La polémica en el partido entre Nacional y Boca por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores en el estadio Gran Parque Central se originó al minuto 15 del complemento, cuando un mediocampista del dueño de casa pisó a Exequiel Zeballos cuando la pelota estaba en juego. El Changuito quedó revolcándose de dolor, pero el árbitro brasileño Raphael Claus ignoró la falta.
El delantero xeneize, que ingresó de cara al segundo tiempo en reemplazo de Jorman Campuzano, se quedó sin alternativas para descargar un pase y buscó la personal rodeado de camisetas blancas. El 7 bravo del equipo de Jorge Almirón quedó sentado en el césped y se las ingenió para burlar la marca de Thiago Helguera (reemplazó al Torito Rodríguez en el inicio del cotejo por un golpe en su cabeza) con un caño de taco. Si bien Leandro Lozano y Alfonso Trezza estaban custodiando la zona y cercaron al hombre de Boca, Helguera le propinó un pisotón que pudo haber sido considerado como expulsión.
Por acción u omisión, el 4 de Nacional le hizo correr un serio riesgo al físico de su adversario al pisar con todo el peso de su cuerpo la pierna del jugador de Boca. Es una figura brutal, una cuestión de hecho, donde no existe el criterio ni intencionalidad. Pero a los fines de la regla, se lo debió echar. El VAR debió invitar a Claus a un onfield review para que observe la acción y constate la agresión.
Algunos en Nacional le habían reclamado al árbitro un supuesto penal de Nicolás Figal a Juan Ramírez cuando promediaba la primera mitad. Lo cierto es que el delantero del Bolso demoró mucho la ejecución de su remate o descarga con su compañero Zabala y el defensor boquense se repuso desde atrás sin cometerle infracción.
En un duelo muy disputado en el que apenas hubo tres tarjetas amarillas (Zeballos a los 75′, Yonatan Rodríguez a los 76′ y Valentini a los 84′), vale mencionar que el cuerpo arbitral estuvo íntegramente confirmado por brasileños: Danilo Manis (asistente 1), Bruno Boschilia (asistente 2), Ramón Abatti (cuarto árbitro), Wagner Reway (VAR) e Igor Benevenuto (AVAR).
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