Un partido de fútbol amateur en la localidad bonaerense de Sarandí terminó de la peor manera, con una brutal agresión de dos jugadores contra el árbitro Ariel Paniagua, quien quedó tendido en el suelo tras recibir una patada a la altura de la nuca que lo dejó desmayado. La víctima estuvo internada y esta tarde pasó por la comisaría para realizar la denuncia.
Las imágenes fueron captadas desde un teléfono celular de uno de los espectadores y se puede ver claramente el momento del feroz ataque de los futbolistas. En primera instancia, uno de ellos (del equipo La Cortada FC) reacciona luego de que el referí le mostrase la tarjeta amarilla y le da un empujón, lo que generó la lógica expulsión. No conforme con el fallo, el jugador lanzó un insulto y un compañero suyo corrió directamente a golpear al juez.
El jugador que llevaba el dorsal número 10 (que en sus apariciones en los medios se hizo llamar Dimitri) le pegó dos trompadas al rostro del árbitro, aprovechando que estaba anotando la expulsión y, una vez que cayó al piso, indefenso, le aplicó una potente patada a la cabeza que le terminó provocando el desvanecimiento. Inmediatamente, los compañeros de equipo y rivales se acercaron a la escena para calmar los ánimos, mientras otros asistían al referí.
El violento suceso ocurrió en un complejo deportivo con canchas de césped sintético llamado “Estación 98″, en el partido de Avellaneda. Allí se realizan torneos de fútbol amateur y se alquila el espacio, por lo que deslindaron las responsabilidades del hecho en la oganización. “Repudiamos todo hecho de violencia. El sábado, cuando sucedieron las lamentables y repudiables agresiones al árbitro, el personal de salud del Complejo le brindó rápida asistencia y nuestro servicio de emergencias lo trasladó al hospital donde, luego de los cuidados requeridos, afortunadamente fue dado de alta”, reza el comunicado compartido por el lugar en sus redes sociales.
“Además, hicimos una presentación en la comisaría de la zona para exponer lo sucedido y colaborar en lo que sea necesario. Si bien la organización del torneo es externa al complejo, y no tenemos injerencia en la admisión de los equipos ni en la contratación del personal, estamos a disposición para ayudar en todo lo que podamos”, continúa el escrito.
“Quienes hacemos Estación 98 somos parte de una sociedad que se cuestiona y trabaja día a día en nuevas formas de relacionarse, con el convencimiento de que el compañerismo y la camaradería son el motor del deporte, libres de violencia”, concluye.
“Gracias a Dios estoy en casa, recuperándome de a poco. Mme pudo haber matado, hoy mi familia me podría estar velando. Este muchacho no lo pensó, no le salió un ‘disculpame, me equivoqué'. Sólo me dijo ‘lo hice por calentura’”, reclamó el juez en diálogo con Telefe. “Yo le pedí disculpas, me nubló, no fue queriendo. Cuando me rescaté ya era todo distinto”, fue la excusa del agresor.
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