No era un partido más para Hernán López Muñoz. El mediocampista ofensivo de Godoy Cruz, de 22 años, está a préstamo en Mendoza, su pase pertenece a River Plate. Y el choque ante Boca Juniors asomaba como una gran chance para mostrarse. Vaya si la aprovechó. Porque el sobrino de Diego Maradona, con el dorsal N° 8 (o su nombre de pila en la casaca en lugar del apellido) fue la figura del 4-0 en el estadio Malvinas Argentinas.
El ex Central Córdoba de Santiago del Estero (donde se destacó bajo la tutela de Abel Balbo) anotó el segundo gol, luego de un desborde de Tadeo Allende y una definición que se desvió. Gritó su conquista con fiereza. Antes del final de la primera etapa, regaló un lujo de altísima factura: encerrado sobre el lateral izquierdo, sostuvo el balón, se escapó y sacó un centro de rabona al corazón del área.
¿Más? Participó de la jugada del 3-0, que terminó con un tiro de Allende que se desvió en Figal para superar en Romero. Y fue reemplazado a los 34 minutos del complemento para ganarse una ovación. Al salir del campo, se estrechó en un sentido abrazo con Daniel Oldrá, técnico interino que le dio la confianza y él devolvió con un gran nivel.
* La estética rabona de López Muñoz
Ana, una de las hermanas del ex campeón del Mundo en México 86, es la abuela del jugador de River. Su padre es Daniel López Maradona, quien también fue futbolista y supo jugar en clubes como Argentinos Juniors, Gimnasia de Jujuy, Mineros, Estudiantes de Mérida y Deportivo Italmaracaibo (los tres de Venezuela), San Miguel, San Martín de Tucumán y Almagro.
“Firu” (apócope de Firulete), como es apodado en los pasillos del Monumental, inició su carrera en el baby. Empezó en Pacífico, para luego desembarcar con sus gambetas en Juventud de Devoto, Agronomía y Cultural de Tapiales. Su paso al fútbol 11 se dio en Argentinos Juniors, el club en el que supieron brillar su padre y su tío abuelo.
Su desembarco en “El Millonario” se produjo en 2014, por recomendación de Gabriel Rodríguez, actual coordinador general de las divisiones inferiores. Esa llegada estuvo plagada de controversias. “Me fui de Argentinos por cosas que no me gustaban. No jugaba mucho tiempo, entraba poco en los partidos. Llegó un momento en el que quería cambiar de aire”, explicó López en una entrevista concedida a Infobae.
La conflictiva salida del “Bicho” hizo que la entidad de La Paternal no le diera el pase, lo que impidió que el mediocampista pudiera participar de torneos de AFA durante sus dos primeros años en River. En ese lapso, solo disputó encuentros de la Liga metropolitana. Recién pudo fichar de manera oficial una vez que quedó libre de la entidad de La Paternal.
Ese fue el puntapié inicial para un marcado crecimiento en Núñez. Sus estupendas actuaciones en la Quinta le dieron la posibilidad de entrenar con la Reserva y, luego, de participar de manera intermitente en trabajos con el plantel que dirige Marcelo Gallardo.
El Muñeco lo hizo debutar en la élite el 7 de abril de 2019: anotó un gol en la caída 2-3 ante Tigre. Luego, una lesión ligamentaria lo relegó y debió buscar continuidad en Santiago del Estero, donde se reencontró con destellos de su talento. El mismo que sufrió Boca y que disfrutaba su tío abuelo, a pesar de que hizo su camino con la banda cruzada en el pecho.
“Salimos a jugar de igual a igual, sin importar el rival. Jugamos lindo y los tres puntos quedaron en casa”, dijo, tras el cotejo. “Pasé toda mi vida en River y a Boca siempre le quiero ganar, por suerte se dio”, agregó. ¿Este rendimiento puede abrirle la puerta del Monumental a futuro? “Hoy estoy bien acá, en diciembre se verá”, concluyó.
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