El Tour de France transita por la cuarta etapa entre polémicas e investigaciones policiales después de que el ciclista frances Lilian Calmenaje se quejara públicamente de un intento de boicot en el tramo que unía la ciudad de Vitoria y San Sebastián en la segunda etapa.
“Gracias por esta clase de gilipolleces humanas… No creo que haya sido la única víctima de un pinchazo en la final… Sepan que con sus gilipolleces se pueden caer y lastimarse mucho…”, afirmó muy molesto el galo de 30 años en su cuenta oficial de Twitter con un video en el que mostraba la rueda de su bicicleta cubierta de clavos.
El ciclista del equipo Intermarché-Circus-Wanty no fue el único que se pronunció sobre ese acto de vandalismo. “Nos han puesto chinchetas. Casi todos nuestros ciclistas han pinchado, todos menos Victor Lafay y otro. Creo que se han pasado, las chinchetas sobraban”, indicó el director deportivo del Cofidis, Bingen Fernández.
Además, otros directores también señalaron que muchos de sus corredores habían sufrido pinchazos por el mismo motivo. Cabe destacar que, gracias a las nuevas tecnologías implementadas en los equipos de los competidores, los neumáticos modernos no cuentan con una cámara interior, por lo que las víctimas de los pinchazos pudieron terminar la etapa. Sin embargo, las cabezas de los clavos en el exterior de las gomas podrían haber provocado algún tipo de accidente, producto de alguna desestabilización y pérdida de control.
Tras las denuncias públicas, La Ertzaintza (Policía del País Vasco) entró en acción no sólo por ese episodio sino también por otro intento de sabotaje en una de las competencias más importantes del mundo del ciclismo.
Después del final de esa etapa, las autoridades anunciaron que habían capturado a 11 personas que intentaban encadenarse y cortar la ruta para llamar la atención de la prensa mundial.
Casi 600.000 aficionados salieron a la calle el sábado y el domingo para presenciar a pie de carretera las dos primeras etapas del Tour de Francia y más de 106.000 se han acercado estos días a la “fan-zone” de Bilbao, récord de asistentes a la zona de juegos de esta carrera fuera de la fronteras gala.
Además, casi 7 millones de televidentes en Francia vieron la prueba los dos primeros días (con picos de más espectadores), un millón vio cada etapa a través de RTVE, otro millón en la televisión alemana, 800.000 en Bélgica, 772.000 en Italia y 6000.000 en Dinamarca, ha precisado el portavoz Bingen Zupiria.
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