Hubo polémica en el partido que San Lorenzo goleó 4-1 a Estudiantes de Mérida y consiguió seguir en la Copa Sudamericana. Pero el episodio vivido en el Estadio Pedro Bidegaín no fue por una jugada discutida, una falta no sancionada o un gol anulado a instancias del VAR. Tampoco por un duelo entre dos rivales. Todo lo contrario. Las discusiones estuvieron entre los propios compañeros del Ciclón que se pelearon por patear el penal.
Fue una escena surrealista. El equipo Azulgrana, necesitado de un triunfo y por una determinada diferencia de goles en la última fecha del Grupo H, iba perdiendo 1-0 y a los 39 minutos le cometieron falta a Agustín Martegani dentro del área. El árbitro Gery Vargas sancionó penal y allí se dio el particular episodio.
La pelota la tomó Federico Gattoni, en su último partido en el club ya que desde el 1 de julio deberá presentarse en el Sevilla, que compró su pase por 1.5 millones de dólares brutos por la totalidad del pase a cobrar en tres cuotas. Pero el defensor empezó una porfía con Adam Bareiro para poder ejecutar.
Los dos compañeros siguieron discutiendo y los jugadores del equipo venezolano no cayeron en su asombro. Luego el resto de los jugadores del conjunto Santo intentaron calmar los ánimos con sus compañeros, pero no hubo caso.
Hasta que el entrenador Ruben Darío Insua lo llamó al capitán, Augusto Batalla, para que le ordenara a Bareiro fuera el que tirara desde los doce pasos. El atacante se hizo cargo y consiguió la igualdad parcial, pero el rostro de bronca de Gattoni fue contundente. Se dio vuelta, ni miró el gol y volvió caminando hacia su área. Es entendible su enojo ya que es un jugador formado en el club y quiso despedirse convirtiendo un tanto.
Todo fue en un momento muy extraño, ya que fue un tanto que valió el empate y en un instante psicológico del encuentro, ya que fue antes de irse al descanso. Insua habló con sus dirigidos en el entretiempo y en el complemento consiguieron otro tanto, nuevamente por medio de Bareiro, que a los 55 minutos puso el 2-1 y de esa forma San Lorenzo dio vuelta el marcador.
A los 70 minutos llegó el milagro para San Lorenzo ya que Malcom Braida puso el tercero con un golazo tras un misil de derecha desde afuera del área. Al mismo tiempo, Fortaleza de Brasil marcó su segundo grito ante Palestino en Chile.
Un minuto más tarde Nahuel Barrios convirtió el tercero con una buena definición y pese al descuento del equipo trasandino, aún le alcanzó a San Lorenzo, que pudo vencer su primer partido en el año que arrancó perdiendo y lo pudo dar vuelta.
Por un gol San Lorenzo logró la clasificación para el repechaje y en los 16avos de final se medirá con alguno de los terceros en las zonas de la Copa Libertadores. Esta semana se sabrá cuál será su rival para poder continuar en el segundo torneo a nivel de clubes en la región.
La Copa Sudamericana tiene un valor afectivo especial para la institución de Boedo ya que fue su segundo título internacional en su historia: logró la consagración en 2002, tambié con Insua como DT.
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