San Lorenzo ya tiene su primer refuerzo. Se trata de Carlos Auzqui, delantero de 32 años que viene de jugar en el Ferencvárosi Torna de Hungría. Allí disputó un total de 32 partidos (16 como titular) y marcó cinco goles. En un principio, desde la entidad de Boedo intentaron ver la manera de sacarlo sin un peso, aunque desde Europa pidieron un resarcimiento por la rescisión del vínculo.
A raíz de esto, y según pudo averiguar Infobae, la dirigencia azulgrana abonará 130 mil dólares para quedarse con el atacante, que arribará como reemplazante de Andrés Vombergar -aunque también puede desempeñarse por las bandas-. Además, está buscando pasajes para que el jugador llegue cuanto antes a la Argentina para firmar un contrato por 18 meses.
Auzqui nació un 16 de marzo de 1991 en Longchamps, localidad de la provincia de Buenos Aires. Desde pequeño se enamoró de la pelota y tuvo sus primeros pasos en el fútbol en el club Temperley, donde hizo las Infantiles desde los cuatro años. A los 12, pasó a jugar a la Prenovena de Racing Club, donde estuvo una temporada hasta que su hermano Diego, también futbolista, lo llevó a probarse a Estudiantes de La Plata.
Con 13 años, viajaba dos horas por día en el 506 para llegar a City Bell, donde se formó en las Divisiones Inferiores pincharratas. Por decisión personal, prefirió vivir junto a sus familiares en su lugar de origen en vez de residir en la pensión del club. Así se manejó durante cinco años, hasta que el 3 de diciembre de 2009 debutó en Primera frente a Chacarita de la mano de Alejandro Sabella.
Al integrar el plantel, y alternar entre los titulares y suplentes, se coronó campeón del Apertura 2010. A partir de ese momento, se afianzó como extremo derecho en el Pincha, donde jugó 154 encuentros, marcó 14 goles, entre ellos, uno a Gimnasia y Esgrima La Plata en la goleada por 3 a 0 en el 2016. Además, se ganó el apodo de “Perro”. “Me lo pusieron en Estudiantes. Entre el ‘che, gato’ y el ‘che, perro’ con el que cariñosamente se tratan los pibes, a mí me quedó “Perro”, y me gustó”, contó en su momento
En su etapa en el León, Auzqui fue llamado por Walter Perazzo para entrenar con el seleccionado argentino Sub 20 de cara al Mundial de esa categoría en Colombia 2011. En el Predio de la AFA en Ezeiza, generó muy buena relación con Jonathan Silva, quese entrenaba con el Sub 17.
A partir de esa amistad, ambos incursionaron como socios en un emprendimiento textil al abrir un local de ropa “Meatball indumentaria” en la Ciudad de las diagonales (calle 20 entre 523 y 524). Allí, vendieron camisas, jeans, pulovers y remeras de manga larga y corta. Es más, ambos futbolistas hicieron de modelos para promocionar en sus redes sociales dicho emprendimiento que se inauguró en diciembre de 2016 y duró hasta noviembre de 2018.
Más allá de su incursión en el rubro textil, y de su buen andar en Estudiantes, a Auzqui lo buscaron desde el Mainz de Alemania y estuvo cerca de cruzar el Atlántico, pero apareció el River de Gallardo y el llamado de Enzo Francescoli para convencerlo. Entonces, en febrero de 2017, firmó un contrato por cuatro años y medio. “Estoy cumpliendo un sueño, todavía no caigo, es el club más grande de América”, manifestó el puntero derecho en su presentación oficial. Pero su rendimiento no fue el esperado, ya que en 42 cotejos apenas marcó cuatro tantos.
A pesar de haberse coronado campeón de la Copa Argentina 2016 y la Supercopa Argentina 2017, en junio de 2018 dejó el club de Núñez por no tener lugar para comenzar una trilogía de préstamos en Huracán, Lanús y Talleres de Córdoba, donde el delantero mostró su mejor versión. De la mano del estratega uruguayo Alexander Medina, se animó a desarrollarse como centrodelantero, marcó 11 goles y logró brindar seis asistencias en 57 partidos disputados. “El Cacique me cambió la mentalidad”, había asegurado en su momento de mayor explosión en la T.
Luego de haber tenido dos temporadas muy buenas, a inicios de 2022 volvió a la institución de Núñez, que lo vendió al Ferencváros húngaro, entidad que pagó 600.000 euros por su traspaso y le hizo un contrato hasta junio de 2024. En abril del año pasado, el extremo se consagró bicampeón de la Copa Hungría y de la Liga local en el equipo más ganador de la historia de ese país con 34 títulos.
Tras lograr la desvinculación del club de Budapest, en estos días el futbolista se someterá a la revisión médica para firmar vínculo por 18 meses en condición de libre y luego acoplarse a los entrenamientos y quedar a disposición de Ruben Insua, que quiere utilizarlo de inmediato, e hizo mucha fuerza para su llegada.
No obstante, y siguiendo con el vigente mercado de pases, estaría cerca de cerrarse la llegada del defensor Jonathan Galván, con quien la entidad azulgrana ya tiene todo acordado. El marcador central llegará cedido por 18 meses desde Argentinos Juniors, dueño de su pase. El problema es que tiene contrato hasta diciembre en Racing, que pretende un resarcimiento económico para dejarlo ir con cinco meses de antelación. En estos días, habrá una reunión entre los dirigentes académicos y el representante del jugador, Uriel Pérez, para destrabar la situación.
Por último, hoy la dirigencia azulgrana hizo una oferta para comprar el pase de Brahian Alemán, mediocampista de 33 años con contrato vigente en Banfield hasta fin de año. El ex Gimnasia vería con buenos ojos llegar al Ciclón tras recibir el llamado en los últimos días del Gallego Insua para tratar de seducirlo.
Seguir leyendo: