Fue una verdadera fiesta. La presentación de Edinson Cavani en La Bombonera se llevó a cabo ante una multitud y el estreno en sociedad del delantero uruguayo dejó varios temas. Entre notas de color, algunas canciones, su gesto con su compatriota e ídolo Xeneize, Sergio Martínez, y hasta un halago que recibió de la hinchada azul y oro con un hit especial que no se escuchaba desde la época de Martín Palermo. El calor que se vivió en el escenario azul y oro pudo más que la fría tarde de lunes en la que el Matador selló su llegada al club y se generó una enorme expectativa.
Antes de entrar a la cancha, Cavani recordó una anécdota del día que conoció a La Bombonera: “Cuando tenía 13 años vinimos en un viaje que se hizo de inferiores de Uruguay, con un equipo para competir en Buenos Aires. Una salida en Buenos Aires fue conocer La Boca. Estábamos felices ya que dentro de lo que era la visita al Museo, era la posibilidad de poder salir a la cancha. Todos estábamos con la ilusión terrible de poder entrar, pero antes de salir nos comunicaron que no se podía pisar la cancha, solo mirar desde la tribuna. Se te pasan mil cosas por la cabeza, deseaba poder hacerlo, estar ahí y nunca me imaginé esto. Hoy estar ahí, poder pisar la cancha, va a ser un reconocimiento increíble y te emociona mucho”.
Luego Edi ingresó al campo de juego vestido como futbolista y con el dorsal número diez. De inmediato saludó a la gente y miró hacia los cuatros costados. Se lo notó conmovido y pronto mostró su emoción. Acto seguido fue caminando hacia el arco que da a la tribuna que ocupa La Doce, y allí lo esperó el Manteca Martínez. Otra vez se unieron en un abrazo y Cavani le regaló la primera camiseta que se puso, algo que sorprendió y emocionó al ex delantero.
Los hinchas reconocieron a Edison y cuando lo vieron en esa área entonaron un hit que es dedicado para pocos delanteros de peso y que solían cantarle a Martín Palermo, demostrando la consideración y respeto por el charrúa: “Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir, los goles de Cavani que ya van a venir”.
Más tarde Cavani y su familia volvieron a ser protagonistas ya que entonaron un clásico “y dale Bo, y dale, dale Boca”, aunque con un pequeño fallido producto de la emoción. Sin embargo, gracias a los hinchas, corrigieron la entonación y a puro entusiasmo se sumaron sus hijos y pareja. De hecho, los hijos de Edison saltaron y cantaron con entusiasmo otro de los cánticos populares que los hinchas xeneizes le dedican a su rival, River Plate: “El que no salta, se fue a la B”.
En un clima de efervescencia digno de los recibimiento a grandes ídolos del club como ocurrió con los retornos de Carlos Bianchi en 2012 y Carlos Tevez en 2015, el pueblo de Boca Juniors le dio la inolvidable bienvenida a Cavani que llegó con las ganas de dejar todo, como indicó, para poder brindarles alegría a los hinchas que esperan verlo cuanto antes en el campo de juego.
Cavani tiene 36 años y este martes llevará a cabo su primer entrenamiento. No confirmó si estará disponible para el duelo de ida ante Nacional en Uruguay por los octavos de final de la Copa Libertadores de América, pero ganas no le faltan al artillero que en su país debutó jugando en la Primera de Danubio. Habrá que ver si el entrenador Jorge Almirón lo convoca para el choque ante el Bolso.
Con 19 años emigró a Europa y jugó en diversos clubes en Italia, Francia, Inglaterra y España: París Saint-Germain (200 goles), el Napoli (104), el Palermo (37) y el Manchester United (19). Además, brilló con su selección y fue uno de los referentes con cuatro Mundiales jugados y la Copa América ganada en la Argentina en 2011. En el epílogo de su campaña, Cavani hizo realidad su sueño de chico y no ve la hora de marcar su primer gol en La Bombonera y treparse al tejido.
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