Juan Román Riquelme vivió uno de los días más felices de su vida con una fiesta a la altura de su carrera como futbolista. En una Bombonera repleta de hinchas y figuras, el ídolo de Boca Juniors tuvo su partido homenaje y lo disfrutó como en sus mejores épocas. Al finalizar el encuentro, el 10 dio un emotivo discurso en el cual agradeció a los presentes y recordó a Diego Armando Maradona.
“Estoy demasiado feliz. quiero agradecerles a todos los entrenadores, mis compañeros, el hecho de que yo les caiga bien a todos ustedes. Entré en el 96, en una película. La película más linda que le puede pasar a un persona. Yo soñaba de chiquito ser futbolista, cuando corría en Don Torcuato soñaba con ser el Beto Márcico, Maradona, el Manteca Martínez... y tuve la suerte de ser compañero”, arrancó Riquelme, con micrófono en mano en el centro del campo de juego.
Luego llegó la hora de los reconocimientos a cada uno de los participantes de la fiesta con un foco especial a los entrenadores que marcaron al ídolo, como José Néstor Pekerman, Alfio Coco Basile y Carlos Bianchi. “Hoy vinieron los jugadores de la Selección, que les quería decir muchas gracias. Se pasaron, dejaron de jugar hace muy poquito y han hecho un viaje muy pero muy largo. En el primer día que dije que iba a hacer la fiesta me dijeron que sí. El cuerpo técnico también. José (Pekerman), usted de chiquito fue mi entrenador, me ha ayudado mucho, espero que sea muy feliz usted y toda la familia. Coco con esa barba, gorra, me ha enseñado como deportista, pero más como es la vida. Lo quiero mucho Coco, me costó mucho encontrarlo. Y después, acá el señor (Bianchi), quien llegó en el 98. Usted es el culpable que todos los bosteros pensemos que ganar la Libertadores es fácil. La culpa es toda suya. Que la gente nos tenga cariño a nosotros es porque nos enseñó a competir, a intentar ser los mejores. Solamente le tengo que decir gracias, lo quiero mucho, me siento parte de su familia. Sé que usted me quiere mucho, le mando un beso grande a Margarita”, continuó mientras cantaba un clásico de la hinchada de Boca: “Vení, vení, cantá conmigo, que un amigo vas a encontrar... que de la mano de Carlos Bianchi, todos la vuelta vamos a dar...”.
Lo que siguió fue la dedicatoria especial a los dos futbolistas más destacados de la historia en la Argentina y en el mundo: Diego Maradona y Lionel Messi, quien estuvo jugando para el equipo de la Selección. “He sido un afortunado. Me tocó jugar con el más grande que vi de chiquito, que fue Maradona”, dijo Román mientras se sacaba la camiseta del partido y se colocaba en su lugar una de Boca con la 10 del Diego.
“Hoy es un día maravilloso para todos los bosteros, porque podemos disfrutar. Después pasó el tiempo, me puse más viejo, pero tuve la suerte de jugar con alguien increíblemente grande, que no sé si es más que Maradona, no sé si es menos, pero tuve la suerte de jugar con los dos. Sé Enano (por Messi) que tenías que irte de vacaciones. Le pido disculpas a tu familia que se tuvo que quedar un par de días más... Para todos los bosteros tenerte acá es inolvidable”, continuó mirando a los ojos a La Pulga, otro de los invitados especiales.
El discurso finalizó con un saludo para la gente que llenó el estadio y acompañó durante toda la tarde y noche al último gran ídolo que tuvo Boca. “Espero que la hayan pasado muy bien. Los quiero mucho. vuelvo a repetirlos que el 10 de noviembre entré en una película, yo soñaba con ser futbolista nada más y la vida me dio demasiado. El fútbol me dio demasiado, mi papá me hizo bostero como todos ustedes, sé que me voy a morir bostero. Solamente quiero decirles gracias, cada día que me levanto o me voy a dormir, me miro al espejo y le pido a Dios que esta relación siga. Yo sin ustedes no puedo vivir. Muchísimas gracias”, concluyó emocionado.
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