Es hijo de un ex combatiente de Malvinas y desea que Messi pruebe sus medialunas: el panadero de Virreyes que vive un sueño en Miami

A sus 47 años, Diego, fanático del fútbol y testigo de cuatro Mundiales, llegó a la Ciudad del Sol a fines del año pasado. La idea era visitar a una de sus hijas, pero se instaló y ahora quiere saldar otra cuenta pendiente de su vida

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Diego muestra orgulloso el producto
Diego muestra orgulloso el producto de su trabajo artesanal, en los alrededores del estadio donde el Inter de Miami juega de local

La llegada de Lionel Messi al Inter Miami está generando un gran revuelo en la Ciudad del Sol, y uno de los más emocionados es Diego, más conocido como “El Panadero”, un argentino apasionado del fútbol y la selección argentina que sueña con conocer a su gran ídolo.

El oriundo del barrio de Virreyes, en el partido bonaerense de San Fernando, no puede ocultar su emoción al tener al mejor jugador del mundo como “vecino” y desea darle “un abrazo y agradecerle en nombre de todo el pueblo argentino”.

Algo nervioso por ser el protagonista de la entrevista pero con una inocultable sonrisa en su rostro, Diego dialogó con Infobae y compartió sus sentimientos hacia Messi. “Lo tengo de vecino, en cualquier momento te lo podés cruzar cargando nafta o en el mercado, o comprando unas medialunas y podés tener una charla con él”, dijo con la inocencia típica de un niño. Para él, la cercanía de La Pulga es un sueño hecho realidad, y se esperanza con la posibilidad de que visite el local donde trabaja y pruebe sus famosas medialunas de grasa.

Diego, más conocido como “El Panadero” entre sus amigos, se tomó un momento para recordar a su padre, un ex combatiente de Malvinas y apasionado del fútbol, quien lamentablemente falleció durante la pandemia a causa del COVID-19. Fue una de las personas que le traspasó la pasión por el fútbol y la selección argentina.

Conmovido, Diego expresó su gratitud hacia Messi y le agradeció en nombre de todo el pueblo argentino, su familia y su padre, por ser un gran representante del país. “Primero y principal que lo admiro como persona, como padre de familia, como ser humano, gracias por ser argentino y después no puedo continuar porque de grande me agarró esto, me puse un poco sensible”, subrayó con la voz tomada.

Diego, en Brasil durante el
Diego, en Brasil durante el Mundial 2014

De lunes a viernes, Diego trabaja en una reconocida churrería argentina con sede en Miami. Pese al cansancio lógico de la semana laboral, los fines de semana continúa activo e intenta hacer las mejores medialunas de grasa de la región, siguiendo la receta argentina al pie de la letra. A pesar de que al principio tuvo dificultades para adaptarse a los ingredientes locales, asegura que el secreto está en poner “amor” en cada preparación.

Apasionado del fútbol, Diego fue testigo de cuatro Copas del Mundo, desde Sudáfrica 2010 hasta la reciente consagración del seleccionado argentino en Qatar 2022, donde pudo presenciar la coronación de Lionel Messi como campeón. Y si bien admitió durante la entrevista con este medio que siempre fue “duro” para expresar sus sentimientos, haber obtenido la tercera estrella fue lo que necesitaba para romper en llanto. “Lo que he llorado no lo he llorado nunca en mi vida de felicidad”, recordó.

Tanto fue lo que lo movilizó la consagración Argentina en Qatar que lo inmortalizó en su piel con la tercer estrella sobre el escudo de la AFA e insistió para que a una de sus nietas le pongan de nombre Lusail -así se llama el estadio en el que la celeste y blanca venció a Francia y consiguió el título mundial después de 36 años-.

Sin embargo, la emoción por poder ver a Messi en acción nuevamente se ve obstaculizada por las dificultades económicas para conseguir entradas. Aunque Diego y su familia no pueden darse el lujo de comprar las costosas localidades, no pierden la esperanza y alentarán desde afuera con la ilusión de volver a ver al astro argentino en un campo de juego. “Por el momento, mi economía no está como para comprar un ticket porque somos seis, no puedo entrar yo solo y que mi familia quede afuera. Pensé que no iba a vivir más esto, le adrenalina, ir a la cancha y como que con esto volví a revivir todo. Los argentinos tenemos derroche de pasión”, aseguró con el pecho inflado por el orgullo de sus raíces.

Diego acompañó a la selección
Diego acompañó a la selección en los últimos cuatro mundiales

Diego, padre de seis hijos -cuatro viven en EE.UU. y dos en Argentina- y abuelo de ocho nietos, llegó en diciembre del año pasado a Miami, donde se instaló luego de la cita mundialista para visitar a una de sus hijas. Lo que en principio sería una estadía por algunas semanas, decantó en su permanencia en el estado de la Florida.

Además de su amor por el fútbol, Diego es un apasionado por las harinas en todas sus formas. Desde pizzas hasta churros, facturas y pan, cada creación horneada es un símbolo de su amor y dedicación por el oficio que aprendió de niño.

La historia de Diego refleja el fervor y la locura que Messi puede generar en las personas. Aunque las dificultades económicas le impiden ingresar al estadio del Inter Miami para ver el debut del rosarino, su corazón late con la misma pasión que día a día le imprime a sus deliciosas facturas argentinas.

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