El Estadio DRV PNK se convirtió en el epicentro de la pasión futbolística cuando Lionel Messi hizo su esperado debut con la camiseta rosa del Inter Miami, un espectáculo fuera de lo común para el fútbol en Estados Unidos y un capítulo que hasta parece haber sido guionado. Infobae recopiló algunos detalles que no se vieron del histórico día.
Desde horas antes del pitazo inicial, los fanáticos pudieron disfrutar de una experiencia única en los alrededores del estadio. El recurrido ‘food truck’ Rossanos, que tiene una imponente ilustración de Maradona, esta vez ubicado en el “Fan Zone” (fuera del estadio) ofreció una deliciosa ‘FugaMessi’ inspirada en la receta napolitana y en homenaje al reciente fichaje del equipo. Siguiendo con la oferta gastronómica, la hinchada Messias 305 Miami regaló choripanes a quienes se acercaron a compartir su entusiasmo en el estacionamiento.
Sorprendentemente, aunque se había anunciado que las entradas estaban “sold out” (agotadas) en sus plataformas digitales, aún era posible conseguirlas en las boleterías del estadio por un precio que iba desde los 300 hasta los 1000 dólares.
Por supuesto, la camiseta con el número 10 de Messi fue el artículo más codiciado. A pesar de las largas colas y su precio de 185 dólares, las personas se mostraron entusiasmadas por llevarse ese imponente recuerdo. El club dispuso que cada persona podía adquirir un máximo de 2 unidades.
Además de Messi, otro jugador que acaparó la atención fue Luis Suárez. Los seguidores de Nacional iniciaron una campaña llamada #SuarezaMiami, deseando que el delantero se reúna futbolísticamente con su gran amigo en el Inter Miami.
La emoción fue palpable desde el primer momento en que Messi llegó al estadio, ya que todos querían una foto con Messi. El ex compañero de la Selección y de largo recorrido por Newel’s y el fútbol europeo, Maxi Rodríguez, tuvo la particularidad de tener que hacerle de fotógrafo a un hombre identificado con la indumentaria del Cruz Azul que le pidió que le tomara una foto con el 10 previo al ingreso a la zona de vestuarios.
El momento más destacado de la jornada fue, sin duda, el gol de tiro libre de Messi. Junto a los aficionados del Inter Miami y el conductor televisivo Fernando Fiore, la emoción se desbordó, convirtiéndose en un instante inolvidable para todos los que concurrieron al estadio.
La hinchada, conocida como “La Familia,” coreó el nombre de Messi en todo momento, desbordó cuando hizo los movimientos precompetitivos a metros de ellos y estalló cuando marcó el golazo. Durante el partido, los fanáticos desplegaron una impactante bandera con la cara de Leo Messi, dándole una calurosa bienvenida a la ciudad de Miami.
Al final del partido, en la zona mixta, el joven Benjamin Cremaschi, nacido en Estados Unidos pero con raíces argentinas (su padre, Pablo, fue jugador de Los Pumas), no pudo ocultar su emoción de compartir plantel con Messi, de haber quedado en la historia por dejarle el lugar en el campo de juego para que ingrese el 10 y contó cómo se maneja con sus compañeros: “Habla un poco más con nosotros, con los latinos, digamos, con los que hablan español, pero obviamente se trata de comunicar con todo el mundo para hacer amistades y para llevarse bien con toos, en el grupo de WhatsApp habla, opina, pero hace poquito que se sumó”.
Sin dudas todo lo que se vivió ayer marcará un antes y un después en el fútbol de los Estados Unidos de la mano de Lionel Andrés Messi.
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