Juan Román Riquelme tuvo su primera emoción fuerte en La Bombonera al salir al campo de juego para disputar su partido homenaje en el lugar al que considera el “jardín de su casa”. El ídolo xeneize fue el último en subir las escaleras del túnel rumbo al césped y no pudo ocultar sus sentimientos al pisar otra vez la cancha donde consiguió sus máximas alegrías como futbolista.
La ovación de los 57 mil espectadores que asistieron a la fiesta conmovió a Román, quien observaba todo lo que sucedía a su alrededor con ojos cargados de lágrimas y respiración agitada. El grito de “Riquelme, Riquelme” retumbaba en cada sector de La Bombonera al unísono con los fuegos artificiales y las bombas de estruendo.
Al momento de hacer el saludo protocolar hacia el sector donde se ubica La 12 comenzaron a desplegarse dos telones inmensos que ocuparon las tres bandejas de la popular dedicados al homenajeado con frases del 10. “Nací Bostero gracias a mi mamá y a mi papá”, se leía en el trapo gigante dedicado a Román.
Resoplando ante cada grito de cariño del público, frotándose las manos y estirando sus piernas para volver a correr y acariciar el balón con sus botines, Riquelme saludó a compañeros y rivales antes de comenzar el partido entre Boca Juniors y la Selección. Tampoco faltó el abrazo fraternal en el sorteo con Lionel Messi, quien llevó la cinta de capitán de la Argentina.
Luego comenzó el partido en el que Riquelme mostró algunas pinceladas clásicas de su repertorio. Con 45 años y a 8 de su último partido oficial en Argentinos Juniors, Román pudo disfrutar de su fiesta en La Bombonera, la que se dilató durante mucho tiempo pero que pudo concretarse con grandes protagonistas de la historia Xeneize y algunos campeones del mundo de la Selección como Messi, Ángel Di María, Leandro Paredes, Lionel Scaloni y Walter Samuel.
Seguir leyendo: