Lewis Hamilton hace 35 Grandes Premios que no gana en la Fórmula 1. En 2022 por primera vez estuvo una temporada sin triunfos y en 2023 se encamina a mantener esa sequía. Los cambios de reglamento técnico hacen mella y el inglés ya dejó de romper récords con Mercedes, escudería con la que ganó seis de sus siete coronas. Esta es la nueva era ganadora de Red Bull y terminada la primera parte del calendario la escudería austríaca y Max Verstappen se dirigen a repetir las consagraciones del año pasado.
Se suele definir al automovilismo como “carreras de autos que definen los pilotos”. Sin un buen medio mecánico, ni el más talentoso corredor podrá ser campeón. Puede haber alguna victoria o algún resultado parcial como una clasificación, pero a la larga de un campeonato el medio mecánico es la clave y con el correr de los años esto quedó más expuesto, tanto en la F1 como en el resto de las categorías.
Red Bull, gracias al genio de Adrian Newey, su director técnico, es el team que mejor interpretó el retorno del efecto suelo luego de cuatro décadas. El drástico cambio de reglamento de técnico expuso al resto, entre ellos Mercedes, que desde el inicio de la era de los motores híbridos en 2014 supo aplastar durante siete temporadas consecutivas.
Verstappen ganó diez de doce Grandes Premios en 2023 y se impuso en los últimos ocho disputados. Red Bull quebró el récord histórico de once carreras ganadas de forma consecutiva en una misma temporada que ostentaba McLaren desde 1988, en plena época de Ayrton Senna y Alain Prost.
Luego de su primera coronación en 2008, Hamilton aplastó con seis títulos entre 2014 y 2020, y salvo en 2016 que le ganó su entonces compañero de equipo, Nico Rosberg, quien se retiró tras su consagración, el británico de Stevenage fue el hombre a batir. Igualó a Michael Schumacher en cantidad de campeonatos y ambos son los máximos laureados en 73 años de historia, rompió récords de victorias (103), polés positions (104) y podios (195).
Su pole positions en Hungría fue apenas un suspiro ante el paseo que está dando Verstappen. El tiempo pasa y el corredor que supo dominar la F1 apenas puede luchar por un podio. Su equipo, Mercedes, con un presupuesto similar al de Red Bull e ingenieros de primer nivel (los mismos que los llevaron a la gloria años atrás) no le encuentran la vuelta.
Hamilton se está cansando y ya no es políticamente correcto. Luego de la última carrera disputada en Bélgica, en el legendario circuito de Spa-Francorchamps, el inglés de 38 años fue al hueso. Manifestó su descontento, le tiró un palo a Verstappen y también expuso al compañero del vigente bicampeón mundial, Sergio “Checo” Pérez.
“¿Quiero ser tan rápido como él (Verstappen)? Por supuesto. ¿Me gustaría tener un auto tan rápido como el de él? Por supuesto”, disparó en una rueda de prensa posterior a la carrera, antes de la munición gruesa: “Si yo tuviera el auto de Sergio, Max no la estaría pasando tan bien como la está pasando ahora”.
¿Qué pasaría si Hamilton estuviese en Red Bull? Imposible saberlo. Sí es cierto que, entre 2014 y 2016 en Mercedes, Rosberg tuvo un auto similar al de Hamilton y pudo pelearle campeonatos y ganarle al menos uno. Pérez, por su parte, tiene un coche igual al de Verstappen, pero queda en evidencia la superioridad conductiva del neerlandés de 25 años.
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