Los octavos de final de la Copa Libertadores están a la vuelta de la esquina y los 16 equipos clasificados buscan terminar de acomodar su plantel para encarar de la mejor manera posible sus compromisos internacionales. Los clubes brasileños siempre son una amenaza para los demás del continente sudamericano pero hay uno que no viene teniendo sus mejores días: Flamengo. Luego de la fecha 17 del Brasileirao, el escándalo se desató puertas adentro entre el preparador físico de Jorge Sampaoli y Pedro Guilherme a días de enfrentar a Olimpia.
“Podría estar aquí hablando de los pocos minutos que recibí en los últimos partidos, pero lo que pasó hoy fue más grave que lo que puede pasar dentro de las cuatro líneas. Cobardemente, sin motivo e inexplicablemente, fui atacado, golpeado en la cara, por Pablo Fernández, miembro del cuerpo técnico de Sampaoli”, escribió el futbolista de 26 años en sus redes sociales para desatar el caos. “La cobardía física se antepuso a la cobardía psicológica que he sufrido en las últimas semanas”, agregó el atacante que convirtió 12 goles en la última Libertadores que ganó Flamengo tras superar en la definición al Palmeiras.
Pablo Fernández, integrante del cuerpo técnico del entrenador argentino, realizó un descargo para intentar justificar su accionar. “Entré al vestuario muy enojado y con ganas de resolver inmediatamente la situación y lo hice de la forma equivocada... Me sentí muy afectado por una situación y reaccioné de la peor forma”, explicó según EFE. “Definitivamente, si tuviese divergencias con Pedro, tendría que haberlas resuelto en otro momento y de otra forma. Voy a intentar que eso ocurra. Voy a trabajar para cambiar y ser mejor”, cerró el preparador físico. Sin embargo, en las últimas horas medios brasileños aseguraron que el colaborador de Sampa ya fue cesanteado.
En paralelo, Sampaoli también acudió a sus redes sociales para intentar explicar el episodio que se dio en el vestuario. “No creo en la violencia como solución. No nos lleva a ninguna parte. Ni en la vida ni en el fútbol”, arrancó. En el comunicado recordó distintos momentos de su formación como persona y tomó responsabilidad de lo sucedido: “Los entrenadores no sólo trabajamos la táctica y la preparación de los futbolistas. Sobre todo, trabajamos para gestionar grupos. Intentamos mejorar y cuidar a las personas”.
Para cerrar, nombró a los dos protagonistas de la pelea y prometió trabajar para cerrar cualquier grieta existente. “No he dormido pensando en cómo ayudar a Pedro y Pablo. Sé que ambos han pasado una noche terrible. Y que, pase lo que pase, tenemos la obligación de cuidarnos los unos a los otros. De cambiarnos. De unirnos. Para ser mejores. Y para poner al Flamengo en lo más alto”, concluyó el director técnico, que el próximo jueves 3 de agosto volverá a pisar el campo de juego del estadio Maracaná para recibir a Olimpia.
EL COMUNICADO COMPLETO DE JORGE SAMPAOLI
No creo en la violencia como solución. No nos lleva a ninguna parte. Ni en la vida ni en el fútbol. A lo largo de mi carrera, he visto muchas peleas y siempre me han dejado una sensación de vacío. Lo que pasó ayer me entristeció mucho. Ensombrecimos una victoria impresionante con una disputa interna cuyas razones existen, pero que en este momento no importan.
La historia me ha demostrado que la única solución es la conversación. Incluso cuando cometí un error o vi el error de otros. Tengo fe en la palabra. Que es una forma de tener fe en los seres humanos. Porque la violencia nos separa y la conversación nos une.
Cuando era niño y empecé a jugar al fútbol, las peleas dentro y fuera del campo eran muy frecuentes. Igual que muchas cosas en el mundo han cambiado a peor, algunas han cambiado a mejor. Cada día se acepta menos la violencia como forma de resolver las cosas. Es una transformación que llevará tiempo. No ocurrirá de la noche a la mañana. Todos tenemos derecho a equivocarnos. Porque tenemos la posibilidad de transformarnos. De ser mejores.
Soy el conductor de este equipo. Me duele mucho cuando dos compañeros de trabajo se pelean. Más que la violencia. Los entrenadores no sólo trabajamos la táctica y la preparación de los futbolistas. Sobre todo, trabajamos para gestionar grupos. Intentamos mejorar y cuidar a las personas.
No he dormido pensando en cómo ayudar a Pedro y Pablo. Sé que ambos han pasado una noche terrible. Y que pase lo que pase, tenemos la obligación de cuidarnos los unos a los otros. De cambiarnos. De unirnos. Para ser mejores. Y para poner al Flamengo en lo más alto.
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