Una nueva muestra de la violencia ocurrió en un partido de fútbol amateur, donde dos jugadores agredieron brutalmente al árbitro Ariel Paniagua. Fue un episodio aberrante cargado de tensión. Con trompadas y patadas en la cabeza, los improvisados futbolistas atacaron al trabajador que impartía justicia en el encuentro desarrollado en un complejo deportivo con canchas de césped sintético llamado Estación 98. Por la noche, el principal agresor, Williams Alexander Tapón, se quitó la vida antes de que fuera detenido por la policía.
“Yo me puedo equivocar, pero no creo que esa tenga que ser la reacción de los muchachos. Me pudieron haber matado. Pude haber terminado dentro de un cajón. No hay nada que justifique esa patada que me dieron”, había declarado por la tarde la víctima agredida.
El árbitro amateur, quien también se dedica como empleado en otro rubro, explicó en diálogo con Telefe Noticias que apela al arbitraje para poder recaudar mayores ingresos para llegar a fin de mes. “Es un esfuerzo muy grande, porque a veces llego a las 2 de la mañana a mi casa y al otro día me tengo que levantar a las 4 para ir a la empresa de limpiavidrios, que es mi trabajo formal”, detalló.
Con relación a lo sucedido, Paniagua agradeció estar vivo junto a sus hijos y destacó que todavía no entiende “cómo un jugador puede reaccionar así”. “Hoy mi familia me podría haber velado. Este muchacho no entendió que pudo haberme matado. Ni siquiera me pidió disculpas, simplemente dijo que actuó en caliente. Es algo que nos pasa seguido a los árbitros de fútbol amateur, porque es una carnicería. Hay veces que vienen 11 jugadores a cagarnos a trompadas y hay que esconderse en el vestuario o el bufet”, explicó.
En la misma señal de TV, emitieron la versión del agresor, que se hizo llamar Dimitri, y sus argumentos se ampararon en los fallos del juez: “Estuvimos jugando en la Estación 98, iban dos minutos y le habían pegado a un compañero mío y él no cobraba nada. Yo era el capitán del equipo y le pedía que cobrara al juez. A los rivales les dejaba pegar y cuando uno de nosotros jetoneaba nos quería mostrar la amarilla. Yo ya venía enojado y cuando vi la roja le pegué sin darme cuenta. No me rescaté, se me nubló todo y ahora es todo distinto”.
“Lo único que me dijo fue que lo hizo en caliente. Por nublarse, casi pierdo la vida. Por un partido, es algo incoherente. Esto ya está todo con abogados, la denuncia está radicada y vamos a ir con lo que diga el abogado. Espero que esto sirva para que se termine con la carnicería de los árbitros en los torneos amateurs”, completó Paniagua.
Las imágenes fueron captadas desde un teléfono celular de uno de los espectadores y se puede ver claramente el momento del feroz ataque de los futbolistas. En primera instancia, uno de ellos (del equipo La Cortada FC) reaccionó luego de que el referí le mostrase la tarjeta amarilla. El violento episodio se inició con un empujón, lo que generó la lógica expulsión. No conforme con el fallo, el jugador lanzó un insulto y un compañero suyo corrió directamente a golpear al juez.
Fue Williams Alexander Tapón, según confirmaron fuentes policiales, quien le pegó dos trompadas en el rostro al árbitro y, una vez que cayó al piso, indefenso, le aplicó una potente patada en la cabeza que le terminó provocando el desvanecimiento. Inmediatamente, los compañeros del equipo y rivales se acercaron a la escena para calmar los ánimos, mientras otros asistían al referí.
Tras la denuncia de víctima, Tapón fue imputado bajo la carátula de “homicidio agravado por alevosía en grado de tentativa en el contexto de un espectáculo deportivo”. Cuando cuando los efectivos policiales se disponían a detenerlo, esta persona que se hacía llamar Dimitri fue encontrado muerto a última hora de la noche de este lunes.
El cuerpo fue hallado sin vida cerca de las vías del tren, a la altura de General Paz y Heredia. Según precisaron fuentes policiales a Infobae, el joven de 24 años se habría efectuado un disparo con arma de fuego en la cabeza.
Seguir leyendo: