Cada vez más lejos del fútbol y más cerca de los negocios. Gerard Piqué, ex jugador que ha sido campeón de todo con el FC Barcelona y la selección de España, se dedica por estos días de lleno a su empresa Kosmos y ha revelado que le reclama a la Federación Internacional de Tenis (ITF) unos USD 50 millones por romper su vínculo por la organización de la Copa Davis.
A cinco años de haber llegado a un pacto histórico, que modifico el formato de uno de los torneos más emblemáticos de este deporte, Piqué anunció en una entrevista concedida al diario MARCA que su empresa le reclama dicha suma a la ITF.
“Nosotros creemos que lo que hicimos con la Copa Davis es una historia de éxito rotunda. Llegamos con una competición que era decadente, estaba en horas bajas. Y a nivel deportivo, económico, sobre todo, y de audiencias, le dimos la vuelta al torneo. Eso es evidente y comprobable con números. Multiplicamos por cuatro los ingresos en un año. Pasamos de tres a 15 patrocinadores. Lo que pasa es que en 2020 llega el COVID-19 y lo trastoca todo en todos los deportes. Teníamos un acuerdo con la ITF, que les pagábamos una cantidad de dinero muy importante, diría que fuera de mercado, 40 millones al año. En una competición igual, como la ATP Cup, que era lo mismo, Tenis Australia pagaba 10 millones a la ATP. Así que estábamos pagando cuatro veces más”, comentó.
El ex futbolista del Barça, integrante del famoso elenco dirigido por Pep Guardiola y referente del club en los ciclos posteriores, explicó que el litigio inició luego de que la ITF decidió rescindir el contrato: “En 2020 no hubo Copa Davis, durante una parte de 2021 se jugó a puerta cerrada... el fijo que estábamos pagando estaba fuera de mercado. Tras la rescisión por parte de la ITF ahora existe un litigio entre nosotros en el que reclamamos hasta 50 millones de dólares. No podemos decir más debido a las restricciones de confidencialidad. Pero me siento muy orgulloso por todo lo que hicimos.”
En su descargo, Gerard Piqué argumenta que la pandemia era imposible de pronosticar y que la Federación Internacional de Tenis (ITF) no quiso tener otra negociación para equilibrar las condiciones en pleno COVID-19, lo que derivó en la finalización de su alianza.
“Muchas Ligas y federaciones se adaptaron a esa situación y la ITF decidió no querer renegociar esos términos. Entonces de un día para otro se termina el acuerdo y nos hemos tenido que adaptar como empresa. Nosotros invertimos más de 100 millones en la Copa Davis en cuatro años y eso es una barbaridad. Y queríamos invertir más”, puntualizó.
El ex zaguero del Manchester United y Zaragoza también aprovechó para responder a las críticas recibidas por parte de Dietloff von Arnim, presidente de la Federación Alemana de Tenis y candidato a la presidencia de la ITF, quien catalogó de “desastre” a la gestión de Kosmos.
“Creo que la gente no está informada, o no sabe o bien es que nos quieren utilizar por un tema político, electoral, porque tienen las elecciones en agosto. El presidente de la Federación Alemana tenía una buena relación con nosotros. La ITF, con nuestro acuerdo, ha salido beneficiada. Ahora mismo tiene contratos que firmamos nosotros por valor de USD 75 millones. La Billie Jean King Cup la cerraron en Andalucía gracias a nosotros. Lo que les hemos dado comparado con lo que hemos recibido es una barbaridad”, replicó Piqué.
Según su visión, Gerard Piqué cree que el torneo puede sostenerse algunas temporadas con los acuerdos que alcanzaron en su momento pero probablemente deba ocurrir otra revolución para que el certamen puede sostenerse en pie.
“Yo creo que la Copa Davis aguantará dos o tres años con los contratos que nosotros cerramos en su momento, pero le veo un futuro complicado. En cuatro o cinco años creo que la Copa Davis ya no será de la ITF. Será o bien de la ATP o de un tercero que la va a comprar, porque el dinero no va a dar con la gestión. El presidente David Haggerty se comprometió a repartir una cantidad de dinero a las Federaciones que va a ser imposible darlo porque la competición no lo genera”, analizó.
Piqué no se arrepiente en absoluto de su incursión en el tenis y considera que podría volver a hacer negocios en este deporte, que según su criterio necesita seguir evolucionando para ser tan rentable como otras disciplinas a largo plazo.
“Miro para atrás y cuando cogimos la competición cayó BNP Paribas y nosotros en un año generamos de 8 millones a 50. El problema fue el fijo, que era muy elevado, y más comparado con la ATP Cup. Nosotros conseguimos un acuerdo con la ATP, algo muy bueno para el tenis. Pero hubo cosas que no se pusieron en valor porque no interesaba. Podría volver si hubiese una oportunidad que me encajara, porque a mí el tenis es un deporte que me encanta, y es el tercero a nivel mundial en popularidad después del fútbol y el baloncesto. Pero existe el riesgo de que si no se moderniza le cueste en un futuro”, concluyó.
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