La situación contractual de Kylian Mbappé está inmersa en una nebulosa. El goleador del París Saint-Germain (PSG) en las últimas temporadas era la piedra angular de un ambicioso proyecto deportivo y tras la salida de Lionel Messi todo hacía suponer que ganaría un rol aún más protagónico. Sin embargo, su negativa a ampliar su contrato (finaliza en junio de 2024) desató una guerra con el presidente Nasser Al-Khelaifi.
Mientras el Real Madrid sigue al acecho para contratarlo, el futbolista concedió una entrevista a la revista France Football luego de ser condecorado como el mejor futbolista francés de esta última temporada. El punta sembró más dudas con respecto a su futuro en la institución de la capital.
“¿Razones para creer que es mi última temporada en la Ligue 1? Es muy simple, soy un competidor, cuando juego, es para ganar. Y da igual con quién juegue, da igual la camiseta que lleve, da igual dónde juegue, da igual el año, nunca me conformo, solo quiero ganar, nunca estaré satisfecho. Quiero ganar la Champions. Me voy de vacaciones, hago un reset, recupero energías y vuelvo con el hambre que todos conocen”, comenzó su relato el campeón del mundo en Rusia 2018.
Con su relato, el ex Mónaco volvió a dejar la puerta abierta a su salida. “Siempre estoy insatisfecho, así que nunca estoy impresionado con lo que hago. Ya es una primera clave para entenderme a mí mismo porque todo lo que hago, me digo a mí mismo que lo puedo volver a hacer y mejor. Tengo esta hambre de ganar. No quiero estar en un equipo solo para participar. Por eso a veces la gente piensa que soy arrogante. Porque odio participar. No está en mi naturaleza, no es lo que soy y no tengo miedo de decir lo que quiero, incluso cuando las cosas no salen como me hubiera gustado. Tampoco le tengo miedo al fracaso, es parte de la carrera de un futbolista. Pero tengo la profunda convicción de que nací para ganar y quiero mostrárselo a todos”, añadió.
Cuando fue el turno de puntualizar en las críticas que recibe, abrió un nuevo capítulo en su guerra fría con el club al manifestar: “He estado anotando mucho durante años. Entonces, para la gente, se vuelve normal. Nunca me quejé de que mis actuaciones fueran banalizadas. Y yo mismo banalizaba lo que hacía Messi y lo que hacía Cristiano Ronaldo. Estamos en una sociedad de consumo, donde está bien lo que has hecho, pero hazlo de nuevo. Creo que jugar en el PSG no ayuda mucho porque es un equipo que divide. Entonces, por supuesto, atrae críticas pero no me molesta porque sé lo que estoy haciendo y cómo lo hago”.
Pese a sus palabras, Mbappé se mostró optimista de cara a la carrera por quedarse con el Balón de Oro: “El Balón de Oro con las reglas antiguas, te habría dicho que no podría ganarlo, pero, con las nuevas sí. Piden que elijas al jugador más impresionante, al que más impacto tuvo, al que más resolutivo, al que más quemó la retina. Ya veremos, pero creo que sigo siendo candidato, esa es la verdad. Muchas cosas me enorgullecen. Primero, el haber seguido ganando títulos (Ligue 1) es para lo que jugamos”. Uno de sus principales rivales en esta carrera es justamente su ex compañero, Lionel Messi (el argentino es el máximo ganador, con 7 estatuillas).
“No sé lo que le falta al PSG para ganar la Champions, no es una pregunta para mí. Tienes que hablar con la gente que hace el equipo, que organiza la plantilla, que construye este club. Yo solo trato de hacer mi trabajo lo mejor posible. Fui mejor jugador, máximo goleador por quinto año consecutivo en la Ligue 1. Podría hacerlo mejor según mis críticos. A veces en el fútbol te enfrentas a lo que se llama un techo de cristal. Es por eso que no es una gran pregunta para mí, es para los de arriba”, manifestó sobre la gran cuenta pendiente del PSG en el plano internacional.
Para cerrar, y pese a perder la pasada final del mundo en Qatar contra Argentina, el futbolista se mostró optimista de poder levantar la Copa del Mundo nuevamente: “Esto es solo un aplazamiento. Creo que ganaremos otro. El grupo tiene este deseo, este sueño. Espero poder decir dentro de unos años que todo fue mal para bien, incluso si perder una final de la Copa del Mundo seguirá siendo algo malo para siempre. Pero he aprendido a vivir con eso y ya no es un dolor para mí. Es parte de la historia, está en el pasado”.
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