El partido por los octavos de final de Wimbledon entre la bielorrusa Vika Azarenka y la ucraniana Elina Svitolina fue el escenario de un episodio que recorrió el mundo después de que la tenista de 33 años abandonara la pista 1 del All England entre abucheos por no saludar a su rival tras caer por 2-6, 6-4 y 7-6 (9).
En la transmisión oficial se pudo ver el momento en el que Azarenka se dirigió a la red para estrechar su mano con la umpire y luego hacerle un gesto desde lo lejos a su rival, antes de marcharse hacia su banco para guardar sus pertenencias. Pero fue cuando emprendió su salida de la cancha cuando las gradas comenzaron a silbarla. La bielorrusa miró sorprendida, hizo un movimiento de negación con la cabeza y chocó sus muñecas antes de abandonar el recinto visiblemente enojada.
Sin embargo, lo que sucedió no tuvo nada que ver con un gesto antideportivo de la bielorrusa sino por un pedido expreso que ya había hecho la ucraniana. Es que desde el instante en el que Rusia, apoyada por las fuerzas bielorrusas, invadió Ucrania en 2022, la oriunda de Odesa determinó que no iba a darle la mano a ninguna colega suya de esas nacionalidades.
En la conferencia de prensa posterior, la ganadora del partido hizo referencia a eso: “Ya he dicho varias veces que hasta que las tropas rusas estén fuera de Ucrania y recuperemos nuestros territorios, no nos daremos la mano. Creo que las organizaciones de tenis deben salir a hacer una declaración de que no habrá apretón de manos entre rusos, bielorrusos y ucranianos. No sé si no está claro para la gente”.
Es por eso que Azarenka se mostró sorprendida por los abucheos del público, ya que ella no saludó a su colega por un expreso pedido de ella: “No quiere estrechar la mano con rusos o bielorrusos y respeté su decisión. ¿Qué debería haber hecho? ¿Quedarme a esperar? Hice lo que pensé que era respetuoso tomando en cuenta su decisión”.
“Esto de dar la mano no es algo que me cambie la vida. Pienso que fue un gran partido de tenis y si la gente se concentra sólo en los abucheos o en los apretones de mano, es una pena. No he hecho nada malo, pero sigo recibiendo un trato diferente”, consideró antes de apuntar contra algunos aficionados.
“Probablemente, bebieron muchos Pimm’s (bebida inglesa a base de ginebra) durante todo el día”, consideraba la bielorrusa con un tono irónico mientras ingresaba en la sala de prensa. “No puedo controlar a la multitud, no estoy segura de que mucha gente entendiera lo que estaba pasando”, explicaba sobre lo que ocurrió.
En lo que respecta a lo deportivo, cabe destacar que Svitolina se metió en los cuartos de final de Wimbledon tras protagonizar un partido muy reñido de casi tres horas de juego en el que se impuso a Azarenka con una victoria que valió oro, ya que fue la primera en un historial muy negativo para ella. Hasta antes de este cruce, el registro marcaba 5-0 a favor de la bielorrusa.
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