El 2020 fue especial para Jorge Broun. Durante aquel año había decidido regresar de Bulgaria junto con su familia para afrontar el nacimiento de su tercer hijo en noviembre. Todavía no tenía en la cabeza sumarse a Gimnasia de La Plata, hasta que recibió un llamado inesperado.
“Fatu, hoy me levanté muy contento porque hablé con el presidente del club (Gabriel Pellegrino) y le dije que te quería a vos. Como me dijo que estaba todo bien, el 2 de enero te espero en Estancia Chica para arrancar la pretemporada. Después vamos a festejar con una copita de champagne”. Aquella conversación con Diego Maradona le sirvió para descartar las otras propuestas del fútbol doméstico y partir desde Razgrad (la localidad europea en donde se encuentra el Ludogorets) hacia la Ciudad de las Diagonales.
Sus inicios en el Lobo le despertaron algunas incertidumbres por la ausencia de Pelusa en las prácticas. Por aquel entonces, el Pibe de Oro se había enojado con la dirigencia por la falta de refuerzos y había decidido no presentarse a los entrenamientos. Sin embargo, luego de algunos días de tensión arribaron Lucas Barrios y Paolo Goltz, que motivaron al Diez a liderar el plantel tripero.
El arquero nunca olvidará la primera vez que vio al astro surgido de Fiorito en una de las canchas auxiliares. Su presencia quebró la relación del espacio-tiempo y sus ojos se posaron sobre la figura del más humano de todos los dioses. No importaba cuántos goles le seguían convirtiendo en ese picado que disputaba con el resto del equipo. Para él fue imposible reaccionar cuando llegó Diego en un carrito de golf, todavía dolorido y molesto por la operación a la que había sido sometido en una de sus rodillas.
Tras una charla grupal y una arenga al estilo de Maradona, el rosarino se acercó para tener su primer contacto personal con el Diez, quien lo recibió con un afectuoso abrazo. “¿Qué hacés Fatu? ¡Qué lindo tenerte acá!”, le soltó el entrenador. “¡¿Qué?! ¡¿Me dijo Fatu?! ¿Sabe quién soy?”, fue lo primero que pensó, a pesar del diálogo telefónico que habían mantenido antes de incorporarse a Gimnasia.
Con el transcurso de los días, la convivencia llevó a normalizar su cercanía con Diego. Y las chicanas internas comenzaban a formar parte del vínculo que los unió. “Nos reíamos mucho. Eran bromas por su pasado en Newell’s que nos llevaron a tener una relación muy linda. No puedo decir que éramos amigos, pero mantuvimos una unión muy afectiva. Una vez, antes de jugar en el Gigante de Arroyito, yo trataba de bajarle los decibeles al partido y él cayó a la concentración con una gorra de Newell’s. Quería que me la pusiera para sacarse una foto conmigo y gastarme, pero no lo dejé. Y de esas tenía miles”, recordó el ídolo del Canalla, en diálogo con Infobae.
La humildad fue una de las virtudes que más destacó Jorge Broun sobre el ídolo popular que falleció el 25 de noviembre de 2020 a los 60 años. Todavía se le iluminan los ojos cuando evoca a la leyenda mundial que se convirtió en mito en México. Y de manera inconsciente se le instala una sonrisa al revivir los días junto al Barrilete Cósmico. “Se lo extraña mucho a Diego. Si bien uno no lo tiene presente todos los días, el afecto es constante. Cada tanto hablo con mis amigos de él o aparece en algún sticker en WhatsApp que te lleva a recordar esas anécdotas. Pienso mucho en lo que fue, y lo que generó. Él tenía un aura y un magnetismo que eran únicos. Con sólo su presencia cambiaba el ambiente. Todavía disfruto de haber sido uno de los privilegiados que pudo conocerlo personalmente y compartir momentos inolvidables”, subrayó.
“Aún tengo guardadas las conversaciones de WhatsApp que mantenía con él. Cada tanto vuelvo a escuchar esos audios y me genera un sentimiento especial. A veces, algunos compañeros me preguntan cómo era Diego y les muestro esos mensajes personales o los que enviaba al grupo que teníamos en Gimnasia. Cuando me llamaba, me paralizaba porque no podía creer que estuviera hablando con él”, detalló, sin omitir el asado que le quedó pendiente junto al DT y el Kily González, con quien también generó una gran relación.
Uno de los episodios más recordados fue cuando el arquero interrumpió una conferencia de prensa del estratega con el ruido del motor de la imponente camioneta que le había comprado al Pipa Benedetto. Maradona era un amante de los fierros y cuando escuchó acelerar al rosarino, reconoció que se trataba de Fatu. “Lamentablemente la vendí. Es cosa del pasado, pero es verdad que le gustaba mucho. Es otro de los lindos recuerdos que tengo con él”, reconoció.
En la actualidad, Jorge Broun defiende la camiseta de Rosario Central, como lo hizo desde 2005 hasta 2013, cuando continuó su carrera por Deportes Antofagasta de Chile, Colón de Santa Fe, Ludogorets de Bulgaria y el Lobo. Con 37 años mantiene una vigencia notable y en su última presentación frente a Racing se consolidó como una de las figuras que privaron a la Academia de la victoria. Su destreza le permitió volar para desviarle un punzante tiro libre a Gonzalo Piovi, y también expuso sus reflejos cuando desactivó el peligro ante un ataque propuesto por Gabriel Hauche. “Nunca nos conformamos con un empate. Nos quedamos tranquilos por el partido que hicimos, pero creo que merecimos ganar. Tuvimos la mayor cantidad de chances, aunque ellos también tuvieron las suyas. Demostramos ser un equipo agresivo, que generó las ocasiones más claras con los mano a mano que tuvieron Malcorra y Campaz. Si bien es importante sumar cuando salimos de Rosario, nuestra idea es la de ganar”, reflexionó.
Con River campeón y a falta de dos fechas para la finalización de la Liga Profesional, Fatura prefiere aguardar hasta el cierre del campeonato para hacer un balance. Es que el conjunto que dirige Miguel Ángel Russo confeccionó una gran producción que le permite a los hinchas soñar con la clasificación a las copas internacionales. “Todavía no terminó. Seguramente haremos un buen análisis después del último partido con Belgrano y de la Copa Argentina. Ese será el momento de pensar en lo que hicimos y focalizarnos en lo que viene. Todavía no podemos decir si la campaña fue buena o mala”, concluyó.
SEGUIR LEYENDO