Corrían 12 minutos del primer tiempo cuando Rodrigo Aliendro le inyectó tranquilidad a un Monumental repleto. Barco profundizó para De la Cruz, quien pivoteó de espaldas para la posición del ex Colón y Chacarita, ubicado en la puerta del área. El mediocampista, de 32 años, pudo haber sacado un remate furibundo para romperle el arco a The Strongest. Por el contrario, abrió bien el botín derecho y pateó a colocar, una delicadeza que se introdujo junto al palo izquierdo del portero Rodrigo Banegas.
Fue la apertura del marcador para River Plate, vital para calmar la ansiedad reinante en pos de conseguir el pasaje a octavos de final de la Copa Libertadores. Y un tanto que quedó en la historia del Millonario y de la competencia. ¿Por qué? Según explicó el especialista en estadísticas Mr. Chip, se trató la conquista N° 400 de la Banda en el máximo certamen continental de Sudamérica en condición de local. Y el club de Núñez es el primero que alcanza dicha cifra entre todos los equipos que alguna vez compitieron en la Champions de este continente.
El gran rendimiento de Aliendro en 2023 bajo la tutela de Martín Demichelis, por momentos haciendo olvidar la prolongada ausencia de Enzo Pérez por lesión (esta noche compartieron el césped), lo convirtieron en uno de los preferidos de los fanáticos en esta actualidad, en la que River además se encamina al título en la Liga Profesional. En consecuencia, por su tranco elegante, su polifuncionalidad y su pegada, un nuevo apodo afloró en las redes sociales para el volante y fue furor tras su gran gol ante el conjunto boliviano.
En efecto, Aliendro se transformó en Aliendric. Lo que empezó con una broma fue ganando adeptos con los partidos: en la deformación del apellido anida una comparación con Luka Modric, el deslumbrante mediocampista del Real Madrid y la selección de Croacia.
Rodrigo llegó a Núñez en junio de 2022 y firmó contrato hasta mediados de 2025. Si bien desde el inicio no mostró problemas de adaptación a una institución de las denominadas grandes, pero en el Superclásico ante Boca sufrió fractura del malar derecho, lo que condicionó su situación.
Hoy, totalmente asentado, se transformó en pieza clave, en un presente que ni habrá soñado cuando jugaba en Ituzaingó, en la Primera D, y complementaba sus exiguos ingresos haciendo delivery. Un premio al esfuerzo para Aliendro. O Aliendric.
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