La llegada de Lionel Messi revolucionó Rosario en los últimos días, como en cada ocasión que su familia decide descansar bajo la comodidad de su ciudad natal. Sin embargo, estas vacaciones no son una más en su carrera después de haber logrado el título mundial con la selección argentina en Qatar y los fanáticos no pierden ningún momento para rendirse a sus pies, aún en las situaciones más insólitas e inesperadas como sucedió este lunes con una churrería de Funes.
Su círculo íntimo aprovechó el feriado para comunicarse por teléfono con un local especializado en la venta de churros, pero los intentos infructuosos conspiraron en esa solicitud porque nadie atendió del otro lado de la línea. El establecimiento solamente responde mediante la aplicación de WhatsApp. “Hola, buenas tardes. Los pedidos los tomamos solo por este medio”, comenzó el diálogo que se viralizó rápidamente en redes sociales.
La familia Messi realizó un pedido de tres docenas y media compuestos por 24 unidades de dulce de leche, 12 de crema pastelera y 6 de Nutella. Luego de realizar el cobro correspondiente, la demora se extendió más de lo esperado, ya que a los 41 minutos del último mensaje, surgió la preocupación por el pedido: “Perdón, ¿ya salieron?”.
Sin saberlo, Sofía, encargada del negocio, le respondía afirmativamente al entorno del delantero y, luego de realizar la entrega a domicilio y enterarse quién era su cliente, les mandó un mensaje emotivo a través del dispositivo móvil: “No puedo parar de llorar de la emoción de saber que están disfrutando nuestro producto, muchas gracias por confiar en nosotros. Cuando quieran disfrutar de nuestros productos estarán siempre disponibles y esperando por ustedes. Muchas gracias y disculpen las molestias”.
“Estuvieron muy buenos”, detallaron y la respuesta no demoró en llegar. Con emoticones de caritas llorando, la mujer escribió: “Así estoy desde que volvió el cadete. Muchas gracias, me cambiaron el día, el año. ¡La vida!”. En charla con Radio La Red, manifestó que suelen enviar sus productos usualmente a la casa, debido a que posee una conexión con la madre de Antonela Roccuzzo (ambas comparten el veterinario para sus mascotas). Nunca sabía si, en verdad, los traslados llegaban a manos del “campeón”.
A continuación, explicó que la vorágine de la jornada le había impedido tomarse un tiempo para observar las coincidencias existentes en la dirección hasta que el repartidor la alertó. “En la guardia, le dicen al cadete que, para entrar al lote, tenía que ir y volver por un camino determinado. Entonces, él le dice en chiste: ‘Bueno, pero cuando vuelva no me podrás tirar por donde vive el campeón así le toco la bocina‘. Y él le respondió: ‘Vos vas a lo del campeón‘. Y él se cagó de risa”, declaró sobre la incredulidad del muchacho, quien pensó que le estaban tendiendo una broma.
En su llegada, pudo observar cómo había gente acampando para solamente sacarse una foto con Lionel Messi y el chiste inició a ser una realidad: “Golpeó la puerta y salió Antonela. Él se puso a llorar, ella le agarró los churros y él le preguntó si le podía dar un abrazo, aceptó y, en eso, pasó Messi por atrás”. Juan Pablo saludó al máximo goleador de la Albiceleste y consultó si podía sacarse una foto, pero el contexto familiar lo impidió.
“Mientras seguía llorando, salió Mateo y le dijo: ‘Pues, tío‘. Lo miró llorando y lo abrazó”, añadió sobre el desparpajo de uno de los tres hijos de la feliz pareja. A su vuelta, el empleado creyó que la culpable de la sorpresa había sido su empleadora: “Me culpó porque dijo que yo sabía y yo le dije que no. Ahí, relacioné el número de lote con su llanto y lo primero que pensé era que no podía creer que le haya cobrado”.
Más allá de ese lamento, la familia del flamante refuerzo del Inter Miami de los Estados Unidos se mostró satisfecha por el pedido porque Thiago, Mateo y Ciro, junto a los sobrinos y el padre de Lionel, Jorge, fueron al lugar este miércoles para comprar otra ración de churros adicionales. “Estuvieron hace 15 minutos acá”, concluyó Sofía.
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