Óscar Ruggeri es una leyenda viviente de la selección argentina después de ser una de las figuras más reconocidas del ciclo de Carlos Salvador Bilardo. El octavo jugador con más presencias en la Albiceleste ganó cinco títulos con esta camiseta y siempre se caracterizó por una permanente convicción por la victoria, que lo llevó a levantar la Copa del Mundo en 1986. Ese ánimo ganador es un sello distintivo de su personalidad volcada en el fútbol profesional y en su vida cotidiana.
En su rol de panelista dentro del programa F90 emitido por ESPN, el ex defensor de 61 años fue consultado sobre cuál había sido su rutina durante el feriado del último 20 de junio. Tras manifestar que había jugado un encuentro entre amigos, el debate comenzó a girar en torno a su complicación para asimilar la derrota y, fiel a su estilo, señaló: “¿Si me divertí? Ganamos. Si perdíamos, la iba a pasar mal”. “Voy con la camioneta y me agarra ganas de acelerar cuando pierdo con amigos. Tengo que dejar de jugar, me parece. Es más fuerte que yo”, manifestó sobre la necesidad de llegar lo antes posible a su hogar para dejar atrás ese mal recuerdo.
El conductor del ciclo, Sebastián Vignolo, mantuvo un ida y vuelta fluído con el protagonista para tratar de modificar su personalidad sin éxito: “Si perdemos, llego muy caliente a casa. Por un rato, no hablo. El día que pierda y me ría no voy más. No sé qué es el fútbol recreativo”. En ese sentido, ponderó cómo lo alteraba ese marcador, aún en sus comienzos en este deporte: “Cuando llegué a Buenos Aires, no tenía en la cabeza lo que era el fútbol profesional, los contratos, la plata... La pasaba bárbaro y no tenía un mango, pero cuando perdía me calentaba. Me jode perder. No sé perder”.
Más allá de realizar una diferenciación en la etapa infantil, donde resaltó el desarrollo por encima de los títulos, el oriundo de Corral de Bustos protagonizó un cruce con el Pollo sobre el aspecto competitivo en la adultez y el Cabezón contraatacó: “¿Sabés lo que es salir campeón? ¿Y viste cuando perdés? Es tremendo. Vos sos distinto, te felicito. A mí dejame así, no me gusta perder y te hago lo que pueda para ganarte”.
En este sentido, reflejó una de las anécdotas más llamativas sobre los compromisos que disputa en torno a un campeonato de Intercountry: “El otro día me peleaba con el ‘9′ de un equipo. Me decía ‘no ves que yo me divierto‘. Lo felicité. Le dije: ‘tenés tres puntos, ganaste un solo partido. El que se divierte soy yo que vamos primeros‘. Me la siguió. Le dije: ‘Podés tener plata, pero le ganaste a un solo equipo. Sos horrible’”.
Frente a esta afirmación, Vignolo le objetó su acción y, en un tono que mezclaba la seriedad con el humor, le dio un consejo: “El fin de semana que viene decile a tu equipo que vayan a divertirse”. “No se puede...”, sentenció la contraparte. El ex futbolista de 61 años, que llegó a vestir las camisetas de River Plate y Boca Juniors, también mantuvo un divertido cruce con su colega Marcelo Espina, quien se mostró en las antípodas de ese tipo de reacciones y demostró que su elegancia para jugar lo acompaña en cualquier circunstancia. “¿No decís nada? ¿Y si te pegan?”, lo interrogó su compañero y la respuesta no demoró en llegar: “No, les tiro un caño”.
A continuación, el ganador de las Copas América 1991 y 1993 volvió a tomar la batuta del programa con otro episodio sucedido en los certámenes alejados del plano oficial: “A veces, te dicen cosas en los Intercountry y vos decís: ‘Están locos‘. Un día, iba corriendo para el córner, un jugador me miraba y, cuando voy llegando, me dice: ‘Yo tengo más plata que vos‘. Entonces fui a buscar a un jugador de mi equipo (Jorge), que era un millonario. Le dije que venga, paré el partido y dije: ‘Che, este tiene más plata que vos y todo tu equipo‘. No me podía ganar el tipo con esa frase”.
El ambiente distendido dominaba la escena y, por momentos, las risas se destacaban en el estudio. “Le hubieras dicho: ‘Sos muy pobre porque lo único que tenés es plata‘”, comentó Diego Chavo Fucks. La ofensiva de Oscar Ruggeri cerró el tema hasta nuevo aviso: “Estoy en un partido... ¿Cómo voy a pensar todo lo que me dicen?”.
Como prueba de ello, el paño de imágenes exhibidas en el programa mostraron su costado más auténtico y natural con imágenes de una final en la que falló un penal por una decisión a contramano de su estilo férreo para la marca: “Se la di a las manos. Se la intenté picar. Se me quedó ahí, estuve mal”.
“¿Y después que hice? Clavé dos goles. Les ganamos y dimos la vuelta. Cuando terminé de patear el penal... ¿De qué lo hice el primer tanto? De zurda. Y los fui a putear a todos porque habían traído a una hinchada que me decían cuando fallé el penal: ‘Decile al Pollo el lunes‘, reconoció. Y concluyó: “Tomá, ahí les canté que se lo iba a decir al Pollo el lunes. Cuando hice el segundo, les dije que le iba a contar cómo les había hecho el gol”.
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