Fue un duelo apasionante. Un choque de entrenadores con estilos similares que conformó un espectáculo de alto voltaje que abrió la fecha 21 de la Liga Profesional. San Lorenzo y Estudiantes igualaron 1 a 1 en el estadio Jorge Luis Hirschi, pero la repartición de puntos tiene un único responsable: Augusto Batalla.
Es que en una de las últimas escenas, cuando el cronómetro marcaba el quinto minuto adicional, Gastón Campi derribó a Eros Mancuso dentro del área y el VAR le solicitó a Yael Falcón Pérez que revisara la jugada por el posible penal. Tras las quejas de Ruben Darío Insua y la actitud agresiva de varios integrantes del banco de suplentes del Ciclón, el árbitro observó la jugada en el monitor y sancionó la pena máxima.
Allí comenzó el trabajo psicológico del arquero. Tras hablarle con la intención de instalar el nerviosismo en el delantero, el experimentado golero y referente del combinado azulgrana continuó con su trabajo. Hasta le arrojó agua con una botellita, cuando el ejecutante se disponía a acomodar la pelota en el manchón blanco.
Desde los doce pasos Benjamín Rollheiser se vio superado por la situación y con un remate débil y anunciado no pudo con Augusto Batalla. El arquero se convirtió en héroe para evitar la derrota del Cuervo y rescatar la repartición de puntos que no conformó a ninguno. Ambos equipos, sintieron que perdieron dos unidades y siguen lejos del único puntero del campeonato: River Plate.
“Fue un partido picante de dos equipos que están peleando por estar arriba en la tabla. Ellos tienen jugadores de muchísima jerarquía y nosotros contábamos con algunas bajas. En líneas generales hicimos un buen partido. Ahora tenemos que descansar para empezar a pensar en la Copa Sudamericana, que si Dios quiere va a salir todo bien”, analizó la figura de la noche platense luego de la igualdad.
Además, Batalla reconoció que había estudiado a Rollheiser en la previa. “Las situaciones del partido te van dando varios indicios. Hoy tuve la suerte de atajar el penal y ayudar al equipo. Hay que estar tranquilo y seguir mejorando. Faltan varias fechas todavía y vamos a dar pelea hasta el final”, subrayó.
Con relación al recurso comparado con el que habitualmente utiliza el Dibu Martínez en la selección argentina, el arquero negó la imitación y reconoció que siente un gran afecto por su rival. “A Benja es un chico que conozco hace muchos años y lo quiero mucho. Hablamos, antes del penal, pero no hubo nada fuera de lugar. Es un jugador excelente. Hoy me tocó a mí, pero a veces les toca a ellos. Él sabe el afecto que le tengo”, concluyó.
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