Pasaron cuatro años desde el último Mundial M20 que se jugó en la Argentina, más precisamente en junio de 2019 en las sedes de Rosario y Santa Fe.
Un tiempo considerable que se terminará cuando sean las 6 de la mañana del sábado y Los Pumitas inauguren el torneo ante Italia en el Paarl Gymnasium, de Sudáfrica. Una nueva ilusión que se pondrá en marcha con todo lo que representa para el rugby argentino: debutará el equipo donde se forman Los Pumas del futuro.
La pandemia del 2020 y la vuelta progresiva al rugby privaron a tres camadas de tener su competencia anual, con toda la historia y relevancia que tiene para este deporte como trampolín para los que serán en el futuro las verdaderas estrellas del rugby mundial.
Aquel último torneo, que tuvo a Francia como campeón, demostró el poderío que empezaban a desarrollar los galos en la categoría, que repitieron la corona que un año atrás habían conseguido en su país, en 2018. La Argentina finalizó en la cuarta colocación como local, un paso por detrás de Australia y Sudáfrica.
Los Pumitas 2023, un nuevo desafío
Con el ex Puma tucumano Álvaro Galindo como principal responsable de este equipo, la elección del plantel se puede decir que fue bien federal. De los 30 jugadores elegidos 20 son de clubes del interior y diez de Buenos Aires.
Con ocho convocados, la Unión Cordobesa es la que más rugbiers aportó: el Jockey Club, con tres, fue el equipo con más jugadores en el plantel. La Unión de Cuyo, por su parte sumó cinco, Rosario tiene tres convocados; Tucumán, dos, mientras que Mar del Plata y Santiago del Estero, los dos jugadores restantes.
De los diez convocados de la URBA hay varias curiosidades para remarcar. Sólo tres corresponden a clubes del Top 12, Valentino Minoyetti, de Buenos Aires Cricket & Rugby Club, Mateo Lorenzo, de La Plata RC y Tomás Rapetti, de Alumni, el único convocado de los equipos tradicionalmente denominados grandes, que llegó a último momento como reemplazo del tucumano Fanlo, lesionado.
Esta vez no hay Pumitas del CASI, SIC, Hindú, CUBA, Newman, Belgrano Athletic, Atlético del Rosario. Tampoco de Pucará (histórico generador de figuras) ni de San Luis.
El dato destacado es que los restantes seleccionados a Los Pumitas de Buenos Aires los mismos son representantes de equipos de la Primera A, la segunda categoría del rugby porteño: dos son de Deportiva Francesa, Los Tilos y Regatas Bella Vista y uno del club Champagnat.
Amigos son los amigos
Entre las historias que componen este plantel hay varias que son dignas de ser conocidas. Una de ella llega desde Córdoba.
Nicolás Viola es medio scrum de Jockey Club, y Felipe Mallía, centro del mismo club. Se podría decir que ambos se conocen desde la cuna. Ellos son hijos de Martín Viola y Ezequiel Mallía, ex jugadores y referentes del club cordobés. Martín fue forward y campeón del equipo de la Docta, además de ser el primer Puma del club, en 1993.
Ezequiel también fue jugador y campeón, actualmente es el presidente de la institución, además de ser, también, el padre de Juan Cruz, la actual figura del Toulouse francés e integrante del plantel de Los Pumas que disputará a partir de Septiembre la Copa Mundial de Rugby en Francia. Juanchi jugó los mundiales juveniles de 2015 y 2016 y fue capitán del equipo que obtuvo el mejor puesto de la historia, la Medalla de Bronce en Manchester 2016.
Viola, Mallía y Luciano Carrara nacieron en 1972. Se criaron, fueron amigos y jugaron juntos en Jockey. Luciano, además, es una figura muy recordada en la institución, que lamentablemente falleció muy joven. Carrara fue jugador, entrenador y periodista. Cada año se conmemora en el club un importante torneo nacional infantil que lleva su nombre, que convoca a jugadores y equipos desde todo el país.
El año pasado en el Top 10 cordobés y unas fechas antes que Jockey se consagrara campeón, la Primera tuvo en la cancha al mismo tiempo a Manuel, Nicolás, Julián y Felipe, los hijos de Luciano, Martín y Ezequiel.
Un año después, Nicolás Viola y Felipe Mallía vestirán la camiseta de la Argentina en el Mundial de Sudáfrica. Lo harán, representando a su club, a su país y reafirmando los lazos de amistad que unieron desde siempre a sus familias.
Para jugar un mundial hay que ser hijo del Chango
Santiago Medrano tiene 54 años, fue pilar de Regatas Bella Vista y jugó hasta los 35 años, siendo capitán entre 2002 y 2003 cuando Regatas fue subcampeón del Top 14 tras perder la final contra el SIC. Años después entre 2015 y 2019 fue entrenador y hoy es el Capitán General de Rugby del equipo de Bella Vista.
El Chango tiene cinco hijos, Santiago (27), Agustín (25), Clara (22), Matías (19) y José (13): con la convocatoria de Matías al Mundial de Sudáfrica tendrá la extraña particularidad de haber sido padre de tres hijos que jugaron mundiales en menores de 20 años.
Santiago (hijo) juega en el seleccionado nacional desde el año 2018 y fue subcampeón del Súper Rugby con Jaguares. En el rugby profesional es jugador del Western Force australiano. Jugó el mundial de Japón con el seleccionado mayor y fue Pumita en las copas de 2015 y 2016.
Agustín es el segundo de la familia, el que salió un poco de la tradición para jugar de tercera línea. Participó del mundial de la categoría en Georgia 2017 y ahora es uno de los líderes del pack de la Primera de su club.
Matías es el tercero, pilar como su padre y su hermano mayor, jugó el Súper Rugby Américas para Pampas. Es el tercero de la familia que jugará un mundial juvenil.
Al resaltar la inédita situación que le tocaba vivir, el “Chango” destacó algo que identifica a todos sus hijos por igual: “Todo lo hacen por el club, te puedo asegurar que juegan por amor al deporte”.
Santiago estudia a distancia desde Australia la carrera Administración de Empresas que está por terminar. Matías eligió la misma carrera, como el puesto de pilar, pero recién la empieza. Agustín, como buen tercera línea, es el arquitecto de la familia. Es el único que se dio el lujo de jugar con sus dos hermanos dentro de la cancha. Santiago padre, dice de sus hijos: “Los tres son muy competitivos y siempre están comprometidos con la defensa”. Y en el marco de las diferencias, resalta la capacidad de Agustín en el juego de manos”.
“Los fines de semana en casa siempre había tocata y básquet. Así se entretenían los chicos entre ellos y con todos sus amigos”, –destacó el papá- que además puede lograr un récord, ya que según los comentarios todavía le queda el menor, José, que la rompe en la Menores de 13 años.
En el nombre del padre
Mateo Soler y Valentín Soler Filloy son los hijos del Facha Soler, el referente de Tala de Córdoba que entre 1996 y 2002 jugó 25 partidos en Los Pumas y con 18 tries está séptimo entre los máximos trymen del seleccionado nacional.
Pero cuando salió la lista y uno veía los dos apellidos diferentes la pregunta estaba cantada: ¿son hermanos? ¿Por qué no se llaman igual? Así que cuando hablamos con Facundo, la primera pregunta tuvo la siguiente explicación: “Mateo nació en Pádova, en mayo del 2003 cuando yo jugaba en el Petrarca. Recuerdo que el parto fue muy largo y cuando fui a anotarlo sólo le pusieron Soler: me dijeron, así está bien. No me dieron tiempo a ponerle el apellido de mi mujer, después cuando quise hacerlo en Milán, no me dejaron”
En septiembre del 2004, el Facha estaba por la Argentina recuperándose de una lesión. Esperaban a Valentín y como su mujer estaba en fecha y lo tuvieron en Córdoba: por eso, a él sí, lo anotaron Soler Filloy.
En la historia del seleccionado argentino hubo varios casos de dos hermanos integrando el mismo equipo. Pero en mundiales M20 esta será la primera vez, ya que desde Gales 2008 nunca se dio una situación así.
¿Cómo lo vivís como padre? –le preguntamos a Facundo-: “Para mí es un orgullo, algo que los chicos soñaban, pero que no era fácil de lograr, porque nunca jugaron juntos. Mateo siempre integró una categoría adelantada, jugó con la 2002″.
Recién este año, en el Súper Rugby Americas compartieron el equipo en Dogos XV. Mateo fue una de las figuras de la franquicia cordobesa con 8 tries en 13 partidos (sus compañeros lo eligieron como mejor jugador y la organización lo destacó como la revelación del torneo). Valentín jugó menos, llegaba de recuperarse de una lesión en una concentración con Los Pumas Seven. Impone respeto por sus condiciones físicas que impresionan, mide 1,88m y pesa 95k.
“La mayor virtud de Mate es la intensidad, juega siempre al 100%. A veces se pasa de rosca, debe aprender a regular. Valen, es una bestia, físicamente es tremendo. Tiene que mejorar su enfoque en los 80 minutos. Todavía no se sabe hasta dónde puede llegar”, dice Facu acerca de sus dos hijos.
Cuando vuelven a casa no hay otra cosa que no sea rugby: “Soy muy crítico, analizamos todo con ellos después de cada partido”, señala Facundo Soler, el ex Puma que tendrá en Sudáfrica la doble sensación de disfrutar y sufrir el mundial junto a sus hijos.
Los Pumitas vuelven a jugar. Con ellos viajan en sus valijas un montón de historias e ilusiones que se iluminan a través de los clubes y de aquellos formadores que durante años los acompañaron en su crecimiento.
El fixture de Los Pumitas
Los Pumitas debutarán en el certamen el sábado 24 de junio ante Italia. El segundo encuentro será ante Georgia el jueves 29 del mismo mes. Cerrarán la etapa eliminatoria con el duelo ante Sudáfrica el martes 4 de julio.
Las semifinales del torneo serán el domingo 9 de julio y la final se disputará el viernes 14 de julio.