De la mano de Lionel Messi, Inter Miami arrancó con el pie derecho su participación en la Leagues Cup frente a Cruz Azul. El astro argentino frotó la lámpara y clavó un golazo de tiro libre al minuto 94 para inclinar la balanza a favor del equipo del Tata Martino, que ahora se las verá contra Atlanta United en la zona. Pero no todo fue color de rosa para las Garzas, ya que sufrió una baja de gravedad.
Ian Fray, quien tuvo que ser reemplazado por Noah Allen a la media hora de juego, se sometió a estudios que determinaron la talla de su lesión. El Departamento de Comunicaciones del Inter Miami CF informó una actualización de lesiones presentada por Baptist Health: “El defensor sufrió una lesión en el Ligamento Cruzado Anterior (LCA) izquierdo durante el partido del 21 de julio ante Cruz Azul y está descartado para lo que resta de temporada”.
El joven lateral derecho de 20 años dio malos signos en el entretiempo mientras fue revisado por los médicos del plantel. Al punto tal que Messi, en diálogo con la prensa luego del match, reveló: “Le dedico a Ian (Fray) que estaba sufriendo en el vestuario por la lesión que tuvo, que viene de dos lesiones muy graves, mucho tiempo, y tiene la mala suerte de volver pasar por una lesión que creemos que es grave nuevamente. Mandarles mucha fuerza, es un chico muy joven. Seguramente se va a volver a recuperar y va a volver a estar con nosotros otra vez y ojalá sea cuanto antes”.
La realidad marca que el rosarino estuvo en todo, ya que además de correr a festejar su tanto agónico con sus hijos y resto de familia al límite del campo de juego, también se cruzó con LeBron James, se abrazó con David Beckham y hasta se sacó fotos con el hijo de Kim Kardashian, uno de sus tantos fanáticos.
Exhibiendo el compañerismo que lo caracteriza sea cual sea la camiseta que vista, tanto en la selección argentina como en sus respectivos clubes, Messi no se obnubiló con los flashes de su estreno y se tomó la molestia de agarrar la camiseta del lesionado Fray para mostrar su dorsal en la fotografía que se tomó el equipo dentro del vestuario después de la victoria. Un simple gesto que siempre distingue al mejor jugador del mundo y por el que seguramente será ponderado desde el plano extrafutbolístico.
Entre otras perlitas de la intimidad del primer encuentro de Messi con la franquicia norteamericana, sus primeras camisetas quedaron en manos de dos rivales argentinos: Augusto Lotti y Carlos Rotondi, que posaron felices con la 10 color rosa pese a la derrota de Cruz Azul. Además, uno de los compañeros de Leo ventiló que hasta le robaron los shorts en los vestidores. Todos querían un obsequio suyo.
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