Si hay un club que navega en aguas turbulentas, sin dudas es el Paris Saint Germain. No hay día en que la institución parisina gestionada por Qatar no tenga un escándalo en puerta. Tras la huída de Lionel Messi y en medio del conflicto con Kylian Mbappé, ha asomado un nuevo problema para el presidente Nasser Al-Khelaïfi: allanaron su casa como parte de una investigación abierta tras una acusación de secuestro, extorsión y sobornos en el país árabe.
No fue un miércoles nada sencillo para Al-Khelaïfi, más bien fue un día lleno de acontecimientos. El mandamás del PSG lanzó un ultimátum a Mbappé para que firme un nuevo contrato para no irse gratis, además de que presentaron a Luis Enrique como nuevo DT con contrato hasta 2025. Pero, como si fuera poco, recibió la visita de los policías de la Oficina Central de Lucha contra el Crimen Organizado, según reveló Mediapart.
El objetivo del allanamiento era realizar un registrar su domicilio como parte de la investigación sobre las acusaciones de secuestro y tortura en Qatar de un empresario franco-argelino llamado Tayeb Benabderrahmane. Fue Al-Khelaïfi quien presuntamente “por orden del emir” pidió encarcelarlo el pasado 13 de enero del 2020 y permaneció detenido en Qatar hasta noviembre de ese año, cuando fue puesto en libertad tras entregar una información que comprometía al presidente del PSG.
La información de Le Parisien reza que cuando Nasser Al-Khelaïfi se bajó del avión en el aeropuerto de Le Bourget en París fue recibido por un juez de instrucción y la Policía, quienes le dieron la bienvenida y le informaron de la requisa. En el marco de esta investigación, las autoridades que combaten al crimen organizado habían efectuado otros allanamientos la semana pasada.
“Como se esperaba y de acuerdo con el procedimiento, el juez de instrucción solicitó más información y acceso, que se proporcionó de manera completa y transparente, en cooperación con las autoridades, como ha sido el caso desde el primer día”, dijo Nasser Al-Khelaïfi a través de su vocero, según informa L’Equipe.
Tayeb Benabderrahmane, de 42 años, declaró a principios de este año haber sido arrestado en 2020 durante varios meses en Qatar, donde se había instalado para hacer lobby empresarial y algunos negocios. Según su acusación, fue detenido e interrogado por la Policía qatarí por tener documentación que podía revelar datos comprometedores de Al-Khelaïfi.
Aparentemente, también permaneció un tiempo bajo arresto domiciliario hasta que le permitieron irse del país, aunque tuvo que firmar un acuerdo de confidencialidad sobre los documentos que tendrían información delicada.
La agencia ANSA apuntó que el servicio de inteligencia francés (DGSI) sugiere que los documentos en cuestión incluían imágenes íntimas en un video de Al-Khelaïfi con una mujer y también indicios del “lobby” que el secretario general de la FIFA realizó en su momento para facilitar la elección del Qatar como sede del Mundial 2022 y conversaciones ligadas a la adjudicación de los derechos televisivos del torneo.
El periódico Libération había revelado en septiembre del año pasado que Benabderrahmane fue sometido a una intensa presión psicológica y al maltrato físico en una cárcel de alta seguridad en Doha para hacerlo entregar ese material. Este empresario franco-argelino vivía en el país árabe junto a su mujer y sus hijos e intentó poner en jaque no solo a Nasser Al-Khelaïfi sino también a gente muy importante de Qatar, pero fue detenido y puesto en condiciones “inhumanas” antes de devolver un USB y un disco duro con múltiples archivos delicados.
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