A Boca Juniors no le habían dado dos claros penales en los primeros diez minutos del duelo ante Monagas por el Grupo F de la Copa Libertadores. También le habían anulado (correctamente, por fuera de juego) una acción que había terminado en la sanción de penal por falta del arquero a Valentín Barco. Y a los 36 minutos, con el cotejo en La Bombonera aún 0-0, perdió a Bruno Valdez por expulsión.
El árbitro Andrés Matonte sancionó una falta del paraguayo y le terminó mostrando la tarjeta amarilla. Ante la protesta del jugador, el uruguayo le sacó el acrílico rojo, sin dudarlo. Pero más allá de la discusión respecto de si hubo infracción, el juez no pareció controlar emocionalmente la situación: él mismo se puso cara a cara con Valdez y sopló con fuerza su silbato.
Enseguida, la cámara mostró a Juan Román Riquelme, ídolo del Xeneize y vicepresidente segundo de la institución, en su palco. Allí, meneó la cabeza con decepción y murmuró unas palabras. No quedó claro si su enojo fue con el futbolista o con el árbitro, que tuvo una actuación polémica.
Fue la segunda roja a Valdez en 166 minutos disputados en la presente Libertadores: la anterior vez había sido también ante Monagas, pero en Venezuela. Así, según informó el estadígrafo Mister Chip, se transformó en el primer jugador de Boca en sufrir dos expulsiones en el primer tiempo de un partido en toda la historia del máximo certamen continental.
El defensor, con pasado en América de méxico y Cerro Porteño, se marchó del campo de juego entre silbidos. El entrenador Jorge Almirón continuó la primera etapa con Alan Varela como marcador central y en ese contexto llegó la apertura del marcador, con el remate-centro de Martín Payero y el desvió de Marcelo Weingandt. Ya en el inicio del complemento, el DT reacomodó piezas e hizo ingresar a Facundo Roncaglia.
De todos modos, Matonte expulsó a Abdiel Arroyo en el inicio del segundo tiempo por un pisotón a Medina cuando ya estaba amonestado. Y diez contra diez el Xeneize se terminó de soltar y marcó la diferencia de jerarquía. Valentín Barco, de derecha y tras una pared a máxima velocidad con Frank Fabra, firmó el 2-0 de la tranquilidad.
Seguir leyendo: