En la vida se dice que siempre hay segundas oportunidades como también que historias entre Diego Maradona y Lionel Messi se entrelazan a menudo. Un ejemplo claro de ello es la presencia en Cruz Azul (primer rival del capitán de la selección argentina en Inter Miami) del mexicano Jesús Alonso Escoboza, quien hace unos años estuvo a punto de retirarse del fútbol por una lesión que lo tuvo a maltraer, lo dejó 12 meses fuera de las canchas y lo hizo dudar de volver a tener su mejor nivel.
Escoboza se formó como profesional en el Santos Laguna a la par de sus convocatorias a la seleccion mexicana desde la categoría Sub 17. Luego de un préstamo en Necaxa, el mundo se le vino abajo por una lesión en el año 2014, justo antes de la Copa del Mundo que se disputó en Brasil y de la que quedó excluido: le fue diagnosticada una espondilólisis de L5 agudizada y ese daño en la columna vertebral le cambiaría la vida.
“El único momento donde sentí que toqué fondo fue en esa lesión lumbar, recuerdo que el doctor me dijo que era muy difícil que volviera a jugar. Yo confiaba en volver, sabía que me iba a recuperar de esa lesión. Cuando regresé, recaí y ahí sentí que toqué fondo, creí que ya no salía de esa, estaba hasta abajo” manifestó hace un par de años el lateral de 30 años en el medio Cancha.
Sobre aquella Mano de Dios, su “mano de D10S”, recordó: “Estuve más de un año fuera, fue un golpe muy duro como jugador. En Santos empecé a jugar de nuevo, pero sentía que no era lo mismo, que no era el mismo, tuve que salir y recorrer otros equipos para encontrarme a mí mismo. Fue en Dorados, con Maradona, donde retomé esa confianza en mi juego”.
Después de su traspaso a Tijuana y nuevos préstamos a Chiapas y Puebla, Escoboza recaló en Dorados de Sinaloa, club que se vio completamente revolucionado en 2018 por el arribo de Diego Armando Maradona a la conducción técnica. “En algún momento pensé que se había terminado. Somos seres humanos, tenemos sentimientos y sabemos lo que es bajar al Ascenso, es una Liga de abajo. Estuve ahí y me di cuenta que no me volteaban a ver, te entra esa duda de que por más que hagas bien las cosas, no te van a voltear a ver, quizá no regreses a la Primera División”, expresó Escoboza, que fue una de las piezas más importantes para el Diez durante su estadía en México.
“Diego me motivó, me dio muchísimo, me dio la confianza totalmente. Parecía como si Diego me conociera de toda la vida y eso me regresó toda la confianza”, recordó Escoboza en aquella entrevista, tras haber vuelto a Tijuana, pasar por Queréraro y dar el salto al América de México, antes de arribar el año pasado a Cruz Azul. El destino quiso que después de ser dirigido por Dios, Escoboza se enfrente al Messías. La cita será esta noche en Fort Louderdale, donde la Máquina Cementera e Inter Miami se medirán por la primera jornada de su grupo de Leagues Cup.
En su Instagram, Escoboza presume una foto con Maradona que publicó tras su fallecimiento en 2020: “Me enseñaste tanto, Diego, gracias por todo, descansa en paz. Siempre te recordaré con esa alegría”. En su museo personal, una remera de Dorados con la firma del emblema argentino y dedicatoria “Para Esco, con todo mi cariño y amistad”, será guardada como uno de sus mejores recuerdos. En su corazón, para siempre estará sellada la marca de Maradona y desde hoy, guardará la memoria de haber enfrentado a Messi.
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