Gerardo Martino quedó a un paso de ser el nuevo entrenador del Inter Miami, que en la actualidad está bajo la tutela del interinato de Javier Morales después de la salida de Phil Neville. Las autoridades de la franquicia estadounidense aguardan con ansiedad la llegada del Tata, quien asumiría el cargo a partir de julio, lo que significará el tercer ciclo junto al astro rosarino Lionel Messi.
La primera vez que el estratega con pasado en el Atlante United se encontró con la leyenda internacional fue en el Barcelona, cuando el DT se convirtió en el sucesor de Pep Guariola y juntos ganaron la Supercopa de España en la temporada 2013/2014. A pesar del título, el entrenador argentino no renovó con el Culé y luego afrontó el desafío de reemplazar a Alejandro Sabella en la selección argentina, donde alcanzó las dos finales de la Copa América (2015 en Chile y 2016 en Estados Unidos), pero se vio forzado a dejar el predio de la AFA cuando no recibió a los jugadores para conformar el proyecto de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Por aquel entonces la entidad de la calle Viamonte atravesaba una crisis institucional muy grande y el desorden envuelto en un caos derivó en un breve paso del Vasco Olarticoechea en la cita olímpica de Brasil que concluyó con la prematura eliminación en la fase de grupos.
Recordado por su exitoso paso por Paraguay, donde llevó al elenco guaraní a la final de la Copa América que organizó la Argentina en 2007, Martino comenzó su etapa como director técnico en el país vecino liderando los planteles de Libertad y Cerro Porteño, donde conquistó cuatro campeonatos de Primera División.
Luego volvió al club de sus amores, donde también se dio el gusto de celebrar un título con Newell’s. Sus producciones le abrieron las puertas del Camp Nou y recientemente tuvo un paso por México, donde no logró superar la fase de grupos en la Copa del Mundo que se disputó en Qatar. Justamente, allí le tocó enfrentar al mejor jugador del planeta que comandó la victoria albiceleste para encaminar el rumbo hacia la hazaña en el país del Golfo.
La presencia del orientador de 60 años por el barrio cerrado en el que vive Messi en Rosario alimentó los rumores de un contacto con el delantero pensando en un futuro en común en el estado de La Florida. Hasta el propio entrenador se sorprendió por el despliegue en la puerta del barrio cerrado y no lo escondió: al divisar las cámaras primero hizo un gesto consultando qué hacían ahí, y luego completó con otro consultando si era por el “Enano”, el cariñoso apodo que recibe la leyenda en la intimidad del combinado nacional.
Según el periodista César Luis Merlo, el Tata llegará a un equipo que se encuentra en la última posición de su conferencia con solamente 15 puntos en 17 presentaciones y se ubica a siete unidades de Charlotte, que es hasta el momento es el último clasificado al repechaje para ingresar a Playoffs. Como no hay descensos en la Major League Soccer su proyecto se basará en el brillo de la Pulga, pero se esperan que también se incorporen jugadores de jerarquía como el caso de Sergio Busquets y la esperanza de sumar a Luis Suárez. En el plantel actual solo hay dos argentinos y se trata del mendocino Franco Negri y el quilmeño Nicolás Stefanelli.
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