Las revelaciones de Alexis Mac Allister sobre el Mundial: el momento mas difícil, las 24 horas sin dormir y su reacción al ser campeón

El mediocampista de la selección argentina recordó los momentos más importantes de la consagración en Qatar

Guardar

Alexis Mac Allister fue una de las piezas claves de la selección argentina en el Mundial de Qatar. Pese a haber comenzado como suplente, el flamante refuerzo del Liverpool se ganó un lugar en el 11 titular y terminó siendo una de las figuras del equipo. A seis meses de la coronación ante Francia, hizo un repaso por aquella epopeya del conjunto de Lionel Scaloni.

En una entrevista a la TV Pública, el ex Argentinos Juniors se abrió para relatar cómo fue viviendo el camino del combinado albiceleste que inició con un tropiezo ante Arabia Saudita y terminó con la conquista en los penales en el Estadio Lusail. Una competencia en la que el equipo fue de menor a mayor y él fue fundamental para ese crecimiento.

En la charla, Mac Allister hizo hincapié en algo que ocurrió antes del comienzo del torneo, cuando Lionel Scaloni desafectó del grupo a Joaquín Correa y a Nicolás González, quienes tenían dolencias y tuvieron que cederle el lugar a Thiago Almada y Ángel Correa. “Scaloni lo habló con nosotros, que los que estén tenían que estar bien físicamente y había algún que otro jugador tocado. Lamentablemente Nico lo sintió en un entrenamiento y fue muy doloroso por todo el esfuerzo que hizo. Pero se habló y la idea del cuerpo técnico era que los que estén, estén bien físicamente”, contó.

Nico González tuvo mucha mala suerte por quedar afuera y él es mi amigo, lo conozco de Argentinos Juniors, compartíamos habitación y cuando le tocó irse fue un momento duro y yo perdí esa persona que me apoyaba dentro del predio”, se lamentó sobre aquel momento, y recordó: “Me tocó estar en esa habitación con él hablando con la familia, llorando, viendo qué iba a hacer. Tenía muchas ganas de quedarse con nosotros y habló para quedarse y todos le dieron el sí, pero bueno... Lamentablemente con su club (Fiorentina) no quería generar un problema y lo mejor era ir (a Italia) y recuperarse allá de la mejor manera. Cuando vino para la final fue algo muy lindo, muy especial”.

Uno de sus recuerdos más curiosos fue en la final, durante el penal de Gonzalo Montiel. Alexis había sido reemplazado minutos antes del final, para darle lugar a Germán Pezzella, por lo que los penales los vio desde el banco de los suplentes. “Estaba al lado de Gero Rulli y cuando va Cache (Montiel) a patear, confianza plena. Estaba un poco perdido y le pregunté, ‘¿si mete ganamos, no?’. Estaba perdido, tenía unos nervios. Ahí sí, en el banco tenía nervios”.

Incluso, cuando el ex River Plate marcó el gol de la consagración, a Mac Allister le costó asimilar el triunfo: “No reaccioné directamente, me quedé medio parado. Miré a mi familia por un minuto, que estaba atrás del banco, y estuve en shock por uno o dos minutos. Crucé la cancha caminando cuando todo era una locura. Creo que en ese momento no me di cuenta. Me lo cruzo al arquero, Lloris, lo saludo, lo felicité por el torneo que habían hecho. Llegué al lugar donde estaban todos mis compañeros y ahí me abracé y empecé a festejar”.

Tras las celebraciones en el Lusail Stadium, inició un periplo de festejos que lo mantuvieron en vilo durante demasiado tiempo. Incluso, él mismo se sorprendió al darse cuenta la cantidad de horas que estuvo despierto. “Nos juntamos en la habitación con Thiago Almada, Correa, vino Licha Martínez, éramos varios y estuvimos como 5-6 horas ahí. Paseábamos por las habitaciones, fuimos a despertar al Chiqui Tapia que estaba durmiendo. Hicimos un quilombo terrible. De ahí al avión, no dormimos nada en el avión. Inventábamos canciones con Lautaro, Enzo, Juli, Armani, Cache, con el bombo. Como 20 horas de viaje, sin dormir, bardeando a los demás que se querían ir a dormir y nosotros estábamos como locos”.

“Llegamos como a las 3-4 de la mañana. Del aeropuerto al predio tardamos como 2 horas. Habremos estado 24 horas sin dormir. Recién dormimos cuando llegamos al predio. Cerramos en 30 horas, por ahí. En el predio comimos algo, nos fuimos a acostar, pero nadie se podía dormir. Habremos dormido 2 horas y al otro día lo del micro, que estuvimos como 6-7 horas abajo del sol. En 3 días habremos dormido 8 horas. Fue una locura”, recordó.

Cómo se enteró que iba al Mundial

“Es raro, 24 años y ya haber ganado un Mundial, se dio todo muy rápido. Un mes antes del Mundial no sabía si iba a estar, hay jugadores que se metieron sobre el final, como Enzo, y el técnico tiene que tomar decisiones. Yo sabía que estaba cerca pero tampoco podía confirmar”

“La confirmación me agarró en el micro yendo a Wolverhampton, encima en un hotel flojísimo, yo solo en la habitación, me llamó Matías Manna que es el que siempre se comunica conmigo por noticias de la Selección” Me mandó un mensaje, para ver si me podía llamar y ahí yo tenía unos nervios terribles porque puede pasar de todo. O estás citado o quedás afuera. Me dijo algo como ‘Nuestra idea es que estés en la lista final y esto va a salir dentro de una semana’. Entonces como que por ahí entró y después se vino más la confirmación de cómo era el plan de lo que íbamos a ser donde nos íbamos a juntar”.

“Me hice el superado, ‘Ah bueno, listo, muchas gracias’. Y ahí cuando corté llamé directamente a la familia para contarles todo”.

Qué se le pasaba por la cabeza cuando jugaba el Mundial

“Tuve mucha suerte, no sentí ese nerviosismo, esa presión. No se por qué. Yo soy un chico que generalmente se pone nervioso y no tengo problema en admitirlo. Incluso en las inferiores era de ponerme muy nervioso antes de los partidos pero no sé qué me pasó ese mes que no los sentí y lo disfruté muchísimo. El día a día con mis compañeros creo que también nos sacaba un poco de ese nerviosismo y de poder disfrutar de todo. En ningún momento sentí presión. Sí después del primer partido estaban esas dudas normales, pero al verdad que lo disfruté y obviamente fuimos campeones, perlo mas allá de eso todo el camino fue hermoso”.

La hinchada argentina

“Lo hablamos, en el banco de suplentes contra Arabia Saudita, cómo se sentía ese nerviosismo que había en el ambiente. Pero obviamente que se hablaba. En ese momento estaba al lado de Licha (Martínez) y me decía: ‘Qué locura’, estábamos todos medio embobabos”.

“Creo que excepto los primeros dos partidos, después fuimos locales. Se sentía muchísimo mas nuestra gente que la de los demás. Y cuando escuchás el himno es muy fuerte. Incluso ahora cuando volvimos, el día que jugamos en River, ese himno fue terrible. Fue muy emocionante y en ese momento sí pensás en toda la gente y todo lo que tenés atrás”.

La derrota en el debut

“En todo momento hubo mucha positividad. No sólo ese día, el día después, cuando fuimos a enfrentar. Después de ese partido nos dieron tiempo con la familia y fueron momentos que nos sirvieron para despejarnos un poco y en todo momento tuve mucha confianza”.

La titularidad

“Casi todos los partidos me enteré antes de salir para el estadio porque ahí daba las charlas (Scaloni) y confirmaba el equipo. Capaz en algún partido te llamaba antes para darte alguna indicación entonces vos veías que ya estabas casi confirmado, pero la confirmación era siempre antes de salir para el estadio”.

“Verme ahí y saber que iba a jugar la final fue algo muy especial y gracias a Dios tuve la suerte de no sentir nerviosismo, entonces lo disfruté el doble”.

La final contra Francia

“Me fui a cortar el pelo tipo 11-12 de la noche . Hay pocos momentos en donde podes agarrar al peluquero y bueno, me dio ese turno. Más cuando sos medios supersticiosos. Intentaba cortarme el pelo siempre antes de los partidos, quizás algunos se me pasó, pero la idea era siempre el mediodía del partido o la noche anterior. Había que estar prolijo”.

“Me habré dormido a la una de la mañana, después nos levantamos a almorzar y después me dormí siesta. Tuve suerte, no sé si alguien me tocó, pero la verdad que no sentí nerviosismo y pude descansar. Después del almuerzo había mucha tranquilidad, pero una hora antes de la merienda arrancaba la música y te dabas cuenta que había buen humor y mucha confianza. Generalmente, Rodri De Paul y Lea Paredes son los que manejaban las música”.

“De la charla técnica recuerdo a muchos integrantes del cuerpo técnico llorando, fue una charla emotiva en la que no había mucho para decir. Sabíamos como jugarles porque lo habíamos trabajado varios días, pero lo que más nos llegó fue la charla de pensar en lo que había pasado, los 4 años del proceso, fue una charla muy emotiva. A veces nos reímos porque Scaloni cuando se emociona no puede hablar, llora mucho, e hizo hablar un poco a los demás. Todo el cuerpo técnico habló un poco. Y fue un lindo momento como grupo”.

“Leo (Messi) demostraba muchísima tranquilidad, él, Fideo, Otamendi, son jugadores que nos ayudan muchísimo, ya de verlos, cómo se preparan, con la motivación y las ganas que manejan, ya podemos ver que tenemos que seguir ese camino y que si vamos a tras de ellos vamos bien”.

“Generalmente Leo es el que agarra la palabra. Había una isla en el medio de vestuario, nos poníamos alrededor y arrancaba Leo hablando. En la final, Dibu se puso a llorar un poco, fue todo muy emotivo, muy lindo”.

“El verlo a Leo es lo que más nos queda, estar al lado del mejor jugador de la historia, ver que vas a salir a la cancha con 10 personas que son como tu familia”.

“No hay mucho para pensar cuando salís caminando. El Dibu arengando, todos gritando, ellos (los franceses) también. Imaginás un poco lo que va a venir, las jugadas que se pueden dar. Soy de visualizar, creo que eso es bueno. Es un recurso muy bueno y otro recuerdo que tenía cuando saludábamos y nos sacábamos la foto, después de eso me tiraba para atarme los cordones y pensar por dentro, agradecer, y era como mí momento para hablarme a mi mismo y con Dios. Para agradecer y pensar en lo que va a ser el partido y abstraerse de todo lo que está afuera para jugar lo mejor posible”.

“El partido que más disfruté fue la final. Sufrimos 15-20 minutos, pero los primeros 70 minutos, sobre todo el primer tiempo fue espectacular”.

“Nos sentimos muy identificados con la forma que jugamos, con la idea y nosotros como argentinos disfrutamos la idea porque viene de nuestra historia. Pelota al piso, tenerla, y jugar una final como si fuese un amistoso. Esa final la disfrutamos sobre todo por cómo la jugamos, fuimos muy superiores, incluso merecimos ganarlo en los 90″.

“Cuando íbamos 2-0 pensamos, ‘Ya está, es nuestro’. Y después de la nada pasó lo que pasó. Pero yo creo que había algo que estaba destinado a que seamos campeones. Sufrimos mucho, como contra Holanda que nos empataron en el último minuto, y sin embargo el equipo lo sacó adelante. Yo sentía que era nuestro y que no se nos iba escapar”.

“Lo que me perdí fue la mano de Montiel, el penal. Porque había salido y estaba saludando a mis compañeros y escucho que dicen ‘No’, me doy vuelta y era penal”.

La atajada de Dibu

“Yo estaba sentado y cuando hace la atajada dije: ‘Uy la pelota que sacó este pibe’, y en el banco como que se quedaron todos callados, en shock. Había unos nervios terribles, Después vino la contra... Sufrí mas en el banco de suplentes que todo el partido”.

Comprender que son campeones del mundo

“Todavía no somos conscientes de lo que vivimos, de lo que jugamos, de lo que ganamos, de lo que representamos en la gente. Creo que con el correr de los años vamos a ser más conscientes”.

“Yo dije que cuando estoy de mal humor pienso que soy campeón del mundo y cambia un poco todo y Dibu me carga por eso. Estábamos cenando y lo empezó a decir adelante de todos. Una vergüenza, me puse todo colorado”.

“La foto que me queda es la que tengo con mi familia, que estuvimos esperando para sacarnos una foto con la copa todos juntos y esa es la victoria más grande”.

“Todo pasa a ser una locura, el cariño de la gente pasa a ser mucho más, como te conocen, como te hablan. En el micro ver a la gente llorando, hay momentos que no los voy a olvidar nunca en la vida”.

“e vez en cuando alguno manda al grupo imágenes o videos y es uno de los momentos más lindos de mi vida. Saber que somos parte de la historia de la selección argentina, que somos una estrella es algo increíble”.

El momento más difícil de su carrera

“Siempre intento mantener la positividad, pero me apoyo mucho en mi familia. En los momentos malos es cuando intento halar con ellos. Recuerdo estar tirado en este sillón cuando no me tocaba jugar mucho en Brighton y bueno, hice una videollamada con mi mamá y tuvimos como un momento emotivo, así que más que hablarme a mi mismo intento apoyarme en mi familia”.

“Yo veía si seguir o irme y ella me decía que haga lo que me hacía feliz. Y que si yo necesitaba que ella viniese, ella lo hacía. Pero yo no quería molestarla, entonces le dije que estaba bien que estaba tranquilo, pero ella hacía mucho hincapié en que sea feliz y que tome la decisión que pensaba mejor para mi carrera y para mi vida. No es casualidad que a mi me empezó ir bien en diciembre cuando mi mamá y mis hermanos vinieron a pasar 2 semanas acá en Brighton y justo ahí fue cuando empecé a jugar y mucho mejor. Ellos son una parte más importante, también mi papá que es un poco el mas pensante. Pero esa llamada con mi mamá fue muy importante”.

“No es fácil dejar todo. Yo lo viví, más cuando las cosas no van bien, ahí es cuando más lo sufrís. Cuando las cosas van bien, en la intensidad del día a día no te ponés a pensar mucho, pero lo sentí ese primer año y lo veo en otros chicos. Cuando los veo a ellos me siento reflejado en lo que a mí me pasó. El extrañar, los amigos, la familia, pero son experiencias que sirven para seguir creciendo como persona y como profesional”.

Seguir leyendo:

Guardar