El arquero del PSG Sergio Rico continúa transitando su arduo camino de recuperación después de sufrir un grave accidente en la Romería del Rocío (Sevilla) el pasado 28 de mayo cuando un caballo le causó graves daños en la cabeza. Tras ser ingresado en el Hospital Virgen del Rocio, fue su esposa Alba Silva la que brindó información sobre su estado de salud a través de sus redes sociales.
En esta ocasión, la periodista española compartió públicamente la primera imagen del futbolista español desde la cama del centro médico en el que se encuentra, junto a una actualización por escrito de cómo están viviendo estos días previos a lo que será una nueva operación para tratar un aneurisma cerebral.
“No tengo mucho que enseñarles o contarles, o quizás sí, porque podría escribir un libro con todas las emociones que he sentido durante estos dos meses, pero prefiero quedarme con lo importante, que ESTAMOS BIEN y que no tendré vida para agradecer tanto cariño en cada uno de sus gestos y mensajes”, escribió Silva en su cuenta de Instagram junto a cuatro fotos.
En la primera, publicó un mensaje escrito por el jugador de 29 años en una pizarra. En ella se podía leer: “Buenos días pequeña. No hay duda de que te volvería a elegir. Una y mil veces más. Mi mayor tesoro, sin duda, eres tú. Te amo con todo mi corazón”.
En la siguiente, se sacó una selfie acostada sobre el hombro del arquero, a quien no se le ve la cara pero sí parte de su estado físico tras poco más de dos meses ingresado en el hospital. Cabe destacar que durante su estancia en el centro hospitalario, Rico perdió parte de su masa muscular superior a los 20 kilos y 30% de su capacidad muscular.
En el posteo también compartió un mensaje de un seguidor mandándole ánimos y fuerzas tanto a ella como a su pareja.
Poco a poco el estado de salud del arquero del PSG parece ir mejorando, sin embargo, en los próximos días deberá ser intervenido nuevamente después de que se le detectara una aneurisma, que son anomalías formadas a partir del debilitamiento de la pared de un vaso sanguíneo.
“La intervención consistirá en taponar un aneurisma, que hoy en día esas intervenciones se hacen por radiología intervencionista, es decir, metiendo un catéter que viaja desde la ingle al cerebro, y se tapona el aneurisma con unos materiales que no se rompen en el futuro. En principio es una intervención sin complicaciones, por lo que hay que ser optimista con el resultado”, aseguró a Marca David Pérez, experto en neurología y jefe del servicio referido a esa área en el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.
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