argentino se sucedieron varios casos, es justo señalar que desde viejas épocas éstos fueron como consecuencias de desacuerdos entre jugadores y dirigentes; entre los más recordados figuran: Carlos García Palermo, Fernando Braga y Daniel Contin que se pasaron a Italia. Mientras que muchos otros, como Daniel Cámpora (se marchó a Sevilla), Fernando Peralta (a Barcelona), Gerardo Barbero (Hungría), Claudia Amura (vivió en México y España) y Rubén Felgaer (en España y Chile) durante años vivieron fueron del país, pero siguieron representando la bandera argentina. Lo inédito es que nunca antes un N°1 argentino solicitó un cambio de federación; un golpe con un costo político para cualquier gestión.
“Si bien es un tema sensible para dar una opinión, se trata de una decisión personal y por eso tiene todo mi respeto. En cuanto a mi situación, si bien cuento con la doble nacionalidad desde hace muchos años, mi ilusión fue siempre representar a la Argentina”, le contó a Infobae, Fernando Peralta, cuatro veces campeón argentino y que reside en Barcelona desde 2002.
“Creo que los cambios de bandera es algo normal de cualquier deporte; se suman muchas circunstancias personales de cada jugador. A pesar de que la Federación Uruguaya de Ajedrez me discriminó y me persiguió durante años, yo decidí seguir jugando para Uruguay, pero fue una decisión personal. Me parece que Alan tomó una buena decisión en este momento y ojalá sea para mejor”, dijo a Infobae, el gran maestro uruguayo Andrés Rodríguez que vive en Argentina desde hace más de 40 años.
“Para mí no fue una sorpresa, pero es una noticia bastante triste porque Argentina pierde a un jugador de primerísimo nivel, que marca diferencias, pero se trata de una decisión personal y hay que respetarla. Seguramente que jugando para España tendrá más facilidades para su carrera”, reflexionó Diego Flores, gran maestro y siete veces campeón argentino.
Pero aún a la novela del caso Pichot le quedan nuevos capítulos; lo más complejo de su trama son los temas referidos al resarcimiento y la habilitación. Es que el pase de un jugador a otra federación tiene un costo económico que debería afrontar la nueva federación y recibir la antigua, además de un canon para las arcas de la FIDE.
Según el Handbook, por tratarse de un jugador con título de gran maestro y una fuerza de Elo -medición del ranking de los ajedrecistas- entre 2600 y 2699 puntos (Pichot tiene 2642 puntos) la cuota de compensación del pase tiene un valor de 30.000 euros, además de otros cinco mil que debería recibir la FIDE para su habilitación. Y aquí la novela se desmadra. Se cruzan las versiones, las partes cuentan sus conveniencias e incluso la invasión rusa a Ucrania forma parte de la trama. Pero esa es otra historia.
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