Polémicas con el VAR en el Cilindro: los claros penales que no sancionaron para Racing y San Lorenzo

El Ciclón reclamó una pena máxima en el inicio del juego por una sujeción, mientras que la Academia pidió lo mismo en el epílogo del encuentro. Doble error del juez Mastrángelo y de la tecnología a cargo de Rapallini

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Racing y San Lorenzo protagonizan un clásico caliente en el Cilindro de Avellaneda por la fecha 23 de la Liga Profesional. Mientras la Academia busca sumar puntos y acomodarse en la zona de clasificación a las copas internacionales, el Ciclón intenta seguir con chances matemáticas de pelearle el título a River Plate.

El encuentro comenzó siendo muy disputado y de ida y vuelta. Sin embargo, en tan solo tres minutos ya se originó la polémica del partido y es por un claro penal que no sancionaron para San Lorenzo.

En una acción aérea, Adam Bareiro cae por una sujeción de Leonardo Sigali, pero ni el árbitro principal Hernán Mastrángelo ni el VAR, a cargo de Fernando Rapallini, sancionaron, pese a los reclamos del delantero paraguayo.

A juzgar por las imágenes, la sujeción del defensor de Racing tiene la suficiente fuerza para desestabilizar al jugador de San Lorenzo. Las sujeciones para conceptualizar se mide por la acción aplicada y las consecuencias. En este caso, la misma tuvo la suficiente fuerza para hacerlo caer a Bareiro.

La regla dice que la sujeción es una infracción únicamente si el contacto sobre el adversario dificulta el movimiento de este. Y la misma cumplió el objetivo por la fuerza aplicada y la consecuencia fue que lo hizo caer al jugador azulgrana. Claro penal.

Para colmo de males, Racing se puso en ventaja a los 21 minutos mediante un gol de Gabriel Hauche. El propio delantero de la Academia se iría expulsado por una brutal patada sobre Gastón Hernández. El árbitro Hernán Mastrángelo sancionó con amarilla, pero esta vez el VAR actuó de manera perfecta y lo llamó para que corrigiera la acción.

No caben dudas de que era una jugada de tarjeta roja porque la entrada fue con uso de fuerza excesiva. La misma se mide por el punto de contacto y como se ve, le hizo correr un serio riesgo al físico del adversario.

A poco del final, y ya con el partido empatado por el gol de Adam Bareiro, fue Racing el que reclamó penal por una acción idéntica a la del primer tiempo. Gastón Campi sujetó a Paolo Guerrero y le impidió que dispute la pelota. Claro penal que el juez Hernán Mastrángelo ni Fernando Rapallini en el VAR observaron.

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