INDEPENDIENTE DE MEDELLÍN VS SAN LORENZO
El Atanasio Girardot, ubicado a 1.490 metros de altura, fue el escenario que albergó un caldeado encuentro entre San Lorenzo que derrotó 1-0 a Independiente de Medellín. Se trató de la ida de los 16avos de final de la Copa Sudamericana. El gol de Adam Bareiro en el segundo tiempo le dio el triunfo al Ciclón que dio un paso clave para poder acceder a la siguiente instancia.
El temor a la derrota, la intensidad constante y la pierna fuerte fueron los elementos más destacados con los que se inició el duelo entre colombianos y argentinos en la hermosa ciudad paisa.
Sin demasiadas ocasiones de peligro, el que tuvo el mayor dominio del pleito fue el elenco liderado por el uruguayo Alfredo Arias. Sin embargo, la falta de efectividad de los atacantes locales favorecían al trabajo de la última línea del Ciclón. La inocencia de Brayan Léon, las desatenciones de Daniel Londoño y la soledad de Luciano Pons fueron algunos argumentos que permitieron explicar la gran labor defensiva del Cuervo. De todos modos, los de Boedo no lograban salir de la zona cercana a Augusto Batalla.
A la media hora cambió la dinámica del partido debido a la dura infracción que recibió Malcom Braida. Si bien Alexis Herrera había sancionado la falta con una tarjeta amarilla contra el agresor Edwin Cetré, las autoridades del VAR llamaron al árbitro para que vuelva a observar la acción a través del monitor y en un segundo análisis decidió expulsar al defensor cafetero.
En el complemento el entrenador del Ciclón, Rubén Darío Insua, se la jugó por la generación de juego y mandó a la cancha a un volante creativo como Gonzalo Maroni (fue una de las figuras) y sacó uno de contención, Francisco Perruzzi.
Sin embargo, con el correr de los minutos San Lorenzo dejó de presionar y no supo aprovechar el hombre de más. Esto le permitió al DIM arrimarse al campo rival, aunque sin profundidad para lastimar.
En alguna aislada el equipo Santo avisó como una clara que tuvo con clara con Maroni, cuyo mano a mano lo ganó el arquero Andrés Felipe Mosquera.
Pero en la siguiente el Ciclón no perdonó y a los 67 minutos en una guapeada Adam Bareiro el delantero logró aguantar la pelota dentro del área y fulminó al Mosquera que esta vez no pudo hacer nada para evitar la caída de su valla.
A esta altura el encuentro creció en fricciones con piernas fuertes y fuertes faltas que le dieron un clima álgido en el epílogo.
Motivado por su gente el final el DIM tuvo las más peligrosas en todo el encuentro y fue con un cabezazo de Jhon Palacios que casi rozó el palo. Luego Diego Moreno tuvo otra con un tiro que pasó cerca.
En el tiempo adicionado pese al hombre de menos los colombianos no le dieron respiro a los argentinos y podrían haber conseguido el empate, pero no tuvieron puntería y San Lorenzo se llevó un gran triunfo.
Medellín le sienta bien a San Lorenzo que en la primera final de 2002 de este torneo, goleó 4-0 a Atlético Nacional, el otro equipo de la ciudad. Fue el segundo torneo internacional del Ciclón luego de la Copa Mercosur 2001 que venció al Flamengo.
La semana próxima el Ciclón buscará cerrar su clasificación a los octavos de final. El miércoles 19 desde las 21 recibirá al elenco Cafetero en el Estadio Pedro Bidegaín. En caso de avanzar lo esperará San Pablo en la siguiente instancia del segundo torneo internacional de clubes de la región.
Formaciones
Independiente Medellín: Andrés Felipe Mosquera, Jonathan Marulanda, Jhon Palacios, Víctor Moreno, Daniel Londoño, Daniel Torres, Deiner Quiñónez, David Loaiza, Edwin Cetré, Brayan Léon y Luciano Pons. DT: Alfredo Arias.
San Lorenzo: Augusto Batalla, Gonzalo Lujan, Rafael Pérez, Gastón Campi, Agustín Giay, Jalil Elías, Francisco Perruzzi, Malcom Braida, Ivan Leguizamon, Adam Bareiro y Nahuel Barrios. DT: Rubén Darío Insúa.
Árbitro: Alexis Herrera (Venezuela)
VAR: Rafael Traci (Brasil)
Cancha: Atanasio Girardot de Medellín.
TV: DSports.
PATRONATO 0-2 BOTAFOGO
Las bajas temperaturas y la intensa lluvia que azotó al Presbístero Grella no fueron suficientes para diluir la ilusión de Patronato, que recibió en Entre Ríos a Botafogo, en el duelo correspondiente al primer choque de los 16avos de final de la Copa Sudamericana. Tampoco provocó resignación la lesión muscular que sufrió a última hora Julio César Salvá, que llevó a Matías Budiño a ubicarse bajo los tres palos y dejar al equipo argentino sin arquero suplente.
La cantidad de agua que cayó sobre el césped le permitió emparejar el pleito al dueño de casa. Es que la diferencia de jerarquía entre el conjunto que milita en la Primera Nacional y el puntero del Brasileirao posicionaba al combinado de Río de Janeiro como principal candidato a quedarse con la serie y el título. Y las amenazas de Carlos Alberto y Janderson confirmaban el peligro que sufría el dueño de casa cada vez que perdía la pelota.
La primera etapa se fue en un espectáculo carente de emociones, donde la pierna fuerte era el principal recurso empleado por los intérpretes de ambos equipos y los balones detenidos se presentaban como las opciones más viables para romper la igualdad. Salvo por la notable acción individual de Juan Cruz Esquivel, quien se adueñó de la pelota y encaró a pura velocidad hasta quedar mano a mano con Lucas Perri, el pleito se mantenía acorde al marcador. Fue una muestra de habilidad del delantero, quien no pudo con la solvente respuesta del arquero y en el rebote Philipe Sampaio le ahogó el grito a Jorge Valdéz Chamorro.
En el complemento, en cambio, Carlos Alberto capitalizó una desatención defensiva de Joel Ghirardello y tocó con sutileza por encima de Matías Budiño. Una definición exquisita en medio del barro para poner al elenco brasileño en ventaja. Con el resultado adverso, el futuro del Patrón en la competición internacional parecía estar cada vez más complejo.
Las aspiraciones de Patronato se complicaron aún más cuando el combinado liderado por el portugués Bruno Miguel Silva do Nascimento generó un contragolpe perfecto que terminó en la red. Los espacios que aprovechó Diego Hernández, la claridad en su proyección de Leonel Di Plácido y el oportunismo de Janderson conformaron la gesta del Botafogo que comenzó a liquidar la serie: 2 a 0.
Para desgracia del Patrón, cuando Juan Cruz Esquivel consiguió descontar para encender la llama de la esperanza, las mediciones del VAR indicaron que el delantero se encontraba en posición adelantada y su tanto fue anulado. Es decir, que los de Rodolfo De Paoli necesitarán de una hazaña milagrosa en el país vecino para poder avanzar a la siguiente fase.
Formaciones
Patronato: Matías Budiño, Lautaro Geminiani, Sergio Ojeda, Nicolás Domingo, Joel Ghirardello, Gastón Novero, Fabio Vázquez, Juan Barinaga, Juan Cruz Esquivel, Damián Arce y Jorge Valdéz Chamorro. DT: Rodolfo De Paoli.
Botafogo: Lucas Perri, Leonel Di Plácido, Fernando Marçal, Víctor Cuesta, Danilo, Carlos Alberto, Breno, Júnior Santos, Carlos Eduardo, Janderson y Philipe Sampaio. DT: Bruno Lage.
Árbitro: Gery Vargas (Bolivia).
Cancha: Presbítero Bartolomé Grella, de Patronato.
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